Narcos criminales

Capitulo 40

Me acerco a él pero muy a distancia

el me jala del brazo sentándome en sus piernas

—¿que quieres?— sonando un poco enojada.

Encoge sus cejas —tu que tienes ¿no me querías ver?.

Suspiro —primero me cerraste la llamada en la CARA— recalcando en claro esa palabra —después no me diste ni siquiera una explicación de porque tenías mi número nuevo si la única que lo tenía era LAUDA y por si no fuera poco estoy de mal humor porque mañana es la celebración— intento levantarme de sus piernas pero el me mantiene firme ahí

—primero no estaba hablando con lauda sólo tengo contactos y ellos me pasaron tu número te cerré porque te venía a ver y quería que fuera sorpresa— sonríe —y por último no te preocupes todo saldrá bien— acaricia mi pelo y me abraza fuerte

Me pongo frente a frente abriendo mi dos piernas Encima de él —creo que deberías hacer una promesa.

el dobla la cabeza hacia un lado —¿que promesa?.

yo tomo su cara entre mis manos —deberíamos prometer no mas secretos— el me aparta lo cual se me hace extraño  —¿y ahora que?— me levanto del mueble

Pone sus ojos en blancos —Nada.

Genial —sabes quédate con tus SeCReTOs— antes de que diera un paso Bryan me sostiene la mano —lo prometo— se levanta y cella nuestra promesa con un beso.

empujó a Bryan hacia atrás volviendo a poner mis piernas encima de él —¿Sabes algo?.

Quita un mechón de mi cara —¿Que?.

—te amo.

El solo sonríe y me besa —¿Hay tequila aquí?.

yo me levanto busco la botella de tequila de mi padre, se la pasó el la destapa y me apunta con ella para que tomara pero yo me niego.

el se levanta —¿sabes cómo sería bueno probarla?.

yo meneo la cabeza tratando de decir que no, el da una ligera sonrisa torcida

—pero me puedes enseñar— fijo mi mirada en sus ojos.

el me toma de la mano y sube conmigo para mi habitación y antes de entrar habían dos puertas, el entra por la puerta del armario donde están absolutamente todas las ropas

—te equivocaste de lugar— empiezo a reír.

empieza a ver todas las ropas que hay

Suspira—¿porque tienes ropas tan sexy?.

Sonrió —porque quiero— lo tomo de la mano y entramos por la puerta que si era mi habitación —espérame aquí— me doy la vuelta y salgo....

Entro al armario a buscar algo que me servirá para mi plan al terminar de cambiarme me pongo una lencería negra, me dirigí a la habitación —cierra los ojos.

Dudo por segundo en entrar No se porque siento vergüenza si me vio de todas las formas posibles, entró y me pongo frente a frente de Bryan —ya puedes abrir los ojos.

Bryan me mira de arriba abajo —acabas de levantar a mi amigo— toma del tequila y me sienta en sus piernas se acerca a mis oídos para susurrarme —sabes todo lo que te quiero hacer.

Sonrió —y que te impide hacerlo— lamo mis labios.

Suspira —no hagas eso de nuevo.

—¿El que?— digo encogiendo las cejas —esto— vuelvo a lamer mis labios.

Bryan me gira quedando arriba de mi —te pedí que no lo hagas— se acerca a mi haciendo que nuestras narices rocen, empieza a besarme sus labios tenían un sabor  a tequila, Bryan rompe la parte de arriba de mi lencería y empieza a besar mi cuello toma el tequila en la boca y lo deja caer en mis senos para después lamerlos, toma el condón y se lo pone para después penetrarme, vamos a una velocidad excitante, sacó su miembro y usó sus dedos haciendo que me viniera en ellos.

Al terminar nos quedamos en la cama —Hoy fue el mejor día— suspiro.

Bryan se nota un poco borracho lo cual no me sorprende.

Bryan se gira hacia mi —desde hoy el tequila será mi bebida favorita.

empezamos a reír, nos levantamos para bañarnos ya que nos sentíamos muy pegajosos. Entramos a la Tina de baño juntos

Me recuesto en su pecho —te amo Bryan Castillo.

El deja un beso húmedo en mi cachete —te amo mas que a mi mismo elizabet Jones.

Giro mi cabeza para besarlo, pero me detengo —espera ¿y si llega mi padre?.

Sonrie—no llegara durante un buen tiempo— pasa su mano sobre su cabello.

Encojo las cejas —¿como sabes? Mejor deberías irte —me levanto y tomo mi toalla.

—el esta preparando todo para tu celebración— se levanta.

Cruzo a mi armario me pongo unos jeans cortos y una chaqueta, le llevo ropa de mi padre a Bryan para que estuviera más cómodo de todas formas mi padre no se daría cuenta de que le falta una ropa cuando tiene miles —toma— le pasó todo.

Termina de cambiarse, toma un peine se sienta detrás de mi y empieza a desenredar mi pelo — deberías irte— insisto.

—¿porque estás insistiendo tanto para que me valla?.

—mañana es la celebración después de eso trabajaremos andaremos sin miedo a que mi padre nos vea porque ya sabes y no quiero cagarla quiero que todo salga bien— tomo aire y lo suelto.

Bryan deja de pasar el peine por mi cabello y se pone frente a mi —todo saldrá bien solo debe calmarte— pasa su mano fría por mi cara y me abraza fuerte—¿te sientes mejor?.

—si, creo que lo necesitaba.

Agacha la cabeza —necesito hablar contigo.

Tomo el peine de su mano y empiezo a peinarme —dime— respondo.

—creo que si no lo hago terminare matándome.

Detengo el peine —¿de que hablas?— me empieza asustar.

—Te sigue afectando lo que te paso ya sabes cuando— empieza a mover las manos.

—cuando— hago señas de que siga.

Se noto que le costó decir estas simples palabras —cuando te trataron de lastimar.

agacho la cabeza —me sigue afectando a veces suelo acordarme y sentirme asquerosa es como una pesadilla que nunca acabará, solo quiero que pague el responsable es mi único deseo...

Bryan me interrumpe —lo siento— deja caer una lagrima.

Seco la pequeña lagrima que salieron de sus hermosos ojos —¿Porque te disculpas?.

El toma del tequila  —debemos terminar.