"La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos."
"¿Que es un mundo normal sin locura"
"Estas completamente loco, pero te diré un secreto, las mejores persona...
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0 9 | ADIOS GILBERT, HOLA THOMAS
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Cualquiera se sorprendería en lo que puede llegar en tan solo unos pocos días. Según Josie Pye y su rumor, es que los Cuthbert eran pobres y Sophie no dudo en ayudar. Pero lo peor era que Gilbert Blythe, el chico con quien empezaba a sentir bastante sentimientos, se había ido de Avonlea, la castaña sufrió pero no se iba a mostrar que estaba vulnerable.
-¡Gaby, Anne!- exclamo Sophie mientras se bajaba con rapidez del carruaje.
-¡Soph!- exclamo alegre la menor de las hermanas y abrazo a su mejor amiga, como lo había hecho Anne con Diana.- ¿Qué estas haciendo aquí?
-Que bueno que alcancé, les traje unas cosas para que las puedan vender.- dijo con un voz agitada y extendió un bello cofre con algunas joyas a su alrededor y una bolsita.
-¿Estas segura?- le pregunto Anne.
-Claro que si, son mis amigas y deseo ayudarlas.
-Gracias.- dijeron ambas hermanas, cuando Marilla estaba saliendo de la casa, Anne rápidamente escondió las nuevas cosas de valor.
En tan solo unos segundos. Diana y Sophie se quedaron en su lugar mientras se despedían de las hermanas Shirley Cuthbert y de Jerry, el cuál las acompañaba.
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Cuando llegaron a Charlottetown se instalaron en la casa de un amigo de Timothée el cuál tenía cerca de la misma edad que este y tenía tres hija y un hijo. Sophie obtuvo permiso para caminar por las calles de la ciudad pero sin tener problemas y ir con cuidado. La Clarkson entró a una joyería, solo las observo y al salir de la tienda se encontró con la persona que menos pensaba encontrar.
-Gilbert/ Soph.- dijeron ambos al mismo tiempo y la castaña reacciono.
-Tu maldito idiota sin cerebro, eres un tonto insensible.- decía enojada y sin tomar en cuenta sus palabras, solo quería insultarlo y seguir golpeándolo con su bolso.
-Ey Soph, Soph. Tranquila ¿Okey? Por favor.
-Me dejaste sola, te fuiste y no me dijiste nada.- decía con el ceño fruncido pero luego guardo silencio.- ¿Cuál es tu escusa?- pregunto intentando sonar tranquila.