Capítulo 18

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Narrador:

Los días pasaron, hacía 3 semanas que Felipe se entero de lo que estaba pasando y que echo a Marizza de su Casa.  Nunca más la volvió a ver. Intento llamarla, contactarla por mensaje o ir a su casa pero ella no quería verlo más.

A Felipe le costó reconocer que una parte del espíritu de su mujer se encontraba en Marizza. Él negaba y pensaba que era algo sobrenatural, que no podría estar pasando, pero sí, era algo real solo faltaba que él lo reconociera.  Mientras que su hijo, Benicio, reconoció y entendió todo.

Una noche, Felipe,  volvió a soñar con Camila. Y es allí, en su sueño, donde ella le afirmaba lo que sucedía.

Camila en el sueño, le comento y le afirmó: que la misión de ella había terminado, solo quería volverlo a enamorar en el cuerpo de Marizza. Ahora que Él se enamoró de Marizza y Benicio ganó su confianza, ella dejaría el cuerpo de la muchacha peliroja, para poder al fin descansar en paz y tenerla como un lindo recuerdo.

A la mañana siguiente,  Felipe fue  a la casa de Marizza, Para pedirle perdón y que quería pasar el resto de su vida con ella, pero... era tarde, si demasiado tarde. La pelirroja se había ido a Mendoza a vivir con su gran amiga,  Lujan, y su hermano, León.

- Se marchó- le dijo el morocho a su hijo mientras salían de la casa de Marizza- ya no podré decirle cuantó la amo

- Vayamos a buscarla- propuso Benicio- nunca es tarde, no?

Este miró a su padre tiernamente. Felipe le sonrió con pura delicadeza. Benicio agarró su mano y lo llevó al auto.

- No hijo, ya es tarde- comentó Felipe sentándose en su asiento

- Pa... Marizza es mi segunda mamá y la necesito- respondió el pequeño

El pequeño se acomodo en su asiento y ambos partieron a Mendoza, a compensar ese gran amor familiar que se había formado.

Fue un viaje largo pero pudieron llegar a destino. Recorrieron varios hoteles buscándola, pero Marizza aún no sé encontraba.

Era sábado y en Mendoza hacia bastante frío. Felipe decidió salir a almorzar con su hijo en un lugar hermoso. Llegaron y ordenaron  su almuerzo, pero había algo que en Felipe desconcentraba perdidamente. Era el cantó de una hermosa muchacha que se escuchaba desde el escenario de adentro.

Ese cantó lo conocía perfectamente. Él se acercó hacia el escenario, miró muy fijamente a la chica que estaba acompañada con una guitarra, mientras cantaba. No dudo ni un segundo y ya la había reconocido. Si, era Marizza.

Marizza cantaba, mientras que al morocho se le iluminaban los ojos al mirarla. Se acercó lentamente luego de que ella dejó de cantar. Marizza lo miró con una mirada triste. La gente que rodeaba ese restaurante no sacaba la vista de ellos dos.

- Que haces acá?- le preguntó la pelirroja con la voz entre cortada

- Ya lo entendí- interrumpió Felipe

- Bien por vos - respondió yéndose pero él la detuvo

- Ya lo entendí- volvió a repetir- todo es un poco loco pero... quiero estar contigo

- No,no porque vos la seguis amando a Camila y no me quieres a mí - respondió- así no son las cosas ni es el trato - se cristalizaron los ojos- tenes que dejar ir a Cami dejarla como un recuerdo y que descanse, así poder enamorarte de mi

- De vos ya me he enamorado- interrumpió Felipe- y se porque te eligió Camila- la miró fijamente- porque sos igual que ella y sos una excelente chica que me enloquece todos los días- afirmó - Te Amo Marizza y quiero que seas mi novia o mi mujer

Marizza se lanzó en sus brazos y lo besé muy apasionadamente. La gente aplaudía de pie, mientras que Felipe giraba por el aire a Marizza abrazándola.

Desde ese día ambos se juraron eterno amor.

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"Sin importar dónde estés o con quién esté yo siempre verdaderamente te amaré y te recordaré "
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FIN ...

Como Si Fuera La Primera Vez  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora