En esta vida y en mil más ©

prólogo

~Nada es para siempre~

Esa frase, esa frase que al principio no la ves tan grave, que nisiquiera te molesta, hasta que te sucede con algo que realmente anhelabas tener.

Mi vida amorosa siempre fue un desastre, en mí primera relación, aguante agresión, tanto física como psicólogica. Abusaron de mí, me manipularon emocionalmente y yo no estaba lista para sufrir tanto, nadie lo está, me negaba a tener otra relación, todas habían sido una pantalla bonita para el público, pero un infierno para mí.

Pero, llegó el, el único que por fin me hizo brillar tanto como quería, el me amó tanto como yo a él, y como muchos dirían: mi alma gemela.

Esa persona que te hace experimentar cosas que nunca habías experimentado, esa persona que te hace reír incluso cuando quieres morir. Esa persona que está ahí para ti incluso si no quisieras ver a nadie en este mundo, cuando ese amor existe, todo se te olvida, y hablábamos de algo tan simple como la frase, nada es para siempre.

¿Por qué? ¿Por qué nunca pude lograr ser completamente feliz cuando realmente quería?, Cuando nunca había sido una chica mala, esa chica a la cual vez y piensas; seguro es una hija de puta que traiciona o juega con todo el mundo.

¡No! Claro que no, siempre estuve ahí para la gente que no lo merecía, aguanté cosas que no debí aguantar, tuve problemas los cuales nunca se los conté a nadie porque sabía que nadie se preocuparía por mí, yo era solo... Yo.

Sola, sin nadie que esté para mí, desconfío de todo el mundo, y cuando trato de desahogarme con alguien. Simplemente no puedo, no puedo expresarme, nadie me genera confianza, y eso, eso me da miedo.

Me da miedo no poder contarle nada a nadie, porque, ni mi propia madre, sabe que tengo una grave adicción con las drogas y que he vivido cosas que no debí vivir a ciertas edades.

Éramos la pareja perfecta, dos drogadictos asociales hacen el dúo ideal.

[Inspirado en hechos reales]