Lindas Piernas Kacchan

Moraleja: No Apuestes Por Tu Ex.

Los tacones le lastimaban los pies, el maldito vestido era demasiado corto y dejaba ver sus piernas ligeramente musculosas, estaba seguro de que había escuchado a un imbécil lanzarle un piropo, aunque claro, con una mirada bastó para callarlo. 

No entendía como las chicas podían usar tan poca tela y sentirse sexys, él por primera vez podía decir que se sentía inseguro, caminando como Bambi por los tacones y sintiendo el aire colársele hasta los...

Lo odiaba, odiaba demasiado a Kirishima y su estúpida apuesta. Pero claro, el idiota que había aceptado el reto de "El primero en emborracharse y llorar por su ex pierde" era él. Así que allí estaba, llegando a la casa de su maldito ex, vestido con un ridículo vestido rosa, tacones de aguja y una peluca rubia larga que cubría sus usuales cabellos rebeldes y el labial rojo no podía faltar. 

Lentamente llegó hasta la puerta, adentro la música retumbaba a más no poder. Apretó los puños con fuerza sintiéndose más idiota de lo que ya se sentía por seguir amando a ese infeliz.

El desgraciado de Deku era el anfitrión de la mejor fiesta del año, claro, el idiota hijo de mami y papi millonarios podía hacer lo que le diese la puta gana (como ilusionarlo y luego de 1 año de noviazgo mandarlo a volar porque "ya era hora de formalizar su compromiso con alguien de su nivel"). 

No quería, pero una apuesta es una apuesta, su orgullo no le permitía retroceder a su palabra <Ese es mi camino... ¿Qué mierda?... ¡Concéntrate Bakugo! Solo debes tocar una puta puerta> Sus pensamientos eran un caos.

Resignado, luego de dudar por varios minutos y de escuchar las risas de sus idiotas amigos detrás del arbusto junto a las escaleras del pórtico, tocó. Pidió clemencia a los cielos y que abriera cualquier ebrio y no el pecoso, pero claro, su suerte era una perra.

Ese Deku de mierda se veía más que hermoso con su ropa elegante y peinado hacia atrás y él, bueno al menos el brasier con bubis falsas le quedaba bien.

Izuku lo vio de pies a cabeza, Katsuki deseaba tener un superpoder especial y desaparecer instantáneamente o al menos explotarle la cara de idiota sonriente que tenía.

-Hola... ¿Eres nueva por aquí?- Le escuchó decir, su voz seguía siento estúpida y linda.

<Te jodiste imbécil> rio disimuladamente. Hoy el de los juegos sería él, bueno "ella". 

-Sí, me acabo de transferir a la universidad UA, me contaron de tu fiesta... pensé que era una buena oportunidad de conocer gente nueva- Su voz sonó suave y sedosa.

<Mierda mi voz de chica sexy suena de puta madre> Pensó orgulloso mientras jugaba con uno de los mechones rubios de su peluca, una sonrisa altanera poco disimulada apareció en su rostro al ver a Izuku sonrojado.

-C-claro, pasa linda, te presentaré a todos... - Izuku abrió la puerta y extendió la mano para tomar la de la hermosa rubia y ayudarla, parecía que le costaba caminar con esos tacones tan altos, atento pasó el brazo de la chica por el suyo.

<Maldito ahora hasta el caballero te haces> Katsuki trataba de controlarse, no quería explotar y exponerse a sí mismo en esa situación, tendría que partirles la madre a todos los que lo reconocieran en ese estúpido vestido rosa.

Pero ver a Izuku cuidándolo de todos en la fiesta hacía que la maldita depilación valiera la pena.

Ambos llegaron a la sala donde los amigos del pecoso lo esperaban. Katsuki sentía su corazón palpitar con fuerza, esperaba que el maquillaje que Mina le hizo y el perfume dulce que llevaba encima le ayudara a convencerlos de ser "la chica nueva".