No hay de que apenarse.

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– Bueno... no puedo salir contigo porque ya tengo pareja.

Contestó Aki nervioso. A veces Aki era muy obvio cuando mentía, por lo que temía que Himeno lo descubriera. El más bajo volteó a ver a los dos chicos inmediatamente, "¿Desde cuándo el fracasado de Aki tiene novia?" Pensó el Ángel.

– ¡¿En serio?!

Gritó Himeno asombrada.

– Sip, totalmente en serio... ja ja.

Respondió Aki con una mano en la nuca.

– ¡Imposible! ¿Quién es la afortunada, eh?

Preguntó la chica con una mirada divertida. Ángel se acercó a los chicos mientras "Trapeaba" para así poder escuchar mejor la conversación.

– Bueno...

– ¿Es alguien qué conozco?

– Eh...

– ¡hmp! para mi que me estás mintiendo.

Reclamó la chica de pelo oscuro. Aki se estaba poniendo nervioso, sí no se inventaba algo rápidamente, Himeno descubriría su mentira.

– ¡Ángel! ¡Estoy saliendo con Ángel!

Gritó Aki en un intento de no ser atrapado. Ángel volteó frenéticamente hacía donde se encontraban Aki y Himeno. La respuesta de Aki sorprendió a Ángel, tanto que hasta se le cayó el trapeador de las manos.

– ¿Ángel? ¿Quién es esa y por qué tiene nombre de hombre?

Pronunció Himeno con una ceja levantada.

– Es mi compañero de trabajo...

– Espera... ¿El chico enano que me atendió antes?

– ¡Sip! Ese mismo.

Aki podía sentir la mirada furiosa de Ángel en su nuca. Una vez y estos quedaran solos, Ángel se quejaría sobre haberle mentido a Himeno de que estaban saliendo.

– ¡Con razón nunca te vi conseguir una novia! ¿Cómo fue que no me di cuenta? Jaja.

Bromeó himeno, solo recibiendo una mirada y una risa incomoda por parte de el peli negro.

– No te preocupes Aki, no hay de que estar apenado.

– ¿Okay...?

– ¡Vamos, ten confianza conmigo! ¡Todos somos iguales!

Y así es como la borracha de Himeno empezó a cantar y gritar sobre cómo "apoyaba" a Aki.
Al principio Ángel se rió de eso, pero después de realizar que Himeno pensaba que de verdad salían, también había una posibilidad de que se pudieran esparcir rumores, por lo que Ángel se frustró un poco.

– ¡Oye Ángel, ven aquí!

– Estoy trabajando, no puedo distraerme.

Le contestó Ángel a la chica de cabello oscuro, obteniendo un puchero de esta. Himeno se acercó a Ángel y lo tomó del brazo hasta llevarlo junto a Aki.

– ¡Beso, beso, beso!

Dios, Aki estaba a nada de morirse por la vergüenza y la cara enojada de Ángel tampoco ayudaba mucho.

– No podemos hacer eso, estamos en trabajo.

Contestó Aki rápidamente.

– Exacto, a demás ni siquiera estamos saliendo ¿Podrías dejar de gritar y salir de la tienda de una vez? Ya te dije que no puedes estar borracha aquí dentro.

Contestó Ángel con un tono serio, pero la chica solo los ignoró.

– ¡Por favor! No hay porqué sentirse apenados... ¿Lo harían por mi?

Preguntó la chica con las manos juntadas.

– ¿Por qué haríamos algo por ti? Para empezar yo ni te conozco.

– Mira Himeno, ya estás muy ebria ¿Por qué no mejor sales a tomar aire?

Contestaron los chicos. Por un lado, Ángel se veía irritado, y por otro lado, Aki estaba a nada de parecerse a un tomate.

– Al menos abrásense, ¡No tengan pena!

– ¿Podrías salir de aquí? Nos estás haciendo perder el tiempo.

Exclamó Ángel. Aki solo miraba mientras tapaba su rostro de la vergüenza.

– ¡No saldré hasta que se den un abrazo por lo menos!

Gritó la chica.
Ángel volteó a ver a Aki y este le devolvió la mirada. Ambos soltaron un suspiro, hicieron una cara de "No hay de otra" y se abrazaron "incómodamente".

– ¡Ven! No es nada difícil.

– Ajá si ¿Podrías salir, por favor?

Contestó Aki y Ángel solo le volteó los ojos a la chica, sin decir nada más. Himeno aceptó salir del lugar, así que se fue con cerveza en mano, "Por fin" pensaron los chicos.

– Me alegro que ya haya terminado.

Mencionó Aki.

– Y si, esa chica es un dolor de cabeza.

– Bueno... ¿Ahora qué?

Preguntó Aki incómodamente.

– ¿Y si ya nos dejamos de abrazar?

Le contestó Ángel con una mirada sarcástica. Aki solo río incómodamente y accedió, dejando un silencio incómodo entre ambos.

– Entonces nunca tuviste una novia, eh.

Se burló Ángel, dándole un codazo a Aki mientras reía.

– Que te valga verga.

Contestó Aki mientras empujaba la cabeza de Ángel con una mano.

Al final del día, los chicos siguieron trabajando. Ángel limpió el tiradero de cerveza que Himeno dejó, y Aki atendió a los clientes. Finalmente, después de unas pocas horas, el tiempo de cerrar el Oxxo llegó, así que ambos chicos se dirigieron tranquilamente a su hogar.

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¡Aquí el autor de nuevo! Quería decirles que muchas gracias por el apoyo, a pesar de que la historia es pequeña y no tiene tantas vistas ni votaciones, les agradezco mucho por haber leído hasta aquí.
Favor de comentar o darle estrellitas a los capítulos, no es como que sea muy importante (Ya que hago la historia por diversión y no por el fin de que se haga popular) pero la verdad se siente muy lindo cuando muestran que les gusta lo que escribo, además de que me gusta leer sus comentarios.

Espero poder tener mas ideas y escribir más seguido ¡Los quiero mucho y gracias por leer!

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