Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Para Robby el entrenamiento con Cobra Kai llegaba a resultar un poco pesado, se esforzaba dando lo máximo de el, pero nunca llegaba a ser suficiente
Aveces se pertimitia extrañar Miyagi Do, que tonto había sido por escoger al Sensei Kresse, y más ahora con Terry Silver merodeando a su alrededor hostigandolo.
No quería recordar el incidente de hace un mes, si el Sensei Kresse no hubiese llegado no sabría que pasaría, mejor, no quería imaginar
La noche había caído ...todos se habían ido del dojo, la última en despedirse fue Tory
Sensei Kresse había dicho que también se retiraba, y el estaba demasiado cansado
Espera Sr Keene, Me gustaría enseñarle una técnica - Comento Silver llevándolo a una esquina del dojo -
Frente a el se encontraba varias tablas alineadas.
Que tengo que hacer Sensei Silver? - Pregunto curioso, a lo mejor lo haría más fuerte -
Solo dime Terry chico - Comento el mayor poniéndose detrás de el -
Si Sen- Digo Terry - Apenado por casi equivocarse -
Golpea las tablas. - Ordenó viendo cómo el chico estaba a punto de ir por sus vendas - Sin la protección chico...
Sensei, eso no es arriesgado? - Pregunto confundido -
¿Le pedí su opinión muchacho? - Evadió con otra pregunta -
No - Simplemente contesto -
Entonces golpeé - Ordenó autoritariamente-
Y entonces inserto el primer puñetazo a la tabla, sus nudillos se rasparon y eso dolió
Pero no parecía ser lo suficientemente fuerte para el hombre de las canas, pidiéndole más hasta el punto de destrozar la tabla y que sus nudillos sangraron sacándole un pequeño gemido de dolor.
Realmente me siento orgulloso de usted Pequeño Robby...Mi pequeño alumno - Comento Silver pasando su brazo atraves de la cintura del castaño hasta llegar a parar a su cadera -
Y ese tacto contra su persona lo hizo ponerse alerta, sus palabras estaban dichas con un tono que el no llegaba a decifrar
Entonces sintió que no era adecuado que lo estuviese dando ese tacto.
El mayor se acercó a oído a susurrar unas palabras
-Me recuerdas tanto a un alumno que también fue mío, Quieres saber quién...? -
Su aliento caliente tocó su piel haciendo que se erizara, pero decidió cuestionar sin rechistar