What're you doin tonight? [Hey boy!]

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One Shot

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Izana no sabía mucho de matemáticas

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Izana no sabía mucho de matemáticas. Era persistente a creer que no era su materia favorita ni de pequeño ni hasta ese momento a sus 20 años. También quería creer que no debería alardear para sí mismo en que conseguía cierta calma contando números primos como acto de autodominio. Ejecuta el conteo desde el primero hasta alcanzar cierta cifra y volver a empezar. Ya que, los números primos son muy especiales en el aspecto de que son como intocables al no poderse ni dividir, o algo así había entendido. La materia de cálculo le iba de fatal en la universidad. Es persistente a seguir creyendo que lo usa como un método de calma en medio de su tormentosa crisis.

Bueno, de tormentosa no tenía nada.

Estaba en un sueño. Levitando con los pies en la tierra y refuerza a cabalidad de que la sensación es tan epica sacudiendo todos sus extravagantes cimientos que combinan con su persona.

Estaba tan ebrio, que las estrellas dejaron sus puestos para hacerle compañía entre tanto abucheo interno.

La tierra gira y él gira con la tierra. Literalmente.

Hace ya un rato que salieron de aquel sitio lleno de luces al que solía ir últimamente con frecuencia. Si el abuelo Sano se enteraba en medidas enteras cómo se encontraba actualmente, no sabría si lo dejaría entrar a la casa. Menos si Mikey no estaba de buenas; comenzaría una partida de golpes inofensivos hasta acabar cordialmente entre los dos con algún objeto que Emma dejó a la vista.

Su conteo de números primos ahora estaba cantado en voz alta, para liberar la gama de tránsito animal que se acentuó en su estómago  desde que el cierre de su mejor amigo se bajó un poco. Un poco. Unos centímetros. Observar el cuello de Kakuchō así, blanco, tenue, limpio, era el comienzo de aquel camino sin retorno que sin vergüenza alguna, él toma sin remordimiento. Izana lo disfruta. Muy lentamente.

Kakuchō, por su parte, empieza a trabajar con diversión el mantener a Izana al menos derecho sin que se dé por vencido en caerse al suelo. No estaban en el mejor sitio para desmayarse por el alcohol, menos si lo carga él, qué trabajo. Aunque con gusto lo cargaría hasta la casa del susodicho rogando que lo lleven a su cama.

Se tomó la decisión de irse de la discoteca, cuando justamente Izana, admitía estar fuera de sus cabales por tanto ruido. Que las luces le hacían sentir fuera de lugar y que estaba más colocado que algún duende de vacaciones, sea lo que signifique eso. Para Kaku, ésa fue la señal de la despedida en el resto del grupo que como tal, no ocurrió. Izana ya estaba saliendo del lugar y le siguió los pasos como un padre que está tras su pequeño aprendiendo a caminar. Sobretodo si Izana llevaba aquellos artilugios en sus pies, tacones de punta negros, que mantenían una distancia cercana entre ambos sin que el mayor tenga que alzar levemente la cabeza para verlo.

What're you doin tonight? ━ KakuIzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora