[ 烧花 ] ❝ El corazón de una semilla y piel que es la vida, otro corazón de una braza ardiendo y piel que es la muerte. ❞
La travesía de Zuko, príncipe de la Nación del Fuego, y Hanae, una chica que se une a él en su búsqueda del Avatar. Juntos, enfre...
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Zuko se quedó en silencio y después se volteó para irse, con la intención de regresar al barco. Sin embargo, la chica lo detuvo.
Zuko y Hanae caminaban juntos en silencio, ambos todavía molestos el uno con el otro.
—Lo siento, no quería ser grosera, pero deberías calmarte un poco —dijo con suavidad.
Zuko la miró un poco sorprendido. No esperaba que alguien le dijera eso, y mucho menos que lo dijera con esa dulzura.
—No es fácil calmarse cuando todo parece salir mal —respondió Zuko, tratando de justificar su comportamiento.
—Lo sé, pero no ganas nada dejando que la rabia te controle. Además, no quiero que te lastimes.
—¿Cómo haces tú para mantener la calma? —preguntó finalmente Zuko.
—Bueno, a veces también me enojo, pero trato de respirar profundo y pensar en cosas positivas. También me gusta mucho meditar.
Ambos caminaron un rato hasta llegar a los puestos, algunos soldados suyos pasaban con una infinidad de cosas que había comprado Iroh.
—¿Estás bien, Zuko? Pareces un poco distraído —dijo Hanae, tratando de iniciar una conversación.
—No es nada, solo estoy cansado de todo esto. No entiendo por qué mi tío decidió detenerse aquí, no hay nada interesante que ver —respondió Zuko con un tono aburrido, incluso fastidiado.
Hanae pensó por un momento antes de sugerir algo.
—Bueno, podríamos ir a explorar un poco más. Tal vez encontremos algo que te guste, ¿qué dices?
Zuko pareció considerar la idea antes de asentir.
Después de caminar un rato por el mercado, Hanae se detuvo frente a un puesto de accesorios y joyería. Se acercó a examinar un collar verde era hermoso, pero era demasiado caro para ella y apenas tenía unas pocas monedas, mientras Zuko parecía más interesado en las armas y los artefactos antiguos.
Decepcionada, Hanae se alejó del puesto, pero Zuko la alcanzó antes de que pudiera alejarse demasiado, volvió a ver hacia el puesto que ella miraba pero sólo avanzó.
Hanae estaba emocionada de ver todo lo que había a su alrededor, pero notó que Zuko seguía un poco callado.
—¿Te gusta algo de lo que has visto? —preguntó la chica, tratando de hacer conversación.
—No realmente. Todo esto me parece un desperdicio de tiempo —respondió Zuko con frustración.
Hanae lo detuvo y señaló hacia un puesto en particular. El puesto estaba lleno de pergaminos y mapas. Hanae se acercó, y comenzó a revisar los pergaminos.
