Lo mínimo que esperaba después de terminar la guerra era tener tranquilidad. Por fin poder concentrarse en ser una persona normal, o al menos medianamente.
Pero la palabra "normal" no existe en el diccionario de Harry Potter, y sus aventuras contin...
—Um... Un campo, una cabaña, creo... Creo que es verano...
—Interesante... Debes anhelar el desahogo.
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—pobres almas en desgracia. Algo tontas, por supuesto, tan metidos en sus propias cabezas que no pueden ver el camino de salida.
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—¿Quién...?
—Aún no, vamos, hasta el final del corredor.
...Antes de lo que esperaba se encontró a pasos de una gran puerta. Parecía de madera,, era sumamente oscura, casi negra. Los adornos dorados se retorcían por toda la superficie. La Muerte giró el pomo y la puerta terminó de abrirse sola, sin chirriar.
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—Tu hermano... Él... Nosotros...
—¿Mi hermano?
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—¡Oh! Um... Soy... Snow Jake Snow...
—Oh, muy bien, Entonces, Snow Jake Snow... ¿Por qué nos ayudarías?
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Jake pareció sorprendido. Y Harry lo estaría también, si no fuera porque ya había pasado una cantidad de tiempo razonable con Lu. Era intimidante interactuar con una niña de 6 años que podría darte una lección en medicina básica y hacerte ver como un idiota en la vida al mismo tiempo. Emmily ni siquiera parecía entender por qué esto era impresionante, de hecho ella asintió un poco a lo dicho por su hermana y entrecerró los ojos al castaño. Finalmente, él suspiró y se masajeó el tabique.
—Mira... Em, Lu, yo... ¿Tienen veritaserum? —miró a Harry —usen veritaserum. Es realmente difícil de explicar pero les prometo que no miento, pueden confiar en mi. Tu hermano, él y yo escapamos juntos durante un tiempo. Él era un genio, pero supongo que ya lo sabías, al final construimos esto...i
Emmily no parecía para nada conforme con la respuesta, pero en ese momento las puertas del ascensor se abrieron y todo el aliento en los pulmones de Harry se esfumó. De reojo vio a Emmily dejando caer su mandíbula dramáticamente. Esta vez no contuvo un silbido. Y ni siquiera se puso a pensarlo dos veces antes de salir del ascensor y caminar por la escalera blanca antinatural de formas extrañas que lo invitaba a entrar en el subsuelo.
—Bienvenidos a la baticueva —dijo Harry en voz alta y escuchó la risa de Emmily. Jake también rió, aunque la única persona que no habría entendido el sarcasmo allí sería alguien como Percy, porque era obvio que el apodo no le agradó demasiado.
