1. El pequeño accidente ✔️

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Estoy completamente segura que han escuchada la leyenda del hilo rojo. Se dice que un hilo invisible conecta a dos personas que están destinadas a encontrarse sin importar lugar o circunstancia. Algo así pasó un día de san Valentín, en una noche como cualquiera, Kaleb Stanford y Sibel Rowling se conocieron en el aeropuerto, sin darse cuenta que el inicio de un gran romance prohibido iba a nacer entre los dos.

Kaleb trabaja como voluntario en una fundación no gubernamental que apoya a niños y niñas con cáncer, dicha fundación la fundó Onem Stanford, su tía. Él es reservado, sentimental, amante de los libros y la música. Es un chico alto, de piel clara, ojos cafés, pelo castaño como el bronce y es de contextura delgada. Desde que tiene tres años él ha vivido con su persona favorita, su tía Onem, la única y última persona que tiene en su vida pues, sus padres habían muerto en un terrible accidente. Desde que sus padres murieron su tía Onem se hizo cargo de él para que no le faltará nada. Como su segunda madre le dedicó tiempo, cariño y amor. Él es completamente feliz, gracias a ella.

Sibel ayuda a su padre en el pequeño negocio familiar, el cual se dedicaba a vender CD antiguos. Ella es espontánea, cariñosa, un tanto despistada y soñadora. Es una chica con tamaño promedio, blanca como la nieve, ojos de color miel, de contextura esbelta y de cabello color oscuro y rizado. Es la tercera hija del matrimonio Rowling, su padre le dice la soñadora porque le gustan los cuentos de hada y cree que un día va a conocer a su príncipe azul. A parte del pequeño negocio de CD, los padres de Sibel tienen su profesión; el señor Rowling es el director administrativo en una empresa que se dedicaba a exportar vinos y la señora Rowling antes de dar a luz a su primer hija ella era la periodista principal de un importante canal de noticia.

La historia de romance entre Kaleb y Sibel comienza cuando ambos se conocen en el aeropuerto. Sibel y su familia fueron al aeropuerto a recoger a Elena, la hermana mayor de Sibel. Elena venía con su prometido Isaac a celebrar el gran día donde se iban a unir en sagrado matrimonio. Mientras que, Kaleb y su tía, llegaban a la ciudad por dos motivos, el primero porque Kaleb quería volver al lugar donde sus padres se conocieron y vivieron, y el segundo fue porque estaban invitados a la boda Olsen - Rowling puesto que, Kaleb y Onem conocían a Isaac ya que, era socio de la fundación.

Elena y su prometido se encontraron con la familia Rowling y entre lágrimas de alegría intercambiaron abrazos de bienvenida.

—Hija, me alegra volver a verte —expreso el señor Rowling mientras fuertemente abrazaba a Elena.

—La alegría es mía —respondió Elena con una amplia sonrisa.

—Ya era momento después de tanto tiempo y que mejor manera de volver a vernos para llevar a cabo nuestro matrimonio —comentó Isaac mientras saludaba al señor Rowling con un fuerte apretón de mano.

—Así es —el señor Rowling posterior al apretón de mano le dio un abrazo de bienvenida a su yerno.

—Hola mami —Elena le dio un leve beso en el cachete a su conservadora madre.

—Este vestido está muy descotado —la señora Rowling le ha puesto su chalina en el pecho a Elena para evitar que se le viera ni un sólo centímetro de piel, Elena adaptada a los pensamientos retrógrada de su madre sólo decidió callar y aceptar lo que su madre decía, más que todo para llevar la fiesta en paz.

—Sí mamá, también me alegra verte —dijo con sarcasmo y le dio un leve abrazo.

—Aún no me lo creo hermanita —se coló Candy, la segunda hija del matrimonio Rowling.

—Ni yo —respondió Elena y la abrazó. —Y ¿Dónde está la pequeña soñadora? —preguntó ansiosa.

—Sibel, anda en el baño —respondió la señora Rowling mientras se echaba alcohol gel en sus manos para desinfectarlas.

Los CDWhere stories live. Discover now