13: MOSTRAR TU REFLEJO

24 2 4
                                    

Así que has decidido tratar bien a Zayn.

Te crees bastante astuta, ¿eh?

Eso o poco te importa jugar para dos bandos distintos.

Cuando entras al comedor, él te mira con atención hasta que tomas lugar justo a su lado. Han hablado poco y nada, pero por lo que pudiste ver de él tiene bastante confianza para tratar con la gente, es extrovertido y un intento fallido de ser gracioso. Se lo ve seguro de sí mismo, en especial cuando sin conocerte decide esbozar una sonrisa solo para ti, en silencio.

—Aurora—murmura con cierta complicidad, dándose cuenta solo de que no estás ahí para llevarle la contra—. ¿Tus papás eran primos o por qué te pusieron ese nombre?

Como bien dijiste, Zayn no es más que un fallido intento de comediante.

Pobre, hasta a mí me da pena.

—Me querían lo suficiente como para no nombrarme como el ex integrante de una banda—respondes, esperando que tu comentario le cause algún tipo de gracia.

Lo hace, puedes verlo en la forma en la que se ríe sin mucho esfuerzo.

—Sigo esperando que terminen los 18 meses, pero resulta que son infinitos—te corresponde, decidido a seguirte el chiste.

Así es Zayn, siempre va a jugar a tu favor cuando ve la oportunidad de hacerlo.

—¿Qué sucedió entre Daniel y tú?—te atreves a preguntarle, cambiando un poco de tema hacia algo que de verdad te interesa saber—. Se lo ve bastante molesto contigo.

Ahora la actitud del joven también ha cambiado, frunciendo el ceño de tan solo pensarlo.

—Mi amigo es un imbécil—repone, corriendo la mirada—. Lleva semanas actuando extraño, pero nunca se atreve a decirme que su tía se está muriendo.

Enarcas una ceja, descubriendo a tiempo su error.

—¿Esperas que te diga algo que ya sabes?—replicas, echándote hacia atrás en tu silla.

Zayn asiente, pero luego se lo piensa dos veces y niega con la cabeza.

—Sí, algo así—alega al final—. Soy su mejor amigo, obviamente sé qué es de su vida aunque no me lo diga. Pero poco más puedo hacer por él si no quiere hablar conmigo al respecto.

—Claro, y traerlo a morir es una muy buena opción.

Nada parece ser capaz de molestar al imperturbable Zayn, es algo que descubres cuando tu comentario no hace más que generarle gracia. Es su manera de ocultar el miedo y la ansiedad que empieza a matarlo por dentro.

—Todavía tengo la esperanza de que esto sea una broma—rezonga, observando la mesa que tienen delante—. 00:00 era solo rumores, no puede... no puede ser cierto. Esto es la vida real, Aurora, no una maldita película.

Crees que ya tuviste demasiado como para entender que 00:00 sí que puede ser real, así que no estás de acuerdo con él. Aun así, le das la razón. Recuerda a lo que viniste.

—Por lo menos sabes que puedes confiar en mí—hablas con seguridad, esperando que Zayn sea capaz de percibirlo—. Estamos atrapados contra Richard, y yo no pienso dejar que él nos gane en esto.

Como cualquier persona que acaba de llegar, de verdad te piensas que tienes el poder sobre el juego.

Pobre de ti cuando descubras que te equivocas.

—Lo sé, Aurora—sostiene él, asintiendo—. Yo tampoco voy a ser tu enemigo, no tienes que tratarme bien solo para evitarlo.

Estás a punto de negarle tus intenciones, por más que tenga razón. Sin embargo, ambos ven al mismo tiempo cómo sobre la mesa acaba de aparecer algo que antes no estaba. Con terror, no entiendes cómo es que ha sucedido, de qué forma sería posible que se materialice con tanta facilidad una pequeña caja en un punto que estuvo siempre a tu vista.

En 00:00 todo es posible, Aurora. Así que acostúmbrate.

Te adelantas a Zayn, tomando la caja y deshaciendo el lazo que la mantenía cerrada. Era cuadrada y del tamaño de tu mano, pero en cuanto abres la tapa solo te ves a ti misma. Es un espejo, el reflejo exacto de ti.

Recuerdas lo que hacen este tipo de objetos, pero nada extraño parece estar sucediéndole a él.

Esa eres tú, ese es tu cabello despeinado y los ojos que recuerdas.

—¿Quién es esa?—pregunta Zayn, acercándose a ti para poder ver mejor.

—Soy yo, ¿no lo ves?—respondes como si fuese obvio.

Pero él no ve lo mismo que tú ves. Te das cuenta de eso cuando su expresión empieza a transformarse, dejando atrás la anterior para convertirse en una mueca de asco ante lo que ve reflejándose en ese espejo.

—Aurora, no eres tú—susurra Zayn con cuidado, alejándose como si empezase a tenerte miedo.

Intentas cubrir el espejo, pero es imposible.

Él ya lo ha visto.

Ahora Zayn sabe tu secreto.

Tu mayor miedo, al descubierto.

Es lo que ganas por intentar tenerlo todo.

AHORA NO SOLO LE CAES MAL A DANIEL, SINO TAMBIEN A ZAYN Y A VICTORIA.

VE AL CAPITULO 15.

EL JUEGO [00:00]Where stories live. Discover now