Capítulo XV

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Luego de vestirse, recibir las coordenadas y detalles de la misión los chicos se dirigen a la salida del refugio, el lugar estaría completamente oscuro de no ser por las luces encendidas, no se sabe si esa esta exageradamente oscura porque ya es muy tarde, las diez de la noche para ser exactos, o por los sucesos que se llevaran a cabo esa noche. Elian coloca su mano en uno de los escáneres de la puerta de salida y luego introduce un código de cuatro dígitos, segundos después la tierra debajo de sus pies se abre, se quita rápidamente dando lugar a un compartimento subterráneo de al menos dos metros de altura. Los pasajes secretos.

Construidos casi al inicio de las persecuciones por los fundadores del refugio, son un laberinto para aquellos que no conozcan el camino. Estos están enumerados con letras de la A a la Z junto con números del 1 al 15 y se encuentran distribuidos por debajo de toda Ciudad Coliseo siendo una fuente de escape segura para los cristianos, nadie además de los cristianos conocen acerca de los túneles pues también cuenta con sistemas de defensa ante posibles ataques, siendo un ejemplo este: si un cazador o funcionario del Coliseo descubre los túneles y se adentra en ellos estos se autodestruyen manteniendo el lugar seguro, la forma de identificar si se es un cristiano o cazador es por medio de las identificaciones.

Como se había mencionado antes cada ciudadano tenía una identificación en forma de código de barras implantadas en su muñeca, los cristianos se quitaban ese implante para no ser descubiertos, pero los cazadores o ciudadanos de Ciudad Coliseo los mantenían, mediante escáneres se detectaban estos implantes e iniciaban el proceso de autodestrucción si entraba alguien que lo tenía. Cabe decir que nunca se ha empleado este proceso pues nadie de Ciudad Coliseo ha descubierto esos túneles.

Los cristianos se encuentran atrapados en el epicentro de Ciudad Coliseo por lo que deberán proceder con sumo cuidado. Según los detalles de Yannick los cazadores descubrieron la ubicación de una de las casas hogar para cristianos afortunadamente los que se encontraban allí se escondieron y estaban cerca de uno de los infinitos túneles que construyeron los encargados del refugio.

La misión consiste en llegar al túnel A13, rescatar a los que se encontraban allí y llevarlos al refugio pues aunque varios cristianos sabían de estos túneles solo los misioneros, los agentes encargados de las misiones de rescate y transportación del refugio, sabían cómo llegar al refugio así se evitaba infiltrados en el lugar. Los cazadores se habían retirado del lugar así que la misión sería más fácil, al menos.

Elian salta y los demás le siguen, el chico toma una de las muchas linternas que se encuentra al lado de una de las paredes de tierra y la enciende, le da una linterna a cada uno y empieza a caminar. Los túneles son largos, de tierra y de dos metros de alto, de ancho mide unos seis metros siendo muy espacioso a decir verdad. Elian camina al frente y Arlet se coloca a su lado dejando a Honey y Elix detrás de ellos, platicando.

Arlet observa el rostro carente de emociones de su prometido, sabe en qué está pensando, sabe lo que le preocupa.

- Elian. - dice ella en un intento de iniciar una conversación.

- No sabemos quién es y le estamos mostrando uno de los secretos más importantes del refugio Arlet. ¿Sabes lo que podría pasar si es un infiltrado? ¿Sabes las vidas que pondríamos en riesgo de ser así? – dice el cómo un susurro reteniendo las ganas de expresar todo lo que siente en ese momento, no debe cometer una locura, debe mantenerse calmado, pero es emocional y le preocupan todas los cristianos, le preocupa lo que suceda con ellos si alguien desvela su locación o recursos. 

Tiene miedo, no lo niega. Pero sabe que tiene a alguien allí en los cielos que está con él y solo debe confiar aunque le sea difícil. Solo puede venírsele a la mente Salmos 18:2 que dice: Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.

Confianza en Dios, eso es lo que se requiere en momentos como esos, cuando no se ve la salida, cuando los problemas parecen rebasar, confía en que Dios cuida tu vida.

- Conozco el riesgo, tengamos paciencia y confiemos en Dios solamente. – responde Arlet, confiar en Dios, ni en los demás y mucho menos en ti mismo porque tú también fallas, porque eres tú peor enemigo; el único que no te decepciona es Dios, nunca lo hace y nunca lo hará porque él dijo: ... En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan 16:33

Elian toma la mano de Arlet y caminan juntos, al mismo ritmo. Luego de unos quince minutos andando se detienen. Reposada en la pared derecha se encuentra una escalera con un pequeño agujero cubierto por varias tablas al final de esta. Al lado de la escalera se encuentra una pequeña placa de metal con un grabado que dice: A13, el número del túnel.

- Quédense aquí, veré si no hay nadie. – ordena Elian y los chicos asienten, él sube por la escalera y cuando llega al final remueve las tablas hasta que logra sacar la mitad de su cuerpo. Observa alrededor y ve que se encuentra en un callejón poco iluminado por las luces de la Ciudad, escucha el ruido de los aeroautos que pasan a gran velocidad y un fuerte olor a alcohol y basura, que fuera una ciudad extremadamente desarrollada no significaba que la gente dejaba de botar basura en las calles y que no existían borrachos.

Sale del agujero por completo y viendo a través de la valla metálica que cerraba el callejón observó el Coliseo a lo lejos iluminado y podía escuchar los gritos de la multitud como si fuera un simple partido de fútbol, quien diría que en ese lugar aparentemente normal se llevaba a cabo homicidios ridiculizados de cristianos.

- Es seguro. – inclinado sobre el agujero anuncia Elian. Arlet sale primero y la ayuda ofreciéndole su mano, está la toma y sale seguida de Elix quien ayuda a Honey a salir.

Todos dirigen sus miradas al Coliseo, un escalofrío recorrió sus cuerpos, siendo ellos y estando cerca de ese lugar era asegurar que la muerte estaba a la vuelta de la esquina.

Ese lugar era su escenario, asesino y morgue.


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