Skai prisa, ¿Y si...? - Two shots

Two shot 2/2 - ....Para alzarse hasta el cielo

Roan pov:

Le destrozaba verla así. Extrañaba a su hermana. Primero a esa hermosa pequeña e inocente niña. Luego, a la traviesa e irresponsable jovencita. Y ahora, simplemente la extrañaba. No me importa si es la Clarke cínica y autodestructiva que nos empujaba fuera de su vida a todos. En este momento, daría lo que fuera por que mi hermana volviese.

Hoy es mi turno de cuidarla. Entro sin tocar a su habitación. No hay uso en ello, nadie va a contestar. Como cada mañana, Clarke esta acostada boca arriba, quieta. Me acerco y, aunque patético, le doy los buenos días. No obtendré respuesta, y sin duda no son buenos. La tomo por los hombros y la siento en la cama. Su mirada azulada pasa de estar fija en el techo a estar fija en la puerta. La tapo mejor con las mantas para que no pase frio.

Suspiro y traigo la bandeja de comida. La coloco sobre su regazo y le coloco el tenedor en su mano izquierda. Sus ojos se mueven ligeramente hacia abajo, moviendo lentamente el tenedor, pinchando la comida y llevándola a su boca. Bien, tal vez no es un día tan malo. Hoy Clarke parece de buen humor. Aunque claramente no va a decírnoslo.

Me levanto y la dejo comer, mientras revuelvo en su armario y busco la ropa que usara. Mama vendrá a cambiarla dentro de un rato. Podría hacerlo, pero por respeto me he negado. Dejo la ropa doblada en el sofá y algo me detiene. Su arco. Mis ojos se humedecen ante el pensamiento de que como siga así, no volverá a usarlo jamás. Apenas si puede comer sola. Seco rápidamente mis lágrimas y me acerco a ella.

Se ha detenido, el plato a medio comer. Bueno, mejor eso que nada. Retiro la bandeja en el exacto momento en el que mama entra.- Buenos días, Roan. Buenos días, Strikon.- La voz dulce de mi madre la saluda con la misma paciencia de todos los días.

-Es un buen día. Ha comido ella sola.- Sonrio un poco.

Los ojos de mi madre se iluminan como cada vez que Clarke hace algo últimamente.- Muy bien, strikon. Pronto estarás mejor.

El silencio es lo único que responde. Salgo de la habitación para darles privacidad. Ademas, necesito calmar el nudo en mi garganta. 

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Zarah pov:

-No pueden llevarla.- Dice por enésima vez Ritha.

-Tampoco podemos dejarla.- Le responde por igual de veces otra vez Roan.

-Suficiente.- Los corto, harta de la discusión.- Clarke debe asistir, es la princesa de Azgueda. Sabemos que no esta en condiciones, pero solo deberá estar, si quiera asistir a la ceremonia. Ademas, si la dejáramos aquí, ¿Quién la cuidaría? No, no dejaré a mi pequeña aquí sola.

-Como ordene, azplana.- Ritha hace una reverencia y abandona la habitación.

Suspiro. Nunca lo admitirá, pero a ella también le ha afectado la condición de Clarke. Se entendían, de una manera que jamás lograre entender. Pero fue el apoyo por mucho tiempo de Clarke, y Clarke de ella. Se que la veía como una amiga, hermana, tal vez quizá hija. Le importa, y por eso vendrá a Polis con nosotros, para cuidar de la pequeña.

-Roan, ve a empacar lo de tu hermana.

Asiente y se va de la habitación. Coloco mis manos en mi frente, cerrando los ojos. No se cuanto mas logre resistir. La paz, tratos, discusiones con los clanes, con mis generales, mi hijo sufriendo, mi hija ausente, y quien sabe que mas se va a agregar. Soy el sostén de un clan, y lo era de una familia. Falle en la segunda. No debo derrumbarme, o Azgueda caerá junto a mi.

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Bruja amargada pov: