𝑵𝒆, 𝑴𝒊𝒚𝒂-𝑺𝒆𝒏𝒑𝒂𝒊 [Miya Chinen] [FINALIZADA]

17 - Carta mental

<Ne, Miya-Senpai...

Siempre temí a las burlas que recibiría por esto. Pues... en este mundo no todo es de colores. Y creía que me tocaría la mala suerte de conocer a malas personas.

Desde ese accidente... sentí que perdí todo. Sentia que estorbaba a todos y por eso me encerré, estudiando desde casa y teniendo como Consuelo y único amigo a Ganju. Lloraba cada noche, miraba con nostalgia hacia mi ventana... envidiaba a todos.

Hasta que te conocí. El encontrar uno de tus vídeos... fue divertido. Me llenaste tanto de motivación que escribí mi primera carta.

Y aquí estoy. Frente a ti, viendo lo sorprendido que estás por descubrir, el porqué nisiquiera podía ir a verte o patinar como tú...

Te Amo...

No tenía palabras. Solo volvió su mirada a una nostálgica.
Verla sentada frente a él, en una...

Silla de ruedas..

Ella no podía caminar y es por eso que nisiquiera la veía en la escuela. Esa sonrisa parecía triste incluso su mirada.

— Un gusto. Me llamo ____ Hanae —Se presento lo más educada— y soy la joven que te estuvo enviando las cartas... aquí me tienes Miya. Soy una persona inválida, que te admira por poder seguir adelante y tener amigos.

Reaccionando, no tardo en acercarse a ella para dibujar una pequeña sonrisa. Sentia lástima, pero no podía comportarse como un idiota, solo la haría sentir peor.
Así que extendió su mano dejándola algo desconcertada.

— El gusto es mío, ____. Ahora que nos vimos las caras, podremos pasar momentos juntos. Incluso con mis amigos. Todos quieren conocer a la chica de las cartas.

Esa dulce sonrisa que le dedicó, la dejó perpleja y sus palabras... le llegaron al triste corazón que tenía. Logrando que estrechen más manos mientras ella dejaba caer sus lágrimas. Pero esta vez eran de felicidad.

Eso lo sabía el animal a su lado, que no podía estar más feliz por la castaña.

— M-muchas gracias, Miya-Senpai —Llego a decir entre sollozos.

Recibió un abrazo de parte del azabache como muestra de afecto y Consuelo.

— No tienes que agradecer solo por decir que te acepto tal y como eres. Además... —Dijo al separarse con una pequeña sonrisa. Desvio la mirada apenado y un muy pequeño rubor apareció en sus mejillas— yo debería ser quien te admire... tal vez no te hayas dado cuenta pero, eres más fuerte de lo que crees. Sigues teniendo vida en tu mirada.

Basto para quitarle la sonrisa más grande que pudo hacer, junto con un rubor en sus mejillas, dejándolo sorprendido.

<Tenias razón mamá... solo por no poder caminar, no significa que mi vida acabo< pensó viendo eso bellos ojos verdes.

Ambos sonrieron, disfrutando el momento de silencio.

No importaba las diferencias de una persona. Solo importa el gentil corazón que llega a tener. Eso vio él en esa joven... que decidió llevar con sus amigos para que pueda conocerlos y ya no sentirse sola con su amigo. Ambos empezarían una nueva vida, en donde estar encerrados no será necesario.

~♡~

<Ne, Miya-Senpai...

Gracias... en verdad te lo agradezco. Entendí que con miedo no podía seguir, y por ti logré enfrentarlo. Ganju y yo estamos felices y no me importa el no poder caminar. Por culpa de ese choque...
Me basta con ver tu sonrisa y escuchar las tonterías de tus amigos. Haciéndote enojar y molestandose entre ellos.

Estoy feliz. Gracias a ti.

The End.

Hey, muchas gracias por su apoyo. Y jamás creí que la historia llamaría tanto la atención.

Espero les haya gustado.