⚔️ 26. El apocalíptico anochecer

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Annie pateó la cara de Reiner, despertándolo.

– Levántate. 

– ¿Qué...? –abrió los ojos, mirándola.– ¡¿Annie?! –gritó, incorporándose.

– Arriba, Braun. No es hora de dormir.

– ¿General Käufer? –miró tras él y se sobresaltó al ver a aquellos cuatro soldados.

– ¡Tranquilo, Reiner! –detuvo Gabi.

– Por favor calma, son aliados –calmó Falco.

– No hay tiempo, apúrate y vamos –dijo Connie.

– ¿Ir? ¿...A dónde? –cuestionó confuso.

– A salvar el mundo.

[Residencia]

Meine se acercó a la ventana, viendo a algunos Jaegeristas caminar alrededor de aquella casa, vigilando los alrededores; suspiró y giró, mirando a su hermana. Tn se encontraba danzando un poco, al ritmo de la música que salía del gramófono.

– ¿Cómo puedes estar tan tranquila?

– ¿Ah? –se detuvo, mirándolo.– Mi sueño se hará realidad –sonrió.– ¿Cómo esperas que esté?

– Tn, cuando los colosales lleguen al continente, lo destruirán todo. Ciudades, naciones, culturas, inocentes...

– ¿Y te preocupas ahora? ¿No fuiste tú el que estuvo cuatro años en una guerra matando gente de Medio Oriente?

– Es diferente. Eso era una guerra, todos éramos militares. Lo que va a hacer tu novio es un genocidio.

– Por mí bien –continuó danzando.– Marley será destruido, y los colosales aplastarán a los malditos que mataron a Holly –rió.

– Sí, y a miles de inocentes también.

– Bueno, eso ya no es mi problema –rió.

– ¿En serio no sientes culpa, remordimiento, algo?

La joven se detuvo de nuevo.

– Uhm...No –rió, mirándolo.– El único pecado que cargo y cargaré de por vida es haber sacado a Holly de Liberio y arriesgarla así.

– ... –suspiró.– Tn...

– No cambiarás mi opinión.

– Bien –rodó los ojos.– ¿Tienen café aquí?

– Creo que no.

– Bueno, me conformo con té. ¿Quieres una taza?

– De acuerdo –sonrió.

El chico se dirigió a la cocina para preparar el té.

– Oye, los Jaegeristas sí que equiparon toda la casa –rió.

– Por supuesto. Mantendrán a la Reina Jaegerista, o sea yo, aquí. Debe estar equipado.

– Ese pelirrojo, Floch, sí que es rápido. En unas horas te consiguió este lugar para quedarte.

– Deben proteger a su Reina –sonrió.–, y al heredero de Eren Jaeger.

– Sí, supongo...

Tn suspiró y se dirigió a la cocina, recargándose en el umbral.

– ¿Sigues preocupado por mamá y Lea?

Weltschmerz ⚔️ Eren JaegerWhere stories live. Discover now