26; ¡Es problema de chicos!

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Pasó cierto tiempo desde aquella pelea entre cobra Kai y Miyagi-Do en el castillo embrujado. Demetri y Hawk no volvieron a hablar desde entonces porque el castaño evadía al peliteñido, le tenía miedo, y sentía decepción.

Robby fue llevado a prisión, y Demetri no pudo hacer nada para evitarlo, tarde o temprano lo encontrarían.

Miguel poco a poco se recuperaba de su accidente gracias a la ayuda de Johnny.

—¡El serpiente!— Dijo Hawk emocionado al ver a Miguel llegar al instituto y fue de inmediato a abrazarlo. —¿Tienes piernas de hierro ahora?

Miguel sonrió y negó. —No, son las mismas.— Miró hacia varias lados y notó el ambiente tenso. —No me digas que sigues peleando con Demetri.

Hawk bajó la mirada. —Hubo un mal entendido, él pensó que iba a lastimarlo y desde entonces no me quiere hablar.

Miguel rodó sus ojos. —Tienes que ser más valiente y afrontar frente a todos que estás enamorado de él, serás infeliz toda tu vida si no lo aceptas.— Le palmeó el hombro. —Nos vemos después.

Hawk asintió y vió a Miguel alejarse, y por esa misma dirección observó como Demetri estaba recostado en una pared mientras se tomaba una leche de cajita, se veía tan lindo, pero Kyler se acercó a molestarlo.

—Hombre, eres tan marica.— Dijo Kyler con burla y le tumbó a Demetri la leche que estaba bebiendo.
—Apuesto a que te encanta la leche de otros lugares también.

—Dejalo en paz.— Dijo Hawk detrás de Kyler.

—¿Por qué? Es un marica.— Dijo Kyler viendo extrañado al peliteñido.

—Dije que lo dejes en paz.— Dijo Hawk mirando con seriedad al chico de apariencia asiática, también hizo puño una de sus manos.

—Tranquilo...— Kyler levantó sus manos. —Es todo tuyo.— Se alejó porque no quería terminar en el hospital como Brucks.

—No tenías que defenderme...— Dijo Demetri y recogió del piso la cajita para después tirarla en una canasta de basura que estaba cerca.

—No me importa que no quieras, aún así lo seguiré haciendo.— Hawk se alejó.

Demetri se quedó en silencio, entonces decidió ir a su clase, y para su sorpresa Miguel estaba ahí.
—Hola, amigo, me alegra que estés bien.— Comentó sentándose al lado del moreno.

—¡Dem!— Miguel abrazó al castaño.
—Estoy tratando de mejorar, ¿Qué hay de ti? Me encontré a Eli hace un momento y me dijo que estaban peleados.

—Siempre es así.— Dijo Demetri con una amarga sonrisa mientras sacaba sus cuadernos. —¿Te dijo que estuvo a punto de romperme el brazo?

—Me dijo que fue una simulación...— Miguel se rascó la nuca, incómodo.

—Deja de ser simulación cuando te comienza a doler.— Dijo Demetri dolido.

Miguel hizo un gesto de tristeza.
—No salí del coma para ver como mis dos mejores amigos siguen sin aceptar que están enamorados...

Demetri miró al moreno y soltó un suspiro de cansancio. —No es fácil tener una relación con Eli.

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—¡Cuando llegaste a mi Dojo eras más blando que el trasero de un bebé! ¡Yo te hice lo que eres, no Kreese!— Le gritó Johnny a Hawk.

Demetri se percató de la presencia del señor Lawrence y de como estaba encarando a Hawk, quien solo mantenía su mirada fija en el mayor pero sin decir palabra alguna.
Incluso para Demetri, el sensei Lawrence tenía razón, él hizo a Hawk.

—No pierda su tiempo, Sensei, no valen la pena.— Le dijo Miguel a Johnny.

—Si cambian de opinión, ya saben donde estaré.— Agregó Johnny dirigiéndose al grupo de adolescentes que solían ser su cobra Kai.

Demetri le echó una última mirada a Hawk antes de voltear y perderse por los pasillos.

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—¿Estás seguro de que no quieres un poquito de comida?— Le preguntó la abuela de Miguel a Demetri.

—No, pero muchas gracias.— Respondió Demetri sonriéndole a la mujer mayor y acarició la tela del sofá en el que estaba sentado.

—Abuela, Demetri no tiene hambre.— Miguel rió y sacudió sus manos húmedas, pues había terminado de lavar platos. —Ven.— Llamó al castaño y éste se levantó.

—Lamento haber venido sin avisar.— Dijo Demetri cuando ya estuvo fuera de la casa de Miguel.

—No te preocupes, supongo que es importante.— Dijo Miguel.

—Sí...— Demetri hizo una pausa y suspiró. —Te quiero pedir que no dejes solo a Eli... Sé que estás enojado por lo del señor Lawrence, pero es que Eli está cegado por el señor Kreese.

Miguel hizo una mueca. —No te prometo que pueda ayudarlo.

Los ojos del castaño se llenaron de lágrimas y el moreno de inmediato lo abrazó.

Johnny salió de su apartamento mientras se tomaba una cerveza y vió al par de adolescentes, entonces se acercó a ellos. —¿Qué pasa?

Demetri se separó de Miguel y se limpió sus lágrimas.

—No se preocupe, Sensei.— Respondió Miguel.

—¿Están seguros? Si es un problema de chicas, aquí estoy yo.— Dijo Johnny sonriendo.

—¡Es problema de chicos!— Dijo Demetri algo irritado de que todos creyeran que si no eras heterosexual estaba mal. —¡Porque estoy enamorado de un chico!— Se acercó a Johnny. —¡¿Cree que puede ayudarme con eso?!— Sus ojos volvieron a brotar lágrimas, dejando al mayor confundido.

—Tranquilo.— Miguel abrazó a Demetri nuevamente..

Johnny le hizo una seña a Miguel de que no entendía nada, pero después sintió empatía por el menor.
—Demetri.— Le llamó y consiguió la atención del castaño. —¿Éste chico es sexy?

Miguel miró mal al mayor

—Quiero decir... ¿Es bueno contigo?— Johnny se corrigió.

—A veces... Cuando no estamos con nadie, del resto me ignora porque le da vergüenza que nos vean.— Respondió Demetri y se sentó en el muro donde habían unas plantas.

—Entonces no creo que valga la pena sufrir por él.— Dijo Johnny sentándose junto al castaño. —Quien te ama, no te oculta frente a los demás.

Miguel sonrió sentándose al otro lado de Demetri. —El sensei tiene razón, pero sé que ese idiota está muy enamorado de ti, solamente tiene miedo de lo que dirán.

Johnny colocó una mano en el hombro del castaño, realmente era la primera vez que escuchaba a alguien que tenía problemas de chicos, pero probablemente no era mucha la diferencia, después de todo lo sucedido con su hijo quería mejorar como persona. —Debes hablar claramente con éste chico, hazle saber qué quieres algo serio.

—Lo voy a intentar... Muchas gracias, señor... Y Miguel.— Dijo Demetri y recostó su cabeza en el hombro del moreno.

—¿Y quién es el afortunado?— Cuestionó Johnny.

—Es Eli.— Respondió Miguel.

Johnny escupió su cerveza y miró a ambos adolescentes sorprendido.
—¿El Eli que creo que es?

Miguel y Demetri rieron y asintieron.

—Oh mierda.— Agregó Johnny haciendo reír a los jóvenes nuevamente, su expresión de sorpresa era muy graciosa, ya que tenía sus ojos bastante abiertos.
—Lo bueno es que no va a haber embarazos.

Miguel miró al sensei y negó con su cabeza.

Johnny entendió y volvió a tomar de su lata de cerveza.

El rostro de Demetri estaba muy sonrojado, ahora un adulto suponía que él y Hawk tenían sexo y era vergonzoso.

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ʙʟɪɴᴅɪɴɢ ʟɪɢʜᴛꜱ; ʜᴀᴡᴋ & ᴅᴇᴍᴇᴛʀɪWhere stories live. Discover now