Hermoso niñero

Capitulo 43

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Feliciana corría a su casa muy feliz porque su hermanito acababa de nacer y quería conocerlo. Al entrar a la casa vio a Emilio y a Joaquín sentados en el sillón con el pequeño bebé en brazos. Iba a acercarse a ellos pero de la nada apareció Seidy frente a ella.

-¿Mamá?- dijo confusa.
-¿Se puede saber a dónde vas?- preguntó la mayor.
-Voy a conocer a mi hermanito.

Seidy soltó una carcajada dejando a la menor aun más confusa. Inesperadamente Seidy la tomó bruscamente del brazo y la acercó a la pareja.

-¿Ves eso?- señaló a la pareja-. Ellos son felices sin ti porque cuando te fuiste a vivir conmigo se olvidaron por completo de ti.
-Eso no es verdad mamá, ellos dijeron que nos iban a querer a los dos por igual. ¿Verdad papis?
-Te amamos mucho mi amor- le decía Joaquín al bebé.
-Si bebé, tú eres nuestro único hijo- dijo Emilio.

Seidy comenzó a reír con maldad y Feliciana cayó al suelo rompiendo en llanto. Todo se volvió oscuro...

Feliciana despertó de golpe y encendió su lamparita de noche, se dio cuenta que había sido una pesadilla pero las lágrimas no se pudieron contener. Joaquín se levantó porque tenía antojo de algo y al pasar por el cuarto de la niña vio la luz de la lamparita, la puerta estaba un poco abierta así que se asomó y la imagen que vio le destrozó el corazón.

-Mi niña ¿qué pasa?- preguntó Joaquín al entrar y sentarse junto a ella.
-Abrazame Joaquín- dijo Feliciana entre sollozos.

Joaquín no dijo nada y abrazó a Feliciana hasta que se sintiera tranquila, sabía que había tenido una pesadilla ya que nunca se había despertado a altas horas de la madrugada.

Después de un rato Feliciana se tranquilizó pero no dejó de abrazar a Joaquín.

-Joaquín, ¿de verdad no me dejarán de querer cuando nazca mi hermanito?- preguntó Feliciana.
-Claro que no princesa- dijo Joaquín sonriendo-. Admito que tu hermanito recibirá muchos cuidados porque será pequeño pero tu papá y yo vamos a amar a los dos por igual.
-¿Y crees que seré una buena hermana mayor?
-No solo lo creo, yo estoy seguro que serás una maravillosa hermana mayor.

Las lágrimas de Feliciana desaparecieron y en su lugar apareció una sonrisa, abrazó a Joaquín.

-Gracias por estar conmigo- dijo Feliciana sonriendo-. Te quiero papá Joaquín.
-Y yo a ti mi pequeña Feliciana.

Sin que ambos se dieran cuenta desde la puerta Emilio los observaba con una sonrisa, realmente se notaba el amor de padre de Joaquín hacia Feliciana.