DOVE APPARTIENE IL CUORE

―PROLOGUE

PRÓLOGO

❝ Inminente reinicio ❞

El tiempo pareció detenerse aquella mañana para la doctora Olive Russo.

Recordaba ver al personal ir y venir en todas direcciones posibles, empujando y casi tropezando.

Pacientes continuaban llegando y ocupando las salas de traumas, muchos no alcanzaron a llegar, otros ni siquiera lograron salir ilesos. Los esfuerzos parecían en vano debido a la gravedad de lo sucedido y las ambulancias no paraban de traer cadáver tras cadáver.

Russo y Hunt gritaban instrucciones a todo quien estuviese presente, los traumas resultaban severos, por lo que el apoyo debía ser sustancialmente mayor y debían estar al cien por ciento atentos a todo.

Liv sacudió sus manos y las frotó, fortaleciendo la circulación y aliviando los calambres, estuvo haciendo compresiones paciente tras paciente, la mayor parte de la mañana, sin resultados favorecedores. Su cuerpo se sentía inquieto, ansioso... 

—¿Liv?— escuchó a Hunt llamar—. ¿Tu paciente?

Ella negó con la cabeza.

—Lo lamento. La señora Paulson aún está en trauma dos, puede que necesiten apoyo.

Ella dio la vuelta, tomando un delantal quirúrgico y guantes , acercándose a la mesa de recepción por la tableta.

Ella volteó nuevamente para dirigirse a la sala de trauma, pero fue interceptada por Hunt una vez más.

—Doctor DeLuca—mencionó—. Ella es la doctora Russo, Olive Russo, cirujana de trauma. Liv, él es el doctor Andrew DeLuca, venía en la ambulancia junto a Joan Paulson...

Liv sintió los dedos adormilados y presionó la tableta con fuerza contra su pecho, para evitar que resbalara directamente hacia el suelo. No pudo negarse ante su presencia, ya que parecía haber visto un fantasma. Uno que conocía muy bien...

Los azules ojos de él parecían penetrar su burbuja de estoicidad, una fuerte corriente atravesó su columna vertebral, causando escalofríos. Él le regaló una sonrisa y estiró su mano hacia ella. Liv en modo automático estiró la suya, tomándola y sonriendo tensamente. Su mano se sintió cálida en comparación, él la sacudió suavemente y tomándose su tiempo, con notoria intención, la sostuvo más de lo que debía.

Russo desvió la atención a Hunt, quien se retiró en aquel momento y de vuelta a DeLuca.

—Bellisima... —saludó él. Utilizando su particular acento.

—¿Andrea? ...— masculló ella.

—Ha pasado mucho, mucho tiempo, Superchica. Me da gusto volver a verte, aunque el sentimiento no parezca mutuo...

Liv sentía y juraría que oía su corazón palpitar, incluso el fluir de su sangre en sus oídos, el ruido había quedado insonorizado a su alrededor. Como si el mundo hubiese elegido detenerse justo en aquel instante para ellos dos. 

Y nuevamente se sintió como al principio. 

En un inminente reinicio...

AAAAAAAAAAHHHHHHH!

les debo OS, pero les traigo un nuevo fic. Yo jamás aprendo.

Y espero que realmente lo disfruten y sean parte comentando, votando y siguiéndome y gozando de las bellas ediciones en las que vertí sangre sudor y lagrimas, ya que cada una de ellas fue hecha por mi. 😭

De forma interactiva ustedes serán parte importante de la historia, ya que contendrá capítulos en los que habrá caminos diferentes que tomar, de forma que la historia fluya y de desarrollen los personajes involucrados.

Dedicado a Millie, que sin ella la historia no estaría ni cerca de ser posible, impulsando las ideas y dedicando parte de su valioso tiempo a ayudar a crear esto.💙💙

Sin más que agregar, espero que les guste y disfruten de la historia de nuestro doctor favorito.😌

―𝓇𝑒𝒹𝒻𝒾𝑒𝓁𝒹.