Capítulo 1

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Jadeando

Se oyen lloriqueos en ese lugar oscuro

Levantándose con dificultad para ver entre sus piernas a las 3 criaturas que habían salido de su interior. Son las más hermosas que había visto. Agarró la tela más cercana, un poco sucio, pero era lo que había.

Envolvió a los 3 recién nacidos y las puso en la cesta de paja que hizo tío cuarto.

Tenía que ser rápido. Como pudo se levantó, aguantando el dolor de su parte baja

Lágrimas salieron de sus ojos. Su shijie muerta por su culpa y en cualquier momento todas las sectas vendrían por él. Les falló al tío Jiang y Madam Yu

Dirigió al canato donde uno de sus hijos abría sus ojos y solo pudo pensar

- Lan Zhan

Acarició la cabeza de sus 3 hijos

- Protéjanse el uno al otro. Su madre siempre los va a amar, tengan eso en cuenta. Wei Kun, Wei Chang y Wei-

Justo cuando iba a nombrar a la menor y única niña, las hebras de su cabello se volvió un blanco puro más blanco que la nieve y sus ojos que antes eran como los de él cambiaron a un color azul zafiro. Quedó anonado ante la nueva apariencia, se preguntó si la energía resentida de su cuerpo tenía algo que ver con ese cambio.

Se oían los gritos fuera de la cueva

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8 años después:

- Oíste sobre Wei Wuxian

- ¿Antes no eran aliados en la Campaña del Sol?

- Que aliados. Se dice que perdió el control de sus poderes y fue devorado por sus marionetas

- Je. Se lo tiene merecido por cultivar el camino del mal

- Oí que el Sello del Tigre Estigio quedó sellado dentro de los Túmulos Funerarios junto a su cadáver

- Varios intentaron romper el sello, pero fue imposible. Solo pudieron llevarse las otras armas que él poseía

- Me preguntó si alguien será capaz de romper el sello

Fuera del bar donde vendían alcohol, justo un hombre jalaba su carretilla mientras una pequeña figura empujaba por detrás.

- Bueno aquí es, muchacho. – dijo el hombre parando en un puesto del mercado – Ten tu recompensa – dándole una pequeña canasta con manzanas.

- Muchas gracias – dijo el niño viendo al señor con sus ojos plateados y sonriendo

Corrió feliz por la recompensa mientras se agitaba su túnica blanca pero lo que más resaltaba era la cinta roja que tenía en el cabello. En la calle de Yiling, algunas personas saludaron al niño que iba corriendo, éste se iba directo a un bosque. Corriendo y saltando al dirigirse a su hogar donde lo esperaban sus hermanos. La verde vegetación que lo rodeaba lo hacía feliz.

- ¡Kun-ge!¡Lixue-jie!¡A-Chang está en casa!

Llegó cerca a una cueva donde en la entrada se ve a una niña barriendo el lugar con una vieja escoba, lo peculiar era su cabello blanco que siempre les gustaba a sus hermanos. Como siempre su cabello estaba atado con una cinta plateada en una trenza y con dos mechones a los lados de su rostro.

- Lixue-jie

La nombrada volteó a ver a su segundo hermano mayor

- Lixue-jie mira – mostrándole las manzanas

- Que bien, A-Chang – dándole una cálida sonrisa

- Lixue-jie, ¿dónde está Kun-ge?

Se oyó un ruido sordo

- Está cortando leña para la noche

Ambos hermanos se acercaron a un niño de túnica negra algo vieja cortando leña con un hacha que pidió prestado. Se secó el sudor de la frente, el viento agitaba su cabello atado con una cinta negra en una coleta con un con un mechón colgado al lado

- ¡Kun-ge!

El nombrado dirigió sus ojos dorados a las figuras que se acercaron corriendo. Les dio una pequeña sonrisa

- Kun-ge deja eso, vamos a jugar

- No puedo – retomando su trabajo

- ¿Por qué?

- Necesitamos leña

- Lixue-jie dile a Kun-ge que dejé de trabajar

La niña se acercó a su hermano mayor

- Creo que es suficiente por hoy, ya tenemos suficiente leña para está noche. Si quieres puedo continuar por ti

- No. Es suficiente

Los tres niños entraron a la cueva y el segundo hermano corrió hasta una especie de altar.

Se arrodilló y hizo un arco con sus brazos

- Llegué a casa, A-Niang.

En el altar se ve un retrato real de una figura con pelo negro suelto con una cinta roja y una túnica oscura mostrando una gran sonrisa.

Los tres se sentaron alrededor de una mesa improvisada de piedra. Su hermana servía en tres pequeños cuencos un poco de sopa que ella aprendió de su difunda cuidadora. Los tres fueron criados por una mujer mayor de edad en Yiling, quien no tenía familia. Ella los encontró debajo del hueco de un árbol en el bosque cuando venía de su viaje. Los crio como si fuera sus propios hijos, aunque debió tener precaución con la menor, ya que el color de cabello que tenía no era normal y siempre le decía que si quería salir que siempre llevará un pequeño sombrero negro que ella misma confeccionó. Enseñó a la niña todo lo que debe hacer una dama, como comportarse, cocinar, tejer y los que haceres de una vivienda.

Por otro lado, la cuidadora les gustaba consentir a los dos niños. Les puso los nombres que tienen porque cuando los encontró, cada uno tenía sus cintas con sus nombre en ellas.

Lamentablemente, murió por la vejez y la casa donde vivían les fue arrebatada por unos cobradores exigiendo la propiedad de la vivienda por las deudas que tenía la mayor. No tuvieron más de otra que ir a vivir en otro lado. Los aldeanos de Yiling le hicieron un funeral a su cuidadora. A veces la visitaban

Cuando vagaron por el bosque, oyeron una melodía que parecía de una flauta que los guío hasta su actual vivienda.

El mayor de los tres veía fijamente el retrato que hizo, diría que es el único que pudo llegar a ver a la persona que los dio a luz.

Cuando Wei Chang vio que empezaba a oscurecerse, se acercó a la entrada de la cueva y justo jaló un palo que hizo que una gran tela hecha de hojas tapará la entrada. Se acercó al montón de paja que tenían de cama, cubriéndose con la única manta que tenían para abrigarse

- ¿Saben he oído de un vendedor que unos cultivadores vendrán a Yiling?

Su hermano mayor solo lo vio

- ¿No te parece emocionante Kun-ge?

- Duerme

- Mmm. Buenas noches

Los tres se acurrucaron esperando un nuevo día, que quizás cambiaría sus vidas.

Nota: 

Wei Kun – Primer hijo

Wei Chang – Segundo hijo

Wei Lixue – Tercera hija

Hacia la cultivaciónWhere stories live. Discover now