˗ˏˋ Play pretend (Spy x Sniper) ˎˊ˗

6

Era un nuevo día, aunque el Sniper apenas se había percatado. De un momento para el otro ya eran las diez de la mañana, y se había quedado toda la noche despierto solo para estar con su amado BLU Spy.

— Me tengo que ir — Murmuró.

Se separó lentamente. Estaba bastante cansado, pero nada que un café negro no pudiera resolver.

Antes que siquiera diera un solo paso, Spy lo detuvo poniéndole una mano en el pecho.

— ¿Alguien sabe que estamos juntos? — Le interpeló. Al no ser el otro un espía dudaba de que pudiera ser discreto.

— Ergh... Bueno... — Entró en pánico — Una sola persona.

El otro arqueó una ceja, pero no pareció darle gran relevancia al asunto.

— Resolvelo. — suspiró — Es lo último que necesitamos ahora, ¿va? 

Este simplemente asintió y volvió nervioso a la base. Esperaba que nadie lo notara, pero al entrar todos estaban mirándolo fijamente.
Se sintió muy pequeño ante tal escenario.

— ¿Dónde estuviste? — Medic fue el primero en hablar — ¡Ya hasta pensamos que te habían secuestrado, trottel!

Todos permanecían callados, permitiendo que él fuera quién lo interrogue.

— Yo... No podía dormir — Se apresuró para sonar creíble.

A juzgar por la mirada de los demás, nadie le creía.
Sabía que haber salido por la noche no había sido la mejor idea.
Intentando lo mejor posible el aparentar ser indiferente a la situación, permaneció en silencio. No había nada más que se le ocurra que pudiera respaldar su excusa.

— ¿No podías dormir? — Repitió Medic levantando las cejas con una mirada incrédula.

— Para mí dice la verdad — Comentó Engineer, dándole un poco de esperanza al francotirador de que lograría salir de esta situación — Digo, no creo que se haya ido tan lejos.

Su intento por apaciguar el ambiente no había dado resultado. Todos los demás aún seguían indignados, como si no quisieran escuchar otra cosa a la que ellos pensaban.

Comenzó a alejarse lentamente de allí. Si se quedaba seguro sería para peor, y lo mejor sería eludir las preguntas para evitar meter la pata. 
Mientras se alejaba, atrás suyo se escuchaban todo tipo de murmuros, solo que no podía - ni quería - distinguir que decían.

Comenzó a escuchar pasos detrás de él, y luego sintió como una mano con guantes lo detenía agarrándolo de la camisa. No necesitó ni darse la vuelta para darse cuenta que era Spy.

— ¿Enserio lo fuiste a ver? — Susurraba con un tono casi desesperado — No te creía tan estúpido, Mundy.

« Bingo » Pensó sin siquiera mirarlo a la cara. Estaba cansado de que lo sermoneara diciéndole que hacer y qué no. Sabía perfectamente que se estaba metiendo en líos y no necesitaba alguien que se lo recuerde.

— Metete en tus asuntos — Contestó bruscamente.

— El amor es ciego — Respondió con una sonrisa juguetona — Después no me vengás a llorar porque yo te avisé.