Capítulo 4

24 10 9
                                    


¿Don puntual?

Narrador omnisciente

Támara llevó a la Sra Mari a la cocina y junto con ella a sus padres. Mientras Lucas llevaba a los suyos de igual manera. Aún temiendo de lo que pudiera pasar luego de contarles todo lo que había ocurrido durante lo que quedaba de la noche y parte de la mañana, se miraron aún dudosos. Sus manos sudaban tal y como solían hacerlo antes, cuando les tocaba exponer algún tema en su instituto.

Los segundos pasaban y la incertidumbre se hacía muy presente. Los adultos no entendían el comportamiento de sus hijos en un momento tan delicados con este. Sin embargo, una vez que ellos se volvieron a mirar, ya estaban decididos a decir todo.

—Nosotros... Tenemos que hablar con ustedes —decía la joven, mientras sus manos temblaban sin que ella pudiese hacer algo al respecto.

—Es sobre... Isa —afirmó bajando la mirada.

—¿Qué sucede? ¿se siente mal? —inquirió preocupada. De tanto pensar en su difunto había olvidado por completo a su pequeña.

—Ella.... No está en su habitación  —dijo Támara finalmente.

—¿Cómo? ¿A qué se refieren? —preguntó desconcertada, ya de por sí se sentía confundida.

—Tampoco sus cosas... —susurró —, ella se ha ido anoche —empezó a relatar lo sucedido —intente alcanzarla pero para ese entonces era de noche y no me hallaba bien buscando entre la oscuridad —suspiró mirando con desilusión a cada miembro en la pequeña cocina —, lo siento.

Lucas notó como su padre tensó su mandíbula y frunció el ceño.

—¿Desde anoche? —emitió su padre muy desconcertado y algo incrédulo a la vez —, ¡¿Y en este momento lo dices?!

—¡Tenemos que buscarla! ¡papá! ¡Mamá! ¿Nos ayudarán verdad? —suplicó la morena al notar el estado del padre de su amigo.

—Por supuesto —dijeron los mayores. 

La anciana no pudo contener las lágrimas y estalló. Sintió como si llevarán otra parte de su corazón y poco a poco se demorando. 

—¡Encuéntrenla por favor! —rogó antes de quedar fuera de sus sentidos tras tener un desmayo.

La señora Lucía, madre de Lucas pudo sostenerla con ayuda de Miranda madre de Támara. Ambas la llevaron hasta su habitación para recostarla y que ella descansara ya que había tenido muchos acontecimientos en estos días y todo eso podría afectar mucho más su salud. Mientras Mathius y Luciano padres de Lucas y támara avisaban a todo el pueblo de la desaparición de Isa, ambos amigos se dirigieron a sus casas a dormir un poco, y por la tarde seguirían con la búsqueda. Su cansancio se ponía notar debido a las aterradoras y para nada discretas ojeras que tenían.

Las horas ya habían pasado, estaba por ponerse el sol y todos los habitantes del pueblo llevaban sus lámparas en búsqueda de la pequeña pelirroja. Un grupo se dirigió al bosque, otros a las comisarías y estaciones de tren más cercanas por si a aquella niña se le ocurría salir del pueblo.

Eran las cinco y ambos amigos habían despertado de un necesitado sueño.

Támara despierto algo a dolorida y con un poco de cansancio, aun quería dormir un par de horas más pero a su mente venía el rostro de su amiga, totalmente triste. Su corazón se llenó de preocupación por lo que de reincorporó en un abrir y cerrar de ojos  y ya quería salir a buscar a Isa, pero no antes sin comer. No había comido desde la noche anterior y se sentía muy hambrienta. Por suerte su madre había dejado comida en la nevera y ella solo debía calentarla y rápidamente degustar de ella.  

Lucas por su parte durmió lo suficiente para no estar tan cansado en medio de la búsqueda. Esperaba que Isa se encontrara bien en dónde quiera que esté. Al igual que su amiga tenia hambre por lo que al salir de su habitación no tardó en llegar a la cocina y buscar cualquier cosa para comer. Al terminar su objetivo salió de su casa para encontrarse con la morena en el hogar de su desaparecida amiga. Se quedó unos minutos esperando a Támara para seguir juntos con la búsqueda. Ambos se dirigirían al bosque; en especial a aquellas partes donde eran frecuentadas por Isa.  

Mientras Lucas esperaba a su amiga. Liu se acercaba tristemente, pues extrañaba a su compañera y dueña, no se acostumbraba a la idea de no tenerla consigo.

—La encontraremos amigo... Lo haremos —susurró frotando su mano en la cabecilla del canino.
 
Eran las seis de la tarde y Támara aún no llegaba, Lucas estaba algo impaciente por la espera y un fuerte reclamo se llevaría ella si no aparecía en cinco minutos. Ya preparando el gran discurso que le iba a ofrecer a su estimada amiga se dispuso a inhalar y exhalar un par de veces. Aún con su ceño fruncido miraba con total impaciencia el camino por el cual debería haber llegado su amiga hace más de una hora. Sin embargo, debía guardarse su discurso para otro momento ya que a lo lejos pudo visibilizar a una morena que se acercaba corriendo.

—¡Támara...! —renegó este algo molesto.

—¿Alguna noticia de Isa? —preguntó esperanzas —, ¡Oh, hola amigo! —saludó a Liu mientras este le respondía con un fuerte ladrido.

—Ningúna —suspiró decaído —, te estaba esperando para la búsqueda... —la miró desconcertado —, ¿por qué tardaste tanto? —preguntó con euforia.

—¡Bueno disculpe, Don Puntual! —exclamó sarcástica rodando los ojos y elevando sus brazos al cielo con exageración —, te recuerdo que tu eras el que siempre llegaba tarde a las lecciones de matemáticas —decía ella con su ceño fruncido.

—¡No es cierto! —se defendió —, bueno de todas formas ese tema no viene al caso, ¡andando! —decía cambiando el tema.

—¡Es verdad! —bufó —, pero si, tienes razón; debemos buscar a Isa.

La morena y el pelinegro, siguieron su camino. Tenían pensando llevar a Liu para que pudiera rastrear a Isa y así encontrarla más rápido pero luego cambiaron de opinión, no querían a otro perdido.

Mientras tanto para Isa ya era tarde y tenía mucho frío, esa noche era algo extraña, no era como la anterior, solo esperaba que nada malo le sucediese. Únicamente quería que todo fuera como antes. 

Revisó su mochila para sacar unas fotografías que tenía de cuando era bebé y estaba con sus padres. En eso una de estas cayó y se dejó ver, haciendo que ella soltara algunas lágrimas llenas de tristeza y dolor, desilusión y culpa.

Esta historia es muy corta por lo que no habrán demasiados capítulos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Esta historia es muy corta por lo que no habrán demasiados capítulos.

Melany V. Muñoz

Isabela Libro 1 Tu Perdón [Terminado ✓]Where stories live. Discover now