5. Lágrimas

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Llorar, eso era lo único que podía hacer, no sabía que le afectaría tanto el rechazo de Seonghwa. Sus ojos estaban hinchados de por sí y ahora se hincharían más. Intentó detener las lágrimas, sus manos se restregaron en su cara, intentó limpiarse las lágrimas, pero seguían cayendo, su cuerpo comenzó a temblar, hasta su engendro supo que algo andaba mal pues dejo de moverse.

Se levantó, sintió el dolor en sus pies aún así camino hasta llegar a su habitación, cerró la puerta y se acostó en su cama, se acomodo y se tapó hasta la cabeza después decidió cerrar los ojos y simplemente llorar. Dejó que todo fluyera, las lágrimas recorrían un largo camino hasta la almohada, se abrazo a sí mismo sintiéndose patético. Se había enamorado de un demonio con el cual pasó solo una noche. Comenzó a oscurecerse, la noche comenzaba a llegar y las estrellas, a pesar de brillar tan fuerte no lograron ni siquiera que sus ojos se iluminarán. No sabía que una desilusión se podía sentir así, claramente en el pasado tuvo noviazgos fallidos y dolorosos, que siempre lo dejaron con inseguridades nuevas, sin embargo al conocer a Seonghwa todo eso se fue como si de basura se tratara, nada fue tan impactante como el cariño con el que Seonghwa lo trató, y ahora de nuevo volvía a sentirse como si no valiera nada.

Toda la noche se la paso llorando, ni siquiera tuvo un respiro, sus lágrimas ni siquiera se secaron con él tiempo, solo lloro y dejó que corrieran como ríos interminables. Estiraba su mano fuera de las cobijas sólo para alcanzar papel y limpiarse la nariz, que ya también le ardía.

¿Hongjoong?— escucho su nombre y aun así no salió de su refugio hecho a base de cobijas— no has salido a comer— la voz correspondía a San, supo entonces que sus amigos lo esperaban en la sala, era raro que San fuera a su hogar, principalmente porque Yeosang se sentía celoso de que Wooyoung y San se llevarán tan bien.

No tengo hambre— enterró su cara aun más en la almohada.

Vamos— San intento sacarlo, pero nada— tienes que comer algo— suspiro, tratar con Hongjoong ya de por si era difícil. Pero lo hacía con gusto, se había encariñado rápido con el grupo, de los amigos de su novio.

No quiero— se enterró más en las cobijas— no tengo ganas— musito, ni siquiera sabía si tenía fuerzas para levantarse. Pensó que el amor no era para él y ya no estaba muy seguro de lo que estaba haciendo. Estuvo a punto de dejar caer de nuevo sus lágrimas, pero las alejo. 

¿Cómo puedes decir eso?— San suspiro y escucho sus pasos, se aferro a las cobijas sin querer que nadie lo molestara— tienes una vida dentro de ti, no puedes simplemente dejar de comer— en eso tenía razón el novio de su amigo. San se escuchaba molesto, pudo saberlo, así que no tenía opción, nunca había visto a este molesto. 

Con todo el pesar del mundo se levantó, al quitarse las cobijas y mirar hacia San se dio cuenta de que se veía muy mal, pues el rostro de San sólo reflejo preocupación quitando todo rastro de la molestia anterior.

Vamos— camino con ayuda de este, sentía su garganta seca y estaba seguro de que su rostro era un desastre, desde sus lágrimas secas hasta el poco color de su rostro.

¿Pero qué te pasó?— Wooyoung se levantó de la silla en cuanto lo vio, sus ojos examinándolo como si hubiera hecho algo malo.

Tuve una mala noche— contestó intentando restarle importancia, pero en cuanto comenzaba a pensar en ello sus ojos se cristalizaban.

Eso no es cierto y lo sabes— Mingi frunció el ceño un poco molesto de que este les ocultara cosas.

Tienes razón...— suspiro, se fue a sentar y vio la comida servida, agradeció a Yunho por eso. Todos esperaban su verdadera razón, pero no estaba seguro, no quería decirle a todos que de nuevo había fallado. 

¡It Was Only One Night!Where stories live. Discover now