Capítulo 37: No tan malo como esperaba.

3.3K 298 93
                                    

"¡Acepta tu destino, (tu nombre)" Dijo (mejor amiga) con su famoso dedo acusador. Nami y Robin estaban detrás de ella, las dos con caras malignas.

"Robin, ¿tú también?" Preguntaste incrédula. No podías creer que Robin también te estuviese obligando a hacerlo.

"Vamos, (tu nombre), será divertido..." Dijo Nami riéndose un poco. Con un gran suspiro entraste en tu casa de nuevo para decirle a tu madre que volverías en un rato y te fuiste con tus amigas. Maldecirías eternamente el día que les abriste la puerta.

"Ya estamos aquí" Dijo emocionada (mejor amiga) cuando entró en vista su tienda de ropa preferida. En los escaparates ya habían bañadores y bikinis para todos los gustos. Tus tres amigas te arrastraron dentro de la tienda. El interior era incluso más completo. Ahora habían decoraciones de olas, tablas de surf y una gran playa. Mucho maniquíes con preciosos bikinis, expuestos orgullosamente. (Mejor amiga), Nami y Robin empezaron a mirar por la tienda sin quitarte un ojo de encima, no se fiaban de tí ni un pelo.

Entre las tres cogieron varios bañadores y te los dieron, empujándote dentro de un probador. No te quedaba otra que seguirles el rollo, así que entraste sin presentar resistencia. Cogiste primero uno que no te llamó mucho la atención sólo para quitártelo de encima pronto. Saliste con él puesto, avergonzada de que otros clientes te viesen con esa ropa. Tus amigas pensaban que ese bañador no te quedaba muy bien. Pasó lo mismo con varios bañadores más, no muy atractivos para tu gusto. Eso hasta que, oculto por el gran montón de ropa, apareció un bonito bikini (primer color) con estampados de flores (segundo color). Tenía un pañuelo para la cintura a juego. Te lo pusiste y te miraste en el espejo. Te quedaba precioso como mínimo. Cuando ibas a salir, reconociste una voz a parte de las de tus amigas.

"¿Qué haceis aquí?" Preguntó la voz profunda que tú conocías muy bien. Las ganas de salir del probador se volvieron ínfimas, no con él fuera.

"Estamos esperando a (tu nombre). Se está probando bikinis" Fue (mejor amiga) la que habló y, aunque que no podías verla, jurarías estaba sonriendo diabólicamente. Y también jurarías que una sonrisa había emergido en el rostro de Law.

"¿En serio? Si no es molestia, me gustaría quedarme, siempre viene bien una opinión masculina" Estabas a punto de darte cabezazos contra la pared, pero sabías que no era una opción. Te quedaste pensando un rato, examinando tus posibilidades.

"(Tu nombre), ¿estás bien?" Escuchaste decir a Robin. Recongiendo todo el valor que tenías, abriste la puerta del probador. Tu cara estaba completamente roja, y el color sólo intensificó cuando viste crecer la sonrisa de Law mientras te miraba de arriba abajo.

"Ese bañador te queda estupendo, (tu nombre). Deberías comprarlo" Dijo Nami levantándose y mirándote por detrás también. (Mejor amiga) y Robin asintieron con rostros aprobadores, pero sólo te pusiste más nerviosa cuando Law no contestó. "¿Tú que opinas, Torao?"

"Creo que le queda perfecto... Aunque no dudo que los otros también lo hicieran" Dijo por fin, ignorando el molesto apodo. Sentiste como la tensión de tu cuerpo se iba disipando y volviste a entrar en el probador para cambiarte.

"¿Entonces ya puedo ponerme mi ropa?" Preguntaste tímidamente. De todos modos ya te estabas poniendo tu ropa interior.

"Sí. ¿Puedes darnos el bañador? Vamos a pagar por él y te esperamos fuera" Abriste la puerta sólo lo suficiente para entregasrles las dos piezas de ropa, y la cerraste enseguida. Sin embargo, aún notabas una presencia trás la puerta.

"Es una lástima" Escuchaste a Law decir en el otro lado. "Realmente me habría encantado verte con más bañadores, (tu nombre). Estabas tan..." No terminó la frase, sólo soltó un pequeño gruñido que te hizo sonrojar. Saliste del pequeño espacio y le miraste a los ojos con tu expresión avergonzada.

"Law, no digas eso, por favor" Dijiste a penas en un susurro. Law sonrió y te acompañó a la salida, después de haber colocado todos los bañadores en sus lugares correspondientes. Como habían dicho, tus tres amigas ya estaban fuera.

"Y Law. ¿Tú no vas a comprar bañador?" Preguntó Nami endemoniadamente. El color de tus mejillas, que ya estaba desapareciendo, volvió con más fuerza que antes. Law te había visto en bikini, pero tú no a él en bañador. 

"No, tengo uno en casa, así que no tengo que comprar uno nuevo" Dijo con una mueca al ver tu cara colorada. Ellas asintieron y empezaron a caminar, tú detrás de ellas hasta que un brazo rodeó tu cintura y te atrajó al duro pecho de Law.

"Pero sí que me vendría bien una opinión personal..." Dijo sensualmente. Te giraste para mirarle de nuevo, tu cara más roja que un tomate. "¿En qué estás pensando?" Dijo con una risa.

"N-Nada, no es nada de lo que crees" Moviste los brazos delante de tí para defenderte y se volvió a reir.

"Entonces vendrás a mi casa para decirme qué tal me queda?"

"No creo que seas del tipo de hombre que se preocupa por su aspecto" Dijiste cuando recuperaste algo de confianza.

"Y no lo soy. ¿Entonces no quieres venir a mi casa?" Pensaste un rato, todos los posible escenarios dentro de tu cabeza. Al final asentiste, pensando que tus tres grandes amigas te habían dejado, posiblemente a propósito, a solas con Law.

Cuando entrasteis por la puerta a su apartamento, Bepo salió de la habitación corriendo hacia su amo. Law lo acarició un poco y después se fue hacia tí. Bepo empezó a lamer la mano con la que le estabas acariciando. No viste que Law había entrado en su habitación, y te sentaste en el sofá mientras jugabas con Bepo. Al cabo de un rato, fallaste en notar la puerta de su habitación abriéndose, ya que estabas jugando a lanzarle una pelota al animal. Sólo te diste cuenta de su presencia cuando este se aclaró la garganta para atraer tu atención. Giraste la cabeza solo para estar a punto de sufrir una hemorragia nasal, mientras que tu cara se ponía completamente roja.

Ahí estaba Law, en toda su gloria masculina, vistiendo únicamente un bañador negro con motas amarillas, apoyado en la puerta mientras te miraba con una sonrisa satisfecha.

"¿Te gusta lo que ves?" ¿Por qué siempre me pregunta eso? Intentaste mirar hacia otro lado, pero estabas demasiado centrada en trazar los tatuajes de su pecho con la mirada, tan centrada que no notaste cómo se acercó a tí. Se inclinó para coger tu barbilla entre sus dedos y sonrió más. "A este paso te voy a confundir con una cereza, (tu nombre)-ya" Levantó tu barbilla para dejarse acceso a tu cuello, inhalo profundamente y empezó a lamerlo suave y afectuosamente mientras que hundías tus manos en su pelo. "Ciertamente, hueles y sabes como una cereza, también"

Empezaste a dejarte llevar por la intensa sensación de su boca en tu cuello. Ya había hecho esto tantas veces que sabía perfectamente donde se encontraban tus puntos débiles, esos que te arrancaban esos sonidos que tanto le gustaban, y tan avergonzada te hacían sentir.

"¿Entonces qué tal me queda?" Preguntó Law cuando se separó de tu cuello. Conseguiste sonreir, a pesar de estar sin aliento.

"Simplemente, perfecto" Law sonrió más todavía y acercó sus labios a los tuyos. Te perdiste en el beso, en ese calor que parecía venir de una casa oculta en la más cruel y fría de las tormentas. Notaste como Bepo mordisqueaba tus zapatillas y rompiste suavemente el beso, mirando abajo.

Law se levantó y fue a ponerse su ropa normal. Cuando salió vio como jugabas felizmente con Bepo, y se sentó a tu lado en el sofá. De vez en cuando, Law aprovecharía tu estado distraido para girar tu cabeza y robarte un beso al que tú correspondías inmediatamente, hasta que Bepo hacía que se rompiese una y otra vez. Hacía tanto tiempo que Law no se sentía tan bien con alguien, como una familia. Una familia que él añoraba. Cora-san, mírala. ¿No es preciosa? Me gustaría que estuvieses aquí para ver mi felicidad, igual que vosotros, papá, mamá, Lami... Pensó Law, perdido en tus sonrisas, en tu voz, en tu forma de actuar...

Una tarde muy agradable. Y pensar que empezó con tu pesadilla de ir a comprar bikinis...

¿Me guardas un secreto?Where stories live. Discover now