----¡♡!----;; sentí mi corazón romperse en mil pedazos, hasta que el chico rubio que estaba en la línea que dividía la habitación de el pasillo me miró y preguntó claramente, sin titubear y con una gran sonrisa de oreja a oreja "¿buscabas a mi herma...
Abrí la perilla de mi habitación y quite los miles de seguros que había en esta, di un paso y entre a aquella "desordenada" sala de estar, o al menos era lo que decían mis amigos al entrar a mi apartamento en ese edificio. Era divertido ver como Karl se retorcia al ver un sólo vaso de agua en la mesa de centro
"¿¡cómo es que vives así?!"
Son las mismas palabras que dijo al entrar por primera vez, no era que realmente me importará...además que no tenía el tiempo suficiente para llegar a mi casa y limpiar, tenía mucho trabajo de la universidad además de tener que lidiar con mis padres por teléfono todo el dia, solamente para hablarme y decir que debería regresar a casa o que dejará los estudios de aquí para regresar a México. Una bendición tras otra. No es que no las apreciará, solamente era estresante...sólo quería llegar a mi casa y relajarme de todo lo que pasaba en un sólo día.
Saqué mi teléfono de mi mochila para abrir spotify y poner mi playlist de "Tus me gusta" puse una canción de mi banda preferida y me levanté del sillón para empezar a hacer mis trabajos pendientes en la mesa circular de vidrio. Al terminar esto, di unos cuantos pasos hasta el refrigerador. Nada. No había nada, ni una miserable sobra de mis anteriores cenas. Suspire y tomé mi monedero para mi salir de casa y asi comprar la despensa de al menos un par de meses, salí de mi apartamento...Charlie que era uno de mis compañeros de la Universidad me miró salir y se paró firmemente para hablar conmigo
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"¡Quackity! Te estaba esperando:D"
"Charlie? Pudiste tocar..."
El olor a aceite de auto era notorio. Debía tomar una ducha.
"Claro que lo se...sólo no quería molestar!"
Empezó a hablar sobre su día y como le fue en el trabajo, realmente no me interesaba pero era uno de las únicas personas que aún me hablaban de la Universidad en la que estaba y no se podía a arriesgar a perder un "amigo" más.
De pronto lo ví. El chico del apartamento 512. El que hace a mi pobre corazón saltar.
"¡quackity! ¿éstas bien?"
Charlie me preguntó mientras agitaba sus manos enfrente de mi cara.
"Sí, lo lamento. Continúa"
Dije mientras veía a ese chico alto entrar a su apartamento, se volteó y me saludó con una sonrisa. Nunca habíamos hablado, solamente saludos agitando la cabeza o sonrisas cuando nos cruzamos en los pasillos.
"Bueno, ¡vi que ibas de salida! ¿Gustas que te acompañe?" Dijo Charlie
"¡no quiero ser molestia! Además, sólo voy a comprar unas cosas para comer:]"
Dije al intentar zafarme de que me acompañará, sólo quería dar una vuelta por mi cuenta y pensar en aquél chavo de ensueño.
"Esta bien, te veré mañana en la escuela."
Me entregó una caja de mis dulces favoritos, raro pero igualmente deliciosos.
"Gracias Charlie! Ten una buena tarde"
Cuando Charlie ya se había ido camine hacia el ascensor y presione el número más bajo para llegar a una recepción vacía, cheque mi buzón y luego me fui en marcha a el supermercado más cercano donde me encontré a la única persona que no querría encontrarme.
