La cueva de la verdad

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Narra Wilhelm

Cuando llego al pasadizo, Felice me agarra del brazo hasta adentrarme más. Solo estamos ella y yo en lo que parece una cueva. Felice aplazó la reunión hasta la noche, porque según ella, hay menos gente en los alrededores.

–Antes de hablarte sobre esto necesito que me prometas... no... necesito que me jures que no vas a hacer nada al respecto, Wilhelm. Además, que yo, Felice, jamás en la vida te hablé sobre esto. Júralo sobre la corona.

Ni siquiera lo pienso.

–Lo juro.

Felice asiente y vuelve a revisar por fuera.

–Nadie te vio entrar, ¿verdad'

–¡No!, no... no Felice por favor ya habla, dime.

Ella suspira fuerte, mira hacia arriba, luego hacia mí. Se lame sus labios. Y comienza a hablar.

–Simon está bien.

Escuchar su nombre me hace temblar.

–A él... bueno, a él y a varios becados de Hillerska los llevaron hacia un concurso nacional, por el coro, él fue uno de los escogidos principales.

–Sin lugar a dudas.

–Han estado casi 2 semanas en giras, los llevan en bus por cada ciudad principal para competir, ya llegaron a las semifinales y... de seguro en unos días vuelva. Aunque no lo sé, la verdad, si realmente lo dejarán volver contigo aquí. –Muerde su labio con algo de lástima cuando me mira. A mi no me queda más que agradecerle por decirme, al menos, que Simon no ha desaparecido de la faz de la tierra. Felice continúa hablando.

–Simon es uno de los mejores, yo no pude ir porque mis padres prefirieron que me quede a recibir clases, los becados suelen ser los que más van para obtener créditos. Por lo que sé, Hillerska admitió a más chicos de otros institutos en el coro, porque varios no pudimos ir.

Yo continué asintiendo, ¿Porqué de un momento a otro tengo ganas de llorar?

–Las cosas aquí con él no han sido del otro mundo, Simon ha continuado asistiendo a clases, solo se salió del equipo de equitación con... mucha razón. –Rueda los ojos. August. Claro.– algunas veces vi que lo llamaban a dirección pero dudo mucho que sea algo relacionado con su comportamiento, él está más apagado de lo normal, no hace nada escandaloso o algo por el estilo.

En mi interior sé que soy culpable de ello, traicione su confianza y lo puse en la lupa de la farándula sueca, no sé cómo recibió mi abrazo el día de navidad. Yo soy culpable de que haya dejado de brillar.

–Pero en general todos se comportan bien con él, habla con los de la clase, no me enteré de algo relacionado a bullying, o al menos eso espero. –Asiente, y parece que ha terminado de contar la historia.

Pero no sé qué responderle.

–Wilhelm, no puedo decir que te conozco a profundidad, pero se nota a leguas que no estás bien, y espero que esto que te estoy contando te sirva de alguna forma para encontrar paz...

Mi cabeza cae, siento que las lágrimas quieren salir, pero al mismo tiempo, un gran peso desciende de mi cuerpo, la preocupación. Simon está bien. Simon no está siendo amenazado. Simon no está siendo recluido.

Voy a volver a ver a Simon.

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Narra Simon

Después de unas horas más de espera, el bus está en marcha. Por fin. Nuestra última parada es Gotemburgo, allí nos presentaremos una vez más para las semifinales, y volveremos a Estocolmo para las finales, serán en Hillerska. Y eso me preocupa.

Me preocupa porque sé que la presencia de Wilhem ya está ahí, intacta, y no sé si mi cerebro pueda conectar con mi garganta si lo vuelvo a ver después de tanto tiempo. Principalmente, por el hecho de que veré a un Wilhelm distinto. A un próximo heredero de la corona hecho y derecho.

Y no quiero alejarlo de ello, no quiero ser egoísta.

Un ronquido me asustó un poco, se escuchaba detrás de mí, como el bus estaba oscuro y lo único que acompañaba nuestro camino era la luna, claro que mi cuerpo respingo.

–¡Harald, por el amor de diooooos!

Reclamó una voz en medio de la oscuridad, se escucharon unas cuantas risas de fondo y el pelirrojo que tenía a mi lado se levantó.

–¡Yo no soy, idiotas!

No pude evitar reírme calladito, al igual que la mayoría. Había hablado con él en la mayoría del trayecto, y por fin, cuando su boca se cerró y se quedó dormido, deciden molestarlo.

–Parece que tienes mala fama. –Le digo, cuando vuelve a sentarse a mi lado.

–No puedo hacer nada al respecto. –Me responde con un tono divertido– ¿Oye, juegas? –Y me enseña la pantalla de su celular. Es uno de los juegos online al que más le presto atención. Asiento.

–Genial. Hagamos una partida. –Me alienta, pero niego, tuve suficiente de videojuegos los meses pasados, que de hecho, era lo único que me mantenía entretenido y sin pensar demás.

–Nunca te había visto por los pasillos de...

–Me ingresaron en enero.

–Oh... –Asiento.

–Cuando fue tu escándalo con el príncipe Wilhelm.

Lo veo en medio de la oscuridad y prefiero quedarme callado.

–Fue una total mierda, como noble, te pido disculpas por toda la monarquía sueca. ¿Cómo no se les ocurrió que esta era la perfecta oportunidad para hacerse conocer como la primera monarquía pro LGBTQ+ y que todos los queers y gays y lesbianas de la tierra vengan a establecerse aquí?, nuestra economía... puff... –Hace una señal de un cohete despegando con su mano libre– Se disparaba, mmh, carencia de mente. –Resaltó, y su mano se aplazó hasta mi hombro.–Hice que todos mis amigos eliminaran ese video de sus celulares, es una mierda, en serio, lo siento mucho.

Me quedé callado, ni siquiera le respondí con algunas señales, sus palabras eran sinceras, de hecho, las primeras que alguien ajeno a mi familia o amigos me decía.

–Supongo que gracias. –Le alcancé a decir.

–No tienes que pedirme las gracias de nada, hace unos

meses estaba renegando el venir aquí y transportarme horas y horas solo por cantar, pero... agradezco haberlo hecho. –Me miró, y se fijó una media sonrisa en una de sus mejillas.

–Loco.

–Ajá, ya, juguemos, vamos... –Insistió. 

Y no pude hacer nada más que aceptarlo. 

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uh, un nuevo personaje, harold... 

otro cap más, se los debía por estos días de espera <3.

compartan esta storie con sus bifis que también vieron young royals y quieren ahogar la espera de alguna manera :D me encantaría leer comentarios suyos sobre cómo se sienten y lo que piensan de esta segunda parte.

y como siempre, un abrazo grandexxxxx

–marlín. 

YOUNG ROYALS - ¡2da parte!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora