Cuanto tiempo había pasado hasta este momento exacto, ya no recordaba talves cientos o puede que miles de años, no podía recordar con exactitud lo único que sabía es que estaba solo o por lo menos era el único humano que quedaba, aún estaban Kurama y los demás Bijuu
Como seres conscientes pero aparte de ellos nada solo animales, los ojos azules y brillantes miraron hacia el amanecer mientras soltaba un suspiro -otro día- el hombre comentó con cansancio - la misma mierda - se levantó suavemente del suelo mientras limpiaba sus pantalones de toda suciedad.
Tomando rumbo a una dirección aleatoria simplemente camino
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Algo curioso de la inmortalidad es el echo de que la mayoría quisiera poseerla muchos piensan en ella como algo magnífico, algo beneficioso pero era todo menos eso el sobrevivir a todo y a todos los que amabas era lo más doloroso que podías sentir.
El se había casado en algún punto de su vida fue uno de sus días más felices, sólo superado por el nacimiento de su hija, pero un tiempo después se dio cuenta de que no parecía envejecer en absoluto.
El lo atribullo a su longevidad natural por parte su su familia materna, que equivocado estaba pasaron los años sus amigos y su esposa se volvían más viejos y frágiles su hija crecía y el... El seguía viéndose exactamente igual.....
Sus amigos uno por uno fueron muriendo, por vejes o por otras cosas
su hija oh su dulce princesa... Aparentemente una misión salió mal y ella se sacrifico para que sus compañeros pudieran vivir enfrentándose ella sola a más de 100 enemigos, sus heridas le pasaron factura y murió llevandose consigo a todos sus oponentes.....
Fue sin duda uno de los peores recuerdos que tenía.
Al final solo eran el y su esposa que quedó postrada en una cama por culpa de la vejez aún recuerda vivida mente cuando ella murió regalandole unas palabras a las que se aferraba a día de hoy
- tu nunca estarás solo, por que mi recuerdo, el de tu hija, el de tus amigos, siempre vivirá en tu corazón y en tu alma, prometeme no importa lo que pase no importa las dificultades que enfrentes siempre sonríe con esa sonrisa sincera y calida de la que me enamore..... Por...Favor N-no dejes d-de sonreír..... Consedele... E-ese deseo egoísta a esta vieja mujer.... Te amo Naruto nunca... Dejaré de amarte... -
Una gota cayó al suelo, seguida de muchas más Naruto tenía su rostro ensombrecido por su cabello mientras las lágrimas no paraban de caer.
- lo siento.... - puso una mano en su rostro tratando inútilmente de parar las lágrimas - no pude mantener mi promesa.... - el callo de rodillas mientras mantenía las manos en su rostro - maldición, maldición, maldición, maldición. !! Maldita sea¡¡- cada grito fue acompañado de un golpe en el suelo, al final quedó sentado en un inmenso cráter de más de 200 millas de diámetro.
- soy tan patético... No lo crees... Miya-
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-Deja de rebolcarte en tu miseria- una voz profunda y retumbante se iso presente en la inmensa llanura en la que se encontraba, naruto se dio vuelta sus ojos captaron un destello de naranja-rojizo, antes que el carmesí tormentoso lo cambiará - te vez tan patético - frente a él se alzaba una imponente criatura un zorro absolutamente colosal, un ser de destrucción y poder absoluto o por lo menos como a kurama le gustaba denominarse, para naruto era sólo un zorro perezoso y con demasiado ego pero también era su mejor amigo una de las pocas razones por las que aún se mantiene cuerdo.
- A ella no le uviera gustado verte de esta manera naruto, aferrando te a lo que te causa tanto daño -
Kurama ablo suavemente, pillado al eterno sabio con la guardia baja ante el repentino cambio, sin embargo no respondió
