Practice Room/ One Shot.

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Jihoon se encontraba exhausto, lleno de sudor y con las mejillas completamente rojas, aún así seguía diciéndose "una vez más".
Jaejoon, su coreógrafo personal y amigo, le decía que no, que se podría desmayar y era suficiente.

—De nuevo, necesito que sea perfecto.— dijo el pelinegro mientras bebía su quinta botella de agua.

—No, si sigues así podrías desmayarte, Jihoon.— replicó Jaejoon, casi sin poder respirar.

—Bien, lo haré un par de veces más solo, puedes irte.— echó un último suspiro y puso la música una vez más.

—Estás loco, nos vemos mañana, si es que puedes levantarte.— comenzó a reír.

—Claro que podré.— Jihoon giró su vista hacia el coreógrafo y alzó su mano en despedida.

                                         🌙

El reloj estaba por marcar la media noche, todos debían estar dormidos a esa hora, según el estricto horario de PLEDIS, ya que cuando no tenían algún evento fuera, debían practicar solo por el día y dormir bien durante la noche.
Aunque claro, hablando del genio compositor y la buena reputación que tenían como "El grupo Auto-producido" poco les importaba respetar las reglas de aquella empresa. Habían pasado unos cuarenta y cinco minutos desde que Jaejoon dejó solo a Jihoon, este último más que seguir practicando parecía estar castigándose una y otra vez, había perfeccionado el baile hace varios intentos atrás, así que era inexplicable el exceso de esfuerzo que estaba haciendo en medio de la noche.
De repente se abre la puerta y escucha una ronca voz que conocía mejor que a él mismo.

—Para eso Jihoon, ven a dormir, lo has hecho excelente.— Dijo Seungcheol, quien venía adormilado y con el cabello hecho un desastre.

—Está bien, dame un momento para guardar mis cosas y limpiar aquí.

—Claro, date prisa, si quieres mañana limpiamos todo.— Comentó Seungcheol mientras cerraba la puerta.

Sabía que el más bajo le estaba mintiendo, lo conocía bien, pero aún así decidió no insistirle.
Mientras Jihoon ponía la música de nuevo, notó que la puerta volvía a abrirse.

—Seungcheol, ya que dije que...— Se detuvo en seco.

—Toc toc.— sonrió y cerró la puerta.

—Ah, eres tú Hoshi...— dijo Jihoon, sin ninguna expresión en su rostro.

—Vaya, eres cruel, pero te traje unas toallas y algo de agua.— Dijo el tigre de ojos rasgados.

—Genial, ayúdame con esto.— Volvió a poner la música y comenzó su ya perfeccionado baile.

Hoshi observaba atentamente los movimientos del pelinegro, quien estaba sudado y muy, pero  muy sexi.

—¿Cómo estuvo?— Dijo mientras se tambaleó al caminar hacia el mayor.

—Te salió perfecto.— Dijo Hoshi intentando sonar relajado.

—¿Verdad que sí?— afirmó Jihoon, quien sonreía tras al fin sentirse satisfecho con lo que había logrado. —Ahora, ayúdame a caminar porque no siento las piernas.— comenzó a reír.

El más alto se acercó a él con una toalla en la mano izquierda y una botella de agua en la mano derecha, se las entregó a Jihoon y lo ayudó a sentarse en el piso para, primero, poder limpiarse todo ese sudor acumulado.
Hoshi le arrebató la toalla para poder secarle el cabello mientras él tomaba desesperadamente agua, tanto que derramó un poco sobre su ya mojada camisa, cosa que enloqueció a Hoshi e hizo que tragara en seco.
Comenzó a ponerlo nervioso, hasta el más mínimo detalle de lo que Jihoon hacía, ya eran bastantes los años que había ocultado su amor por él, aunque no sabía cuánto más podría seguir manteniéndolo en secreto.

Practice Room / SoonHoon One Shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora