Dead Rising: A New Bloody Dawn

Capítulo XIX

Capítulo XIX:

De la sartén a las brazas, esa era la situación en la que se hallaban los presentes, quienes se encontraban trabajando a contrarreloj para evitar que los Muertos Vivientes, los cuales, siendo vistos desde la lontananza, avanzaban en masa, torpes, descerebrados pero con un objetivo en mente: Alimentarse. Convertirlos en los mismos que eran ellos, sumarlos a ese "colectivo", "Horda", cualquier palabra que pudiera emplearse para describir en ese cuadro tan crítico. Sus gruñidos, el goteo de la sangre coagulada que caía contra el piso, empapándolo, sus entrañas que pendían, como si de unos hilos sin su titiritero que los llevara. Motivados con el instinto más básico que podía tener una criatura como ellos.

- ¡Rápido, tenemos que cerrar la entrada principal!.- Pidió Takashi, quien era ayudado por Rei a cargar los restos de aquellas rejas metálicas para devolverlas a su sitio.

Desde su sitio en Pawnee, "Defalt" permanecía oculto y moviendo los hilos de toda esa trama horrible y conspiratoria, éste contemplaba su labor, aquellos camiones que eran cargados con contenedores repletos de zombies hambrientos y listos para lanzarlos contra las Ciudades que aún no habían caído. Si los Otomanos pudieron avanzar sin tener ningún problema, ya que el Imperio Bizantino estaba en plena decadencia, solo quedaba un único paso y era sembrar el pánico. Una vez concluida su inspección, volvió a la Oficina del Alcalde y comenzó a infiltrarse en los sistemas que tenía "El Búnker".

Un chirrido comenzó a resonar en su interior y a subir, igual que una erupción volcánica en medio de la calma y la tensión que crecía a más no poder, mientras que la voz de aquel indeseable y repugnante personaje. Alguien que debía ser perseguido y detenido cuanto antes. Aquel "vibración" terminó y de ahí empezó su "discurso", unas palabras tan ácidas y filosas como dagas que se clavaban en los presentes.

- "¿Cómo se siente tener que volver a luchar contra los mismos que mataron a tantas personas?. Incontables nombres, apellidos, vidas que se perdieron ante sus ojos, en cuestión de segundos, minutos, horas, ¿quién sabe?. Uno se despertaba y creía que el Mundo seguiría su curso común y corriente, pero ese día, todo se desplomó en poco tiempo. En la escuela, la oficina, el parque, cualquier lugar donde las personas suelen juntarse y socializar, como todo animal, ya que nosotros pertenecemos a dicho "Reino". Pero, ¿qué pasa cuando ves que tu Mundo se cae a pedazos? ¿Cómo lo tomarías?".- Preguntaba aquella persona.

- ¡"Defalt"! ¡Sal, cobarde! ¡Hemos vencido a tus mercenarios!.- Gritó Takashi con rabia.

- "Qué valiente que eres, Takashi Komuro, tengo que admitirlo, incluso para matar a los zombies...y a tu amigo".- Dijo el hacker, quien se hallaba sentado en su silla y contemplaba aquel "espectáculo".

El castaño se quedó congelado al oír eso, recordar el momento en el que tuvo que poner fin a la vida de Hisashi.

- ¿Cómo sabes eso?.- Preguntó Rei, dando un paso al frente.

- "La hermosa y valiente hija del Jefe de la Policía de Tokonosu, Miyamoto Rei, ¿nunca has pensado que, tal vez, Takashi pudo haber sido el culpable de que Hisashi muriera cuando fueron atacados por aquel profesor convertido en zombie?. Deberías reflexionar al respecto".- En aquel momento, el tono de voz de "Defalt" se volvió tranquilo y se reclinó en su asiento.-

Rei miró a su novio, éste tenía el ceño fruncido.

- "Todos ustedes forman parte de un bando que está empapado de sangre inocente: Aquel hombre que tanto admiran, ha transgredido las leyes, asesinado a incontables personas e incluso fue el causante de provocar el suicidio del Alcalde Rushmore. Lo mismo "T-Bone", ¿acaso no les contaste de cuando provocaste el "Apagón del Noreste de EEUU" en el 2003. ¿Saben una cosa "curiosa"?. Entre las víctimas de diversos accidentes, se encontraba mi hermano y ustedes estando dentro del bando enemigo, ¿qué les pasa? ¿Lo quieren? ¿Admiran a estos monstruos? ¿Acaso sufren del "Síndrome de Estocolmo"?. Chicas, deberían buscarse a otro que no sea un delincuente, un forajido que solo ha dejado muerte y destrucción con el pretexto de que traía "Justicia" por todos aquellos a quienes defraudó".- Su voz, ese mismo tono de "amable" pero que contenía veneno en sus palabras y que causaba tensión en el ambiente. Lo estaba disfrutando, quería verlos caer, separarse y que se destruyeran así mismos.