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Una tarde de viernes, Jeongin se olvidó ciertos libros en el aula de plástica, por lo que con algo de prisa, corrió por los pasillos del edificio para poder buscarlos.

Lamentablemente y sin siquiera pensar en que pudiera ocurrir, para cuando llegó a esta, notó que el mismo extraño y turbio chico que hacía una semana le había confesado su atracción por su culo, estaba de pie en esta, mirando por la ventana, luciendo tranquilo.

Yang suspiró en voz baja y optó que lo mejor sería regresar luego. Lo malo fue que los ojos de Hwang fueron más veloces que él, y este terminó divisándolo en la entrada de la puerta.

Sonriendo falsamente, Jeongin quiso que la tierra lo tragara, e intento caminar rápidamente hacia el pasillo, con el fin de poder evitar conversar con él. Pero otra vez, Hyunjin le ganó en velocidad.

"Eres Jeongin... No?" preguntó con un tono de voz amable, igual al que había usado la otra vez.

"Si... Disculpas pero estoy llegando tarde a un lado." El menor no quiso indagar en la charla, y se volteó, intentando escapar.

"Ah, no te preocupes... Tan sólo quería disculparme por lo de la otra vez." Sin embargo, las palabras del peli negro lo hicieron frenar brevemente. "No fue muy cortez hablarte así sin siquiera presentarme." respondió, haciendo que Jeongin lo mirara incrédulo, no entendiendo su punto. 

"A qué va todo esto? Qué es lo que realmente me quieres decir?" preguntó expectante, no comprendiendo nada de lo que Hyunjin decía.

El problema era que él tampoco se entendía a sí mismo. Aunque debido a su "problema", sabía que no podía mentir ni una sola vez.

"Quiero decir que... No sólo tu culo es bonito... Tu rostro también lo es. Bueno, en realidad tú eres bonito." agregó, trabándose con sus palabras, sonriendo con confianza como si estuviera hablando con un amigo. "Me gustas... Mucho." Hwang terminó, dejando a Jeongin con la boca abierta, y obviamente, provocando que este huyera al instante del lugar por lo rara que la situación había sido.

El menor no podía creer que hubiera gente tan descarada y extraña como él. Estaba claro que lo evitaría.

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𝐒𝐈𝐍𝐂𝐄𝐑𝐎 | 𝐡𝐲𝐮𝐧𝐢𝐧 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora