El destino

3.2K 120 3
                                    

*propia interpretación, puedes elegir no creer mis palabras o usarlas como apoyo para forjar tu verdad.

Una de las cuestiones que desde siempre ha inquietado a los seres humanos es si nuestro destino está escrito antes de nacer o si lo vamos construyendo nosotros mismos 👀. La verdad es que, nuestro destino está escrito y lo construimos nosotros. Expliquemos esto.

Si han leído libros sobre espiritismo o sobre el más allá les habrán vendido el mensaje de que antes de nacer te sientas en el más allá a debatir y te pones de acuerdo con otras almas, con la ayuda de los guías espirituales, para que te pasen determinadas cosas o te encuentres a determinadas personas y, quiero mencionar que, el destino no se elabora de esa forma. En primer lugar el destino depende de cada uno de nosotros, somos los responsables de nuestro propio destino, no se puede culpar ni al azar ni a Dios de nuestros éxitos o fracasos, es nuestro camino y nuestra responsabilidad, de nadie más. 

Antes de nacer, incluso la primera vez, cada uno de nosotros trae unos karmas propios: defectos que hay que pulir y mejorar, lecciones que aprender y sentimientos que mejorar y evolucionar para recuperar la esencia original. Además de estos karmas propios traemos otros karmas con otras almas, a veces karmas positivos (llamados dharmas) y otras veces negativos que harán que encontremos personas que nos dificulten nuestro camino. Pero todo esto no nos sentamos a "escribirlo" antes de nacer, ni es Dios o un "guía espiritual" el que decide cómo va a ser nuestra vida, el destino va impreso en nuestra alma, en nuestra energía. Tenemos el maravilloso don de crear cosas con la energía de nuestra alma, por lo tanto el alma va a atraer aquello que necesita o aquello que no es perfecto en ella misma para tratar de mejorarlo y cambiarlo aprendiendo las lecciones necesarias. 

Por ejemplo un alma que haya perdido su autoestima ya antes de nacer, que se sienta culpable, mal, poca cosa... generará un karma, una energía sobre sí misma, que tendrá que venir a depurar a la Tierra. Cuando esa persona nace ya trae ese karma, que es una lección que aprender en esta vida, y ese karma, esa energía que trae consigo, atraerá las circunstancias que está creando, es decir, si se siente poca cosa, que no vale nada, que los demás son mejores etc etc... atraerá circunstancias y personas que la hagan sentir exactamente así, porque es lo que está creando, no está siendo justo o justa consigo misma y el motivo por el que va a atraer todas esas personas y circunstancias es para que aprenda a sentirse de otra forma, a valorarse, a dar un golpe encima de la mesa si es necesario y a decir: ¡aquí estoy yo! ¡yo valgo lo mismo que cualquiera, pues todos somos iguales y nadie es más que nadie!.

Cada uno tiene y crea su destino, una persona buena que tiene la autoestima muy baja o vive con miedo no está creando un destino ni un karma positivo para sí misma aunque sea muy bueno con los demás, porque se está diciendo y sintiendo que no vale, que no merece esto o lo otro y eso es lo que está  creando, y por el contrario una persona más soberbia que se cree que merece de todo, aunque a veces no se porte de modo adecuado con los demás, a menudo tiene mucho más y las cosas le van mejor, en apariencia al menos. Pero es solo una apariencia, estas personas por dentro están vacías y muchas veces no son capaces de disfrutar ni de lo que consiguen, y con el tiempo a menudo acaban perdiendo gran parte de lo que lograron por su mala cabeza. 

Somos nosotros los responsables de nuestro destino y de nuestra vida, y si no está yendo bien, es necesario entender que tenemos la capacidad de cambiarla, pero para empezar a hacerlo hay que empezar mirando en nuestro interior, liberarse de los miedos, de la baja autoestima, de la soberbia, de la ira, del odio, de la envidia y de todos los sentimientos negativos y crear desde nuestro interior una vida plena y de felicidad, teniendo siempre presente en todo momento el mundo espiritual, pues es lo único que verdaderamente cuenta, y las enseñanzas espirituales y las lecciones aprendidas son lo único que importa a la hora de la muerte y lo único que nos llevaremos de esta vida, y además son lo único que nos conducirá a un lugar hermoso en el más allá con nuestros seres queridos.

El despertar: en búsqueda de la sabiduría Where stories live. Discover now