[NARRA NATASHA]
Hoy Wanda aparentemente tampoco vendrá, Banner dijo que envío un permiso de descanso, no entendí bien, sin embargo dijo que trabajaría desde casa para no dejar las sesiones con los niños y adolescentes que estaban a su cargo.
Pietro me ha dicho que al llegar a cada ella estaba dormida, ha decidido dejarla descansar.
Hoy me entregaron el anillo de Wanda con mi apellido grabado en el. Debo devolvérselo.
-¿Romanoff? - Agatha ingresa al salón de maestros. - Necesito tu ayuda. Bruce está de cumpleaños la otra semana y no me decido por un reloj para él.
Sonrío y mi amiga se acerca rápidamente para enseñarme dos modelos.
-Este combina con sus camisas. - Murmuro observando un reloj grisáceo. - Aunque el otro es muy elegante y podría servirle para presumirlo en sus reuniones de consejo.
-Compraré ambos. - Murmura y sonríe. - ¿Cómo está Wanda?
-¿Cómo sabes que...? -
-Porque estás tranquila, ayer casi se te sale el corazón, ahora no. - Sonríe burlona. - ¿Fuiste a verla? - Asiento lentamente.
-Estuvimos juntas en la tarde... Terminó su compromiso. - Agatha sonríe pícara. - No, no en ese sentido de juntas... Ella está fatal.
-Maldición... ¿Crees que quiera una tarta? Le hornearé una. - Sonreí. - ¡oh, ya sé! Un pastel de chocolate.
-Le gusta mucho el chocolate. - Murmuro. - Sobretodo cuando es blanco, es su favorito, aunque suele decir que lo odia pero se le olvida en cuanto lo tiene frente a ella.
-Tú eres como su chocolate blanco... ¿No? - Murmuró ella sonriente.
-Basta, Agatha. - Me reí. - Lo importante es que... Al menos la hice reír ayer y... Me di por pagada.
-El amor es tan lindo cuando es real. - Murmura ella. - ¿Tu esposa sabe?
-Sabe que ayer estuve con Wanda, pero cree que es trabajo y... - Suspiro. - Quiere ir a ver a un especialista para tener un bebé, ya pidió la cita.
-Pero tú me dijiste que ya habías hablado con ella sobre eso.
-Claro, le dije que éste año ya no quería un bebé. - Murmuro. - Porque pretendía... Apostar todo por Wanda.
-Pero no la dejas y te complicas más la vida innecesariamente. - Murmura ella. - Deberías ir y decirle a Sylvie que ya no la amas.
-No quiero lastimarla. - Murmuro.
-¿Y prefieres lastimarte tú? - Pregunta ella y asiento. - Le harás más daño sí te metes con Wanda sin acabar todo con ella.
Ella tiene absolutamente toda la razón. Debo hablar con Sylvie.
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[NARRA WANDA]
Mi móvil comenzó a vibrar indicando que alguien me estaba enviando textos.
Son las nueve y treinta de la mañana, tengo una sesión por zoom en dos horas con Shuri. ¿Por qué me molestan a esta hora? Joder.
Tomé el móvil molesta y noté quien era. Nadie más que ella.
La toca cojones número uno.
'Buenos días. ¿Cómo te sientes?'
Bueno, la verdad es que me hizo feliz saber que aún se preocupa por mi... Pero un límite le pido son las nueve de la mañana.
