Capítulo 8

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Alice

—¿Estás bien? —le pregunté a Wille, porque lo notaba muy callado y pensativo—. Te noto muy callado.

Anoche, mi hermano salió huyendo del lugar en el que la película fue proyectada. Iba a seguirlo, pero Simon me lanzó una mirada casi pidiéndome permiso para que pudiera ir él.

No tenía ni idea de que fue lo que ocasionó que saliera huyendo pero pensé que Simon podía ayudarlo. Así que asentí con la cabeza, indicándole que podía ir él.

Tenía una idea de lo que pudo haber pasado cuando ellos estuvieron solos. Pero no quería invadir a Wille con mis preguntas, sabía que él me contaría cuando se sintiera listo.

—Si, estoy bien. No es nada —contestó.

Asentí sin creerle y escuchamos el sonido de unas teclas de piano. Ambos nos acercamos al salón de música y me di cuenta que Simon era el que tocaba el piano. 

—Hola —lo saludé y sonreí un poco.

—Hola —devolvió el saludo con la misma sonrisa.

—¿Qué tocas? —mi respuesta llegó rápidamente cuando vi que en la hoja pautada tenía el título de la escuela—. Oh, es la canción de la escuela.

—Así es —confirmó Simon.

—Pero estás tocando las notas del sóplanos y debería ser la melódica —corrigió mi hermano.

Simon no le hizo caso y continuó tocando el piano.

—Simon, ¿No sabes leer las notas? —preguntó Wille.

El chico paró y soltó un suspiro.

—No, estoy aprendiendo. Solo toco de oído pero.... ¿Por qué no me enseña uno de ustedes? —propuso Simon.

No era mala idea, pero la verdad era que yo no sabía mucho del piano. Aparte, era una buena oportunidad para que mi hermano y él tuvieran un momento a solas.

—Yo tengo que irme, pero Wille puede enseñarte —aseguré y mi hermano asintió.

—Está bien —Simon me dedicó una sonrisa.

—Los veo después.

Salí de ahí y me dirigí hacia la biblioteca para encontrarme con Maddie. Cuando al fin llegué, vi a mi amiga sentada en una mesa, escribiendo en su libro de álgebra.

—Hola —la saludé cuándo me senté con ella.

—Hola, reina de las nieves —bromeó ella, dejando a un lado su libro.

—No me llames así —reproché.

—Eso no va a pasar, desde ahora serás la reina de las nieves para mi —rodé los ojos por su comentario pero ella pareció recordar algo y me lanzó una sonrisa pícara—. Necesito los detalles de anoche.

—No pasó nada anoche —me hice la desentendida y saqué mi libro de mi mochila.

—Dejaste que Henry entrelazara sus manos y eso me ofende mucho, porque ni siquiera dejas que yo tome tu mano —me reprochó con indignación.

¿Love or Duty? || Jóvenes Altezas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora