¿Celos?

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-Repasemos esto...- Tania se detuvo frente a la puerta de la enorme casa color blanco y sumamente lujosa que compartía con Emma. -Eres una "amiga" que conocí por accidente en una cafetería, no trabajo para ti y no soy tu guardaespaldas.-

-Hecho, aunque realmente si soy tu "amiga".-

-Genial.- Tania se giró dispuesta a entrar pero una vez más volvió a ver a su amiga. -Colócate bien esa peluca.-

-No entiendo porque exageras tanto.- Dahana le hizo caso de mala gana, realmente odiaba que Charlotte las hubiera puesto juntas por todo el tiempo hasta que encontraran y exterminaran a los grupos que les habían estado dando problemitas, por su culpa ahora debía acompañar a Tania a traer ropa porque se había negado a comprar nueva. ¿Qué tanto le costaba ir a una tienda?

-Ahora sí.- Tania abrió finalmente la puerta y entró. -Buenas... Ay no puede ser.- Al ver quien se encontraba en la casa aparte de Emma dio media vuelta. -Adiós digo yo... Con permiso pero yo los dejo, podré ser tonta pero no pendeja.-

-¡Tania!- Emma se apresuró a llegar hasta donde estaba su compañera.

Tania suspiró, ya no había retorno.

-Emma, pero que maravilla verte aquí.-

-Lo mismo digo, regresé ayer de la misión con la maestra, ella sigue allá pero me mandó a traerle unos papeles, vuelvo en dos días.-

-Cool.- Tania se abrazaba los brazos ansiosa e incómoda.

-¿Pasa algo?- Emma la miró con el seño fruncido.

-No nada, absolutamente nada de nada.-

-¡¡Tania!!- Otra voz femenina y dulce exclamó con alegría desde detrás de Emma.

Mierda... Tania se contuvo para no huir.

-Hola Ener, un gusto verte por aquí como siempre.-

-Lo mismo digo.- Ener sonreía tan deslumbrante como el sol igual que siempre, llevaba un corto vestido amarillo que hacía juego con sus joyas de oro, intentaba llamar la atención de Tania a quien no había visto en varios días, pero algo más logró llamar su atención. -Emm, Tania...-

-¿Mmm?- Tania dejó de charlar con Emma y de mala gana volvió a centrarse en Ener, no era una mala chica ni nada por el estilo pero a Tania le fastidiaba como uno no puede tener idea, la joven era de ese tipo de personas que, apenas conoces y ya quieres huir para no volver a topártelas en la vida nunca más.

-¿Quién ella?-

-¿Quién es quién?- Tania gió para ver a quién señalaba Ener. 

-Ella...-

-¡Aaa!- Tania bufó. -Es Da....- Se detuvo al acordarse que no debía mencionar su nombre, y menos frente a Emma. 

-¿Es Da..?- Insistió Ener.

-Sí, es Da... Dana.- Tania sujetó a Dahana por los hombros y la metió a la conversación a la fuerza. -Perdón por no haberla presentado.

-Hola...- Dahana estiró una mano amablemente para saludar a Ener. -Un gusto conocerte.-

Ener hizo una meca de desagrado pero aún así estrechó la mano de Dahana.

-Lo mismo digo.-

-¿Es tú novia o algo así?- Dahana se dirigió esta vez a Emma quién las observaba contenta, le alegraba saber que Tania tenía una nueva amiga que no estaba relacionada con el trabajo, quizá por fin comenzaría a socializar... Si supiera la verdad Emma tendría un infarto...

ND Una danza de asesinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora