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CAPÍTULO ONCE ❝ TIC, TAC ❞
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LEAH
El amor.
Las relaciones entre pareja, las confesiones, y todo lo que conllevaba a tener a una persona especial a tu lado era un sentimiento que desde niña conocí, pero hasta mi relación con Cheryl logré comprender.
Tuve mi tiempo, a pesar que empecé a saber que era un corazón roto a tan temprana edad como los 15, tuve mi momento suficiente para saber que era lo mejor para mi, que era lo que yo quería y sentía.
Y he ahí la razón del como supe que los chicos no iban para mi. Pude llegar a sentir como mi mundo se movía al estar con Jason, hasta me atrevería a decir que fue el único chico que logró flecharme, pero no más que su hermana o incluso Toni.
Me gustaba mirar sus ojos azules. Pero me gustaba más admirar a su hermana, haciendo hasta el acto más simple; me gustaba verla sonreí, fruncir su ceño cuando algo le salía mal, su mueca de disgusto cada vez que le llevaban la contraria. Me memorice cada gesto suyo, que cuando me di cuenta que hasta podía saber que era lo que pensaba me di miedo yo misma.
Jamás creí que el amor te haría pasar demasiado limites solo por el afán de querer estar con esa persona.
Pero también...
Jamás creí que esa persona que considerabas tu todo te traicionaría, no una vez, sino dos veces y una de ellas con al persona que más te había hecho vivir un infierno.
Cheryl podía ser el amor de mi vida, pero también era quien más me había hecho daño. Y fue mi culpa, la dejé hacerlo, al amarla me permití ser vulnerable y ella en vez de cuidarme como yo lo hacía con ella, decidió dañarme.
Y por ello me arrepentía de haber conocido el amor tan pronto, mi relación con Toni fue ese primer error que te dejaba un sabor agridulce pero lo recordabas pues a pesar del mal rato, había sido una etapa bonita.
Pero no podía decir lo mismo de Cheryl.
El peor error que una persona podía cometer a tan temprana edad era iniciar una relación con alguien que durara años, pues te perdías de lo bueno de la vida, de esos amores imposibles efímeros, te perdías de esos pequeños detalles que te hacían conocer el amor poco a poco.
