Why'd you only call me when you're high?

One for the road

Joder... No tenía ni puta idea de dónde estaba, estaba perdido, pero de alguna forma tenía la sensación de que ya había estado ahí, se sentía mareado y el pecho le dolía, su corazón ardía y su mente no estaba en sus cinco sentidos. Una arcada lo invadió y lo doblegó del dolor mientras vomitaba esos pétalos que tanto lo castigaban sin piedad, la sangre escurría por sus labios, el sabor metálico lo invadía y se sentía tan casando que no sabía por cuanto tiempo más iba a soportar estar despierto.

Se sentía tan miserable, frustrado y avergonzado. Su mente no daba cavidad a lo que había acontecido, él siempre lo supo, fue consciente de sus sentimientos y parecía que durante todos esos años sólo se había estado burlando de los mismos mientras él se hundía en la agonía de no ser correspondido.

Maldito Iwa-chan

Lo odiaba y aún así su corazón palpitaba por él que se sentía realmente estúpido. Tal vez era porque el amor y el odio no eran tan diferentes, quizás era porque amar significaba también odiar y eso, sin duda hacía mucho peor las cosas. Dos sinónimos que expresan un gran sentir.

Después de esa acalorada discusión el castaño salió huyendo de su propia tortura, el apartamento le recordaba cada palabra dicha por parte del moreno y se enterraba en su ser lastimandolo cada vez más, las figuras en el techo escribían memorias dolorosas y toda esa agitación y terremoto ya lo veía venir y sabía que él no estaba preparado para afrontarlo. Era un verdugo y él ya no soportaba estar ahí, se sentía asfixiado y sofocado y las flores sólo habían aumentado su fuerza quemando su garganta y desgarrando sus pulmones.

Cuánto dolía

Así que sí, salió de esa prisión y se metió al primer bar que encontró para hundir sus penas en distintos tipos de alcohol mientras los combinaba con sus acostumbradas drogas, se sumian en sus vicios con la esperanza de poder encontrar consuelo y dejar todo aquello en el pasado, porque eso era lo que quería, olvidar. Maldita sea ¿Por qué era tan difícil? Trago tras trago sus sentidos se nublaban y el dolor no desaparecía, ya había perdido la cuenta de cuanto había consumido, pero algo era claro ya no estaba en condiciones de nada, había caído y se perdió que ni siquiera tenía idea de cómo había llegado a ese parque.

Sólo tenía una última lata de cerveza y lágrimas adornando sus ojos.

¿Por qué él vino arruinar todo cuando por fin veía una salida? 

Se sentía tan solo que eso sólo aumentaba su miseria, necesitaba sentir calidez y que alguien le dijera que todo estaría bien y en su mente apareció quien menos lo esperó, se sintió tan mal que aún estando de esa forma sabía que no era correcto albergarse en sentimientos que no podía devolver, pero... Se sentía tan devastado y jodido que realmente lo quería a su lado y aferrarse a esos nobles sentires como si fuera su última esperanza para aliviar su atormentado corazón.

Sacó su celular y miró su número unos cuantos minutos antes de tomar la decisión definitiva y marcarle mientras se vertía la última cerveza en la garganta como si su vida dependiera de ello y esa acción le diera el valor suficiente para poder hablar con la persona que esperaba que se convirtiera en su ancla.

Sugawara estaba concentrado en su taza de café mientras pensaba en qué hacer, había evitado ir a la casa de Oikawa en lo que ponía en orden sus sentimientos, sabía que ya los había aceptado, era honesto con ellos y el precio que pagaba era que de igual forma había caído en tan terrible enfermedad como lo era el Hanahaki, ahora las flores también lo aprisionaban y el detonante había sido ese beso que sin previo aviso el castaño le había robado.

No se arrepentía de haberlo correspondido pues entre pequeños besos y otros más largos se arrullaron hasta caer dormidos, sin embargo aquella acción sólo provocó que su cariño por Oikawa incrementará, todos sus sentimientos se desbordaron y dudaba el poder ocultarlos, debía buscar una forma de no ser tan obvio porque no quería comprometer lo que sea que tuviera con Tooru, no. Las cosas debía darse de forma natural.