the witch: s.h.i.e.l.d.

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Tenía unos ocho años la primera vez que fui a S.h.i.e.l.d., mi padre me había subido a un auto que era manejado por Jarvis, quien de vez en cuando volteaba a verme nervioso, mi padre quien estaba sentado al lado mío me decía seis palabras que se quedarían grabadas en mi cabeza los próximos seis años, "No le digas a tu madre" aquellas palabras de las que me arrepentí de haber hecho caso. Tal vez si le hubiera dicho a mamá, todo hubiera sido diferente.

— ¿Y que vamos hacer allá? —me atreví a preguntar mientras jugaba con el conejo blanco de peluche que Tony me había regalado en navidad.

— Solo verificaremos unas sospechas que papá tiene linda —dijo para luego sonreírme, pero su sonrisa no parecía real, parecía falsa, igual a las sonrisas que la señora blanca, de cabello corto rubio, labios rojos y ojos lindos daba en aquella película que había visto el viernes.

— ¿Y veremos a la tía Peggy? —volví a preguntar—. Dijiste que la veríamos.

— Si, y también al tío Nick —pareció pensar algo—. Pero no les puedes decir porque estamos allí, ¿bien?, estoy seguro que puedes prometerle a papá que guardaras el secreto, ¿verdad Maria?

La pequeña yo asintió con rapidez, no porque pudiera guardar el secreto, eso era pan comido para mi, siempre guardaba secretos, como por ejemplo que había visto a Tony tomar dinero de la billetera de mamá o las vez que entre al baño y mi madre estaba llorando mientras en la mano tenía un bote de pastillas antidepresivas. Asentí de esa forma porque cada vez que mi padre me llamaba por mi segundo nombre era porque estaba enojado conmigo o lo estaría si no le hacía caso, yo no quería que papá se enojara conmigo, lo quería mucho y no me gustaba verlo enojado, por eso siempre traté de portarme bien, para que no se enojara y me dejara.

Llegamos a aquel lugar, no era tan grande como lo sería años después, pero era lo suficiente como para lo que se hacía allí. Bajamos del auto, mi padre me tomó de la mano y asintió hacía unos guardias quienes parecían esperarnos, entramos, varias personas me saludaban, no los conocía pero aún así les devolví el saludo con una sonrisa, otras personas me veían con pena y solo negaban para luego irse, no lo entendía por lo que lo dejé pasar, gran error. Pasamos cerca de la oficina de la tía Peggy pero ella no estaba allí, me sentí triste, realmente me hubiera gustado ver la ese día, tal vez ella hubiera podido hacer algo.

Igualmente, pasamos por el lugar donde siempre se encontraba el tío Nick, tampoco estaba, ni siquiera aquel hombre que siempre lo acompañaba, ¿Pill?¿Phrill?, ¡Phillip Coulson!, el era muy amable, me agradaba. Tal vez....el tío Nick me hubiera ayudado cuando pedí que me sacaran.

— Señor Stark, Buenas tardes —dijo una mujer con bata blanca y lentes que se acercaba a papá con una sonrisa, parecía emocionada, como cuando estas a punto de comer pastel o estás esperando una sorpresa.

✦𝐌𝐀𝐑𝐕𝐄𝐋 𝐑𝐄𝐀𝐋𝐈𝐓𝐘Where stories live. Discover now