Luchar

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—Por favor, escúchame...— Pidió Dakota entre sollozos a Danny.

—Nadie te va a escuchar— Comentó Cuervo —Mejor relájate y disfruta el viaje, lo que dije no cambió el resultado.

Cuando Daniel y George entraron al departamento vieron el cuerpo tendido sin vida de Billy Freeman en un enorme charco de sangre, en su pecho estaba clavado un cuchillo, probablemente le habían perforado uno de sus pulmones

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Cuando Daniel y George entraron al departamento vieron el cuerpo tendido sin vida de Billy Freeman en un enorme charco de sangre, en su pecho estaba clavado un cuchillo, probablemente le habían perforado uno de sus pulmones.

—Billy...— Susurró Danny cayendo con pesadez a lado del cadáver de su mejor amigo, un sollozo escapó de los labios de Danny.

Al ver aquello George sintió tristeza, no había conocido al hombre pero lo poco que vio de él le hizo darse cuenta de que era un buen hombre dispuesto a ayudar, porque los ayudo desinteresadamente pesé a que supo que el peligro era inminente. El castaño colocó su mano en el hombro del ojiazul en señal de apoyó mientras uno que otro sollozo se escapaba de sus labios.

—Se acabó George, se la llevaron.

—No— Negó el castaño —No se acabó Danny, yo no pienso rendirme.

—¿¡Qué se supone que hagamos!?, se la llevaron y no sabemos a donde, todo está acabado George.

—No Danny, no lo está, tú eres el único que me puede ayudar a encontrarla, te necesito, Dakota te necesita, no puedo hacerlo sólo, no tengo esas habilidades que ustedes tienen, pero tú si, tú eres el único que puede encontrarla.

Sus ojos azules estaban llorosos, los del castaño también, Daniel sentía un terrible nudo en la garganta que le impedía hablar.

Dak...— Intento llamarla, cerró los ojos fuertemente al tiempo que una lágrima se deslizaba por su mejilla.

—¡Dak!Llamó por su mente a la joven mujer, buscándola desesperadamente, pero no obtuvo respuesta frustrandolo más.

—No respondé— Negó Danny desesperado.

—No te rindas Danny— Pidió el castaño.

—Tony...— Susurró el ojiazul desconcertado a George —Ayúdame por favor Tony— Pidió desesperado al borde del llanto. Tony así era como Daniel había llamado a su “Resplandor” cuando era un niño de cinco años, pensando ingenuamente que este era un amigo imaginario hasta que creció, se sentía desesperado la frustración comenzaba a invadirlo y George se percató de eso.

—Tú puedes— Susurró el menor de los Denbrough.

—De acuerdo, de acuerdo— Inspiró una profunda bocanada de aire, él podía, como dijo George era el único que podía encontrar a Dakota —Siempre dije que mi cerebro era como un radio, nadie responde cuando llamas, deja de llamar y sólo escucha— Se dijo para si mismo, cerró sus ojos con fuerza inhalando una enorme bocanada de aire, se concentró escuchando todas las señales como si de un radio de tratase, varias voces se escucharon pero ninguna era la de ella, siguió buscando durante varios segundos, cambiando de estación como si fuera un radio.

Doctor SueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora