Capítulo 9

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Apenas pude dormir, no veía la hora de que el sol saliera y poder ver sus rayos por mis ventanas,estaba como cuando un niño está ansioso por lo que le van a regalar el día de su cumpleaños o por el día de los reyes magos, hoy no me molestaba nada que el despertador sonara con ese ruido tan perturbador , es más cuando lo oí me pareció la más bella de las tonadas fue como escuchar a Mozart.

Me tiré de la cama instantáneamente y fui corriendo para el baño juro que si estaba Kevin bañándose a esta hora lo iba a sacar a patadas de allí, pero no el a esta hora estaba en el más profundo de los sueños aún. Entré a la ducha y me bañe como nunca hasta quedar limpio, al salir de allí con mi toalla tapando mis partes íntimas sentí que tocaron el timbre, me dirigí hacia la puerta y abrí sin pensar y cuando vi bien era Nate, Dios mío!!! Era el y yo había le había abierto la puerta así como estaba con un pedazo de tela cubriendo mi desnudez, mis ojos se abrieron y solo pude decirle que pasará que me iba a cambiar para hablar.
– Quiero llevarte a un lugar que en lo particular me gusta– me dijo el.

Y yo acepté la idea con un movimiento de cabeza en lo que fui corriendo al cuarto antes de llegar se me callo la toalla dejándome al descubierto tan solo pude sentir su mirada que me penetraba desde atrás y salí corriendo así mismo para el cuarto. Abrí mi clóset y escogí una camisa roja ajustada al cuerpo como todo lo que usaba últimamente y un pantalón negro de igual forma ajustado, tenía que lucir increíble, antes de salir ya apunto de salir en el coche de Nate vimos a Kevin salir desaliñado de su cuarto y nos miró y se sonrió, en ese momento cogí el cojín que había en el sofá y se lo tiré encima diciéndole que iba a salir con mi enamorado.

Nos montamos en el carro y había un silencio ensordecedor ninguno de los dos se atrevía a romper el hielo, trate de cogerle la mano pero mis manos comenzaban a temblar automáticamente como si fueran un par de maracas y el lo noto al segundo con una de las manos en lo que iba conduciendo agarro la mia y la besó, yo abrí los ojos y el me pidió que estuviera tranquilo .
– ¿ A que lugar vamos ?– le pregunté.

Y el sonrió diciendo que no fuera tan curioso que ya vería el lugar, según él ibamos a su lugar favorito del pueblo y en el que casi nadie ya iba, ya eso para mí era un punto a favor. A medida que seguíamos el camino veía como una estación de trenes muy vieja casi destruida por el paso de el tiempo, dicho esto también una línea del tren que no podía desde aquí verle el final pero seguíamos hasta que ya después de unos cuantos metros paramos y a la izquierda vimos una iglesia casi perdida por toda la vegetación que había alrededor, según me decía esto era lo que quedaba del antiguo pueblo que existía antes de que se construyera en el que hoy vivimos,era hermoso este santuario con una construcción gótica que hacía al visitante enamorarse del lugar.

Cuando nos salimos del coche el agarro nuevamente mi mano y me llevo hacia adentro,podía ver todos los bancos destruidos por las termitas y al frente un Jesucristo en la cruz del tamaño de la pared,este lugar tenía una vista tan mágica todo cubierto por enredaderas, seguimos hacia el tejado donde estaban las campanas y de allí podíamos ver todo el pueblo,era increíble se podía ver hasta mi casa, o mejor dicho mi antiguo hogar y me indico que mirara hacia el otro lado y me enseñó un lago que había en la parte trasera de la iglesia, automáticamente me pregunto que si quería darme un baño junto a él y yo dije que si.

Y fuimos hasta allá y podía decir que a cada instante estaba más y más nervioso, hasta que antes de quitarnos la ropa y quedarnos en ropa interior me agarró y me volvió a besar apretando cada centímetro de mi piel y dejándome sin aliento, podía disfrutar cada segundo de ese beso que está vez fue inmenso, no podíamos mirarnos a la cara al terminar ambos estábamos colorados y tan solo cogió y me abrazo tan fuerte como pudo,me miró a los ojos y me dijo.
–  Me gustas mucho Daniel, y no fue hasta que te fuiste de casa que lo supe, yo ni sabía que era gay siempre había tenido novias pero no tengo explicación para esto que me pasa contigo–
– Entonces no le busques más una explicación y tan solo vuelve a besarme– le dije tirándolo encima de mi.

Nos quitamos la ropa y nos adentramos en esas aguas según él era yo adentrarme en el agua y me convertía en un dios, decía el que desbordaba sensualidad, me sentía el hombre más dichoso del mundo,comenzamos a besarnos más está vez dentro del agua, todo era tan perfecto que nada podía destruir el momento, el me abrazaba y me rogaba que no lo soltara que no podía vivir sin mi.

Ya al oscurecer nos fuimos hacia el campanario y saco la guitarra que tenía en el maletero del coche y me dedico una canción que hacía que mi piel se pusiera de gallina. Aún no podía creer que yo estaba aquí pero era cierto, quedamos en un acuerdo que por el momento solo podían saber esto pocas personas hasta ver qué podía suceder. Y nos dirigimos hacia mi casa está vez nos recibió Jessie preguntando que cómo había salido el viaje y ambos le contestamos que genial.
– Si quieren le dejamos está noche la casa para ustedes solos– nos dijo ella.

Y me quedé mirándolo y el encantado dijo que si que hoy pasaría la noche conmigo.

Durmiendo con el enemigoWhere stories live. Discover now