𝐖𝐈𝐋𝐃𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑- 𝖠𝗇𝗍𝗁𝗈𝗇𝗒 𝖡𝗋𝗂𝖽𝗀𝖾𝗋𝗍𝗈𝗇 [𝘉𝘳𝘪𝘥𝘨𝘦𝘳𝘵𝘰𝘯]

𝖤𝖯𝖨𝖫𝖮𝖦𝖴𝖲༄

El pasto comenzaba a crecer más alto, tan alto que el niño de piel bronceada que caminaba por el patio de su hogar no podía distinguirse. Pero el sabía muy bien si camino, sabía hacia donde debía dirigirse entre toda la selva de pasto en la que se encontraba, así que siguió su camino, escuchando las risas femeninas lejanas, una sonrisa se dibujo en sus labios apresurando su paso.

Llegó a un invernadero, pudo ver desde donde estaba la silueta de una mujer, fuera del invernadero sentada en una silla frente a una mesa elegante para jardín. Con sus pequeñas piernas regordetas, se acercó corriendo a esa mujer, pero unos brazos lo atraparon antes de que pudiera llegar a ella. Soltó un grito de frustración, pero pronto comenzó a patalear para que lo bajarán, el hombre que lo había alzado ahora reía observando la expresión del niño.

—¡Bajame, bajame!— exclamó el pequeño llamando la atención de la mujer sentada en la silla. Ella se levantó con una sonrisa y extendió sus brazos hacia el pequeño, el, lucho para liberarse del hombre— ¡tía Ophelia, dile que me baje!

—Anthony, deja al pequeño tranquilo— la mujer recibió al niño en sus brazos. Ophelia noto unas pequeñas lágrimas en las mejillas del pequeño, así que lo abrazo dándole un beso en la frente.

—Oh, vamos campeón, no fue mi intención asustarte.

—¡No me asusté!— refunfuñó posando su cabeza en el hombro de su tía.

—Claro, lo siento, confundí por completo la situación— rodó los ojos sin que su sobrino lo viera.

—Ophelia, ¿quieres algo de beber?— un hombre alto y moreno se acercó a la pareja, después observó al niño en los brazos de la mujer— ¿por qué mi hijo está llorando?

—¡No estoy llorando!— exclamó molestó el pequeño, Ophelia tuvo que bajarlo ya que comenzó a patalear.

—Puedes preguntarle a Anthony— la princesa se cruzó de brazos observando al niño ir a los brazos de su madre quien miraba ahora al grupo de adultos con los ojos entrecerrados.

—No le hice nada— el moreno inclinó su cabeza, no estaba creyéndole nada— ¡No le hice nada!

—Cariño, le diste un susto de muerte al niño, Archie no se asusta con tanta facilidad.

—Es un niño, Ophelia, lo superará, y no me mires así, Simon, sabes que no fue mi intención.

—Solo, ten en cuenta que es muy rencoroso, lo recordara, lo sabes.

Los tres adultos miraron en dirección al dúo madre e hijo, ambos los observaban desde lejos, pero ahora, Archie ya no estaba llorando, pero tenía una expresión sombría, casi como si estuviera planeando algo en contra de su tío.

—Dios, tus hijos me dan tanto miedo— susurro Anthony pasando un brazo por los hombros de su esposa.

—Tu hija me mordió el dedo cuando intenté darle una fresa, ¡Una fresa!.