Catorce

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–¿Que castigo me pondrá, ama?.–Ana no conocía los límites.

–Ya verás...-La ojiverde cerro los ojos unos segundos, murmurando cosas indescifrables para Ana, y luego sonrió de la manera más macabra que puede haber.

Unos pequeños cuernos salieron de su frente, y sus ojos pasaron de verdes a rojos. Una cola salió de su espalda baja y un trinde de hierro a fuego vivo apareció en sus manos. Era algo que Ana no esperaba.

–¿Sabías que así te ves aún más sexy?.–y aquello es lo que Verónica tampoco esperaba.

–Ahora que tengo la aprobación de llevarte unos segundos a tu destino, desearías no haber jugado, Ana...–Ignoró el hecho de que Ana se veía más emocionada que asustada.

Devil is a ♀️👠 -VerAna Where stories live. Discover now