Naruto's POV
Atravesar la puerta doble me trae una bocanada de aire fresco, aunque no demasiado duradera. El gran número de trabajadores y acompañantes llenan la amplia sala a una velocidad pasmosa.
Algunos toman asiento en las mesas que hay cerca de las paredes, otros se mantienen de pie, asaltando a los camareros que pasan de acá para allá con copas de champán. Lo que está claro, es que ninguno de nosotros lleva un traje lo suficientemente caro para la ocasión. Bueno, _____ es la excepción. Ella, del brazo de su padre, camina con soltura y elegancia a través de la turba. Saluda amablemente, ataviada con su vestido negro, entallado y de corpiño brillante. Se ve magestuosa y elegante, mientras la abertura lateral en la la larga falda le da un aspecto provocativo. Los tacones de aguja la ponen a la altura de la gran mayoría de hombres, que se giran a mirarla con cierto descaro.
Mientras tanto... los chicos y yo parecemos unos paletos recién llegados a la gran ciudad. Simplemente, destacamos de mala manera.
Y quizá por eso, y el nerviosismo acumulado, perseguimos a los Hoshigaki con disimulo y desde una distancia prudente. Sin embargo, no esperábamos terminar envueltos en esta situación.
- ¡Itachi! - El padre de _____ saluda con efusividad a un joven de largo cabello negro. Este le sonríe cálidamente y acepta el abrazo, divertido por las palmadas en la espalda-. ¿Cómo estás?
- Bien, por fin he abierto la última caja de la mudanza.
- Sigue siendo más organizado que tú - apunta nuestra pianista, con una sonrisa deslumbrante en el rostro.
- _____, cuánto tiempo - Itachi le coge la mano con dulzura. Está realmente feliz de verla-. Estás preciosa.
- Viniendo de ti, eso es todo un halago.
- ¿Cómo has estado? ¿Te adaptas bien? - Su preocupación también parece genuina.
- Estoy perfectamente, tengo unos amigos estupendos.Se me suben los colores. Mi atención vuela por el resto del grupo, que tampoco acostumbran a recibir ese tipo de halagos. Es curioso que la conversación me traiga paz. Todos sabemos quién es Uchiha itachi, la estrella caída. Grandísimo guitarrista y el mejor vocalista de su época. Sobrino de Uchiha Madara, principal accionista de Akatsuki Records. Y, ante todo, hermano mayor y manager de Sasuke.
- Parecen llevarse bien - comenta Choji, aún disgustado por la escasa, aunque exquisita, cantidad de comida.
- Romper con alguien no significa odiar a toda la familia - asegura Shikamaru, incómodo por el contínuo movimiento del resto de invitados.
- Claro, porque tú eres todo un experto en relaciones - apunta Kiba. Lleva un rato mirando de reojo hacia atrás.
- Tampoco es como si alguno lo fuéramos.Mis palabras vuelan entre las siguientes pullas. Sea lo que sea que a Kiba le llamara la atención, ha pasado a segundo plano. Aún así, me dedico a observar a los demás. No reconozco a nadie, ninguno destaca frente al resto. Todos con esos trajes negros y corbata, llevando del brazo a mujeres maquilladas hasta el último recobeco de su piel. De vez en cuando, diviso grupos parecidos al nuestro. Jóvenes de entre dieciocho y los veinti pocos que, aunque menos desenvueltos, parecen mucho más tranquilos que yo.
Más tranquilos, mejor vestidos y mucho más adaptados a la parafernalia elitista que carga el ambiente. ¡Hasta tienen una orquesta de cuerda al final de la sala!
Debo admitir que suenan bien, es relajante. Perfecta para el baile de salón. ¿Tendremos que bailar? La danza nunca ha sido lo mío.
El pulso se me acelera; esto no me gusta. Me siento como un inepto rodeado de genios. No, no me siento. Lo soy. Ellos son educados desde pequeños. Da igual lo que necesiten hacer. ¿Bailar? Bailan. ¿Tocar cinco instrumentos? Si hace falta, serán seis. ¿Hablar tres idiomas? Hasta compondrán con ellos.
¿Y qué tengo yo? ¿Un sueño infantil y una guitarra vieja? Soy un estúpido. Ni siquiera debería estar aquí.
Me falta el aire. Veo en negro, ¿me he desmayado? No, sigo en pie. Son sus ojos, los de Sasuke. Están clavados en los míos, muestran incertidumbre. La que se siente cuando dudas sobre qué es lo correrto. De repente, mi corazón late acompasadamente; tal y como si estuviese tirado en la cama. El muy capullo acaba de sonreirme, como si le hiciera gracia mi sufrimiento.
Será imbécil. Cuando parece que somos amigos, decide comportarse como un idiota. Pues va a enterarse de lo que es bueno.
Mi pie avanza un paso en su dirección, directo, molesto, seguro de querer buscar pelea. Pero otro negro toma prioridad. Uno bañado por el brillo de la noche, plagado de pequeñas estrellas. Es el vestido de ______, que ha bailado en el aire en su giro rápido. Es un azabache precioso, que le queda como un guante a esa figura sinuosa, pero no al gesto preocupado de su rostro. Va a acercarse, va a romper el acuerdo.
- ¡Kisame! Cuánto tiempo amigo mío - la potente voz de un hombre de mediana edad sesga el barullo del salón-. No te he visto en la cena.
- Hemos estado relegados a una mesa muy lejana a la central, me temo - contesta recibiendo el abrazo.______ se queda estática, mordiéndose el labio con impotencia. En sus ojos brilla el disgusto, la responsabilidad por mi mal trago.
¿Qué estás haciendo, Naruto? La que está aterrada es ella. Tu amiga de la infancia se lo está jugando todo por ti. Se está tirando al abismo por tu sueño. No puedes echarte atrás, no como un cobarde.
Decido sonreír, lo más ampliamente que puedo; intentando transmitirle la fuerza que ella siempre me regala. La que me permitió crecer como un humano, y no como la basura que me hicieron creer que era. Porque un rostro como el suyo, nunca debe verse ensombrecido. Ni por la pena ni por el remordimiento.
- Bueno, el año que viene más, ¿no? - No termino de entender la indirecta, pero Kisame sí, y parece terriblemente molesto-. ¡Y _____! ¡Qué guapa estás! ¿Has perdido peso?
La pregunta me pone los pelos de punta. Ese tono... es maliciosi. Los hombros de Kisame se crispan, mostrando la clara intención que tiene de saltarle a la yugular y arrancársela de un mordisco. Pero Hoshigaki simplemente respira hondo, echa los hombros hacia atrás y se vuelve con una elegancia pasmosa. Observa con calma a Madara, sin mostrar ni una pizca de miedo, rabia o reproche. Pasea tranquilamente los ojos por su cuerpo, enfundado en un carísimo traje de aspecto moderno pero refinado. Finalmente, llega a la palma de su mano, extendida hacia ella en invitación a lo que, aparentemente, es el pistoletazo de salida.
- Esperemos - sonríe, colocando los dedos sobre la piel ajena-. A ciertas edades algunas figuras salen caras.
- Qué razón tienes - asiente, guiándola hacia la pista-. Afortunadamente, sigo estando mejor que tu padre.Las notas del piano resuenan con fuerza y las luces caen sobre ellos. El silencio resulta tan abrumador que no podemos evitar refugiarnos cerca de Kisame.
"Dama principal". Ese es el término que usó _____ para referirse a la mujer que recibe el honor de abrir el cóctel. Su deber es bailar junto al accionista principal y dejar que la luzcan. Ser el medio de comunicación entre él y el resto de la empresa. Manteniendo la costumbre de permitir que los novatos, sepan cuáles son las preferencias de Madara. Cuál es el camino a seguir la próxima temporada. Y ese camino, los guía a nosotros.
- Nadie puede negar que tiene razón: está preciosa.
- ¿Por qué ha tenido que escogerla a ella? - Gruñe entre dientes Kisame.
- Todos saben que era nuestra mejor bailarina - asegura Itachi. En ese momento Madara eleva la pierna de _____, dejando caer su cuerpo sobre su regazo-. Tenía planeaba hacerlo el año pasado, pero no vino.
- ¿Qué clase de tío tienes?
- Uno con gusto por el sufrimiento ajeno.La conversación cesa ahí, permitiéndome disfrutar de la sucesión de pasos. Tan delicados y precisos que me asustan. Esta coreografía no se ensaya; nadie sabe quién será la elegida hasta que llega el momento. Nadie sabe cuál será el estilo. Y pese a que no sé nada de tango, estoy seguro de que no soy el único fascinado. Resulta hipnótico: el vaiven, el vuelo del vestido, la forma en la que su melena se desliza por sus hombros desnudos... No importa como lo veas, es simplemente perfecta.
Un último gólpe da terminada la danza, dejando que la brusca caída hacia atrás de _____ parezca majestuosa. La flexibilidad de su pose hace que la subida, lenta y sensual, me ponga la piel de gallina. Nunca había visto esta faceta. Ella... realmente ha crecido.
Y no soy el único que se ha dado cuenta.

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Reborn (Naruto, Sasuke y tú)
FanfictionMano dura y dulzura. Un camino de rosas y otro de espinas. Dos amores diferentes pero igual de atrayentes. ¿Qué aventura escogerás?