14

1.5K 230 30
                                    

En ocasiones, las cosas nos atormentan al punto de robarnos el sueño por las noches y las ganas de continuar, esforzarse por un sueño u objetivo parece lejano cuando ese sentimiento de vacío parece llenarte; irónicamente.

Era aquello lo que Hyunjin sentía en aquellos instantes junto a su padre diciendo tales cosas de su querida progenitora, le costaba creer que alguien que ama hablase así, pero después de todo, él quería que supiese la verdad.

— Es probable que haya decidido quedarse en otro lado, ella nos abandonará.

— Fue donde una amiga, papá. No pienses cosas malas. — Insistió el menor, no sabiendo si contarle de la cercanía entre ambas mujeres que ya había discutido varias veces con sus amigos.

— Como sea... Si uno de estos días te sale con querer separarse de mí, sabrás el motivo.

El ambiente se tornó tenso, ninguno sabía que decir y la palabra de Hyunjin estaba estancada en su garganta, en su corazón, como un nudo. Odiaba la idea de ver a sus padres lejos uno del otro, ¿Por qué motivo su mamá pensaría en tal atrocidad? Qué confusión.

— He estado yendo a ver a un paciente de mamá. — Dijo de repente.

— ¿Sí? ¿Para qué?

La sonrisa y mirada sombría que el señor Hwang mantenía cuando estaba con su hijo, era capaz de poner los pelos de punta a cualquiera que lo viese. Era tan... Real, pero escalofriante, difícil de creer.

— Es un paciente con androfobia. Es una fobia conocida como el miedo irracional a los hombres, puede ser causado por factores genéticos, traumáticos, o incluso por socialización. Por lo que me contó mamá, la terapia que aplica necesita ir exponiendo al niño a la cosa que le asusta gradualmente. Él no tiene cómo interactuar con hombres así que convenientemente acabé ahí.

Tsk.

Niño tonto, jodido niño tonto.

Y lindo.

Las carcajadas del Hwang mayor no tardaron en hacer aparición, desconcertando a su hijo, estaba descolocado. Entendía que sonaba extraño, pero se había visto tan obligado a demostrar empatía tras las amenazas de Heejin, que le extrañaba que alguien no fuese de igual forma.

Trata bien a Jeongin si no quieres que la linda cara que te cargas termine en Australia, ¿Te gustaría, guapo? Te enviaré información de la mierda que tiene. Leerás todas y cada una de las palabras, que te hago hombrecito del golpe de huevos que te voy a dar.

Auch.

— ¡Miedo a los hombres! ¿Qué mierda, Hyunjin? Vaya que se inventan cosas, ¿Cómo se llama el niño?

— Yang Jeongin. Aunque parezca una idiotez de maricones, él en serio parece alterado.

— ¿Yang Jeongin? Qué nombre más asqueroso. La gente así siempre termina lamiendo penes como puta, Hyunjin, ya verás.

_____________________________

— Quiero invitarte a cenar.

— ¿En tu casa? — Asintió.— ¿Con él?

— Fuimos bastante torpes ya, dijiste que la joderíamos juntas. — Se miraron unos segundos, terminando por un asentimiento de la menor.

— Déjalo. Expliquémosle a los chicos y vive acá, conmigo. Al menos para que salgas de ahí.

— Sooyoung, no puedo con Hyunjin. — Sonrió levemente, no quería arruinar el ambiente con malos ánimos.

— Que se joda si no le gusta. Me gustas, Joohyun, ya he escuchado mucho de tu esposo y quiero cuidarte.

¿Cuidarla? Diablos, eso sonaba tan bien.

Quiso responder pero los movimientos constantes del piso de abajo evidenciaban el buen humor de Jeongin, parecía estar limpiando.

Ambas se vistieron para bajar con un silencio dominando la habitación, por la noche ya se habían limpiado y echado todo a la ropa sucia. Perfectamente en orden.

— Buenos días, Innie.

— Hola, mami y hola mami de Hyunjin.

— Buenos días, Jeongin. — Contestó la última.

— Disculpen si las desperté, vendrán Heejin y Nayeon, debo ordenar todo bien. — Sooyoung sólo rió. Aquellas niñas se habían ganado un lugar en la familia al punto de que ya ni siquiera le avisaban cuando vendrían, muchas veces ni al menor le daba tiempo de arreglar todo, pues aparecían de imprevisto.

— Jeongin, iremos a cenar un día de estos a casa de Hyunjin y Joohyun, asegúrate de no tener tantos planes.

La idea no pareció agradarle tanto al de ojos de zorro, pues hizo una mueca algo extraña. Hyunjin y el papá de Hyunjin, eso era tan... Iuh.

— No pongas esa cara, Yang, mi casa es linda.

— Ujum, no lo dudé.

______________________

Las horas pasaron con el trío de amigas(o) riendo a gran volúmen, parecían niños gritando. Perturbaron a Sooyoung, mas no a Joohyun pues ella aseguró tener que irse.

— ¡Oh, oh! El otro día me encontré con el estúpido de Hyunjin y le dije que te tratase mejor, no sé si notaste algún cambio, Innie.

— Sí, algo...

Y entonces el pequeño recientemente mencionado se sintió un poco, sólo un poco decepcionado. ¿Por qué no pudo obtener ese buen trato habiendo nacido, verdaderamente, del corazón de su hyung?

ᦒ ¡mantén distancia! ૪  hyunin   ˊᯅˋWhere stories live. Discover now