Capitulo 2

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Tabito Karasu estaba en un estado de shock imposible de quitar, eso es un comienzo.

Recordaba que después de oír la confesión de Kenyu su agarre se debilitó dándole salida a Yukimiya quien solo se disculpó antes de irse y desaparecer de su vista hasta... No sabía, no le había visto la cara en 3 días contando ese y aunque le enviara mensajes simplemente no los contestaba, los únicos que no tenían idea de lo que pasaba eran Eita y Shidou que solo preguntaban por el ambiente tan deprimente que cargaban en la espalda Tabito y Kenyu. Shidou había pasado por la casa del de ojos azules pero ahora que estaba ahí solo se la pasaba riendo, y sonriendo como tonto mientras hablaba con Sae Itoshi, su novio, Karasu aun no comprendía muy bien que le veía a ese pelirrojo y menos como se las había arreglado para conseguir que el sea su pareja, pero ahí estaban, la pareja más sana que había visto nunca.

- ¿Y si le digo que me pase una nude? -murmuró Shidou con el teléfono sobre su pecho.
- Ni te atrevas, y aunque lo hicieras nunca te mandaría una. -murmuró Karasu enviándole otro mensaje a Yukimiya.
- Ya lo ha hecho.
- ¿En serio?
- Claro que no.
- Lo supuse.
- ¿A quien le mensajeas? -preguntó Ryusei al fin interesándose en la vida de su amigo y no en su novio.
- Estaba... -el joven vio su teléfono de reojo para luego suspirar- Tratando de hablar con Yukimiya... Hace unos días discutimos... Si se podría decir así...
- ¿Ya te dijo que le gustas?

Karasu se quedó petrificado ¿Como es que Shidou ya sabía eso? ¿Lo había escuchado de Yukimiya? ¡Imposible! Yukimiya solía describir a Ryusei Shidou como un imbécil que no sabía cuando callarse ni como contener secretos, era imposible que Yukimiya le haya dicho algo de tal magnitud sabiendo el comportamiento del moreno.

- ¿Como sabes? -soltó sin querer para luego taparse la boca.
- Sae me dijo.
- ¿Sae?
- Si, el otro día que habíamos salido juntos todos me dijo que la mirada con la que te ve Yukimiya es la misma con la que yo lo veo a el, con un cariño super intenso y molesto según. -dijo Shidou antes de sentarse en la cama del chico soltando una sonrisilla- Sae es tan genial~
- Nah, debe de equivocarse, Yukimiya no está enamorado de mi, seguro solo lo dijo para que deje de hablar sobre Eita. -murmuró Tabito rascando su nuca recibiendo una mirada algo distante de Ryusei.
- ¿En serio crees eso?
- Si, no hay otro motivo.
- Mañana pregúntale, no creo que Sae esté equivocado.
- Está bien.

• • •

Primera hora de clase y ya Tabito quería escapar del lugar, aun no podía hablar con Kenyu porque estaba en otro salón, pero si con Eita que estaba pacíficamente durmiendo sobre su pupitre sin hacer ningún ruido más que pequeños ronquidos casi inaudibles, todas las mañanas era lo mismo, Eita se quedaba dormido a primera hora y se despertaba cuando ya era recreo, aunque tal vez solo despertaba por sentir la mirada de Tabito posada en el, la única vez que Eita se había dado cuenta de la mirada de Tabito solo le dio dos palmaditas en la cabeza antes de salir del salón bostezando, ese acto hizo que Tabito se enamorara mucho más del chico con mechones verdes.

Una vez el chico que amaba se despertó, Tabito se levantó sabiendo que ya era receso y podía hablar con Yukimiya, pero antes de irse su mano fue jalada gentilmente por una mano que conocía más que bien.

- ¿Que harás? -preguntó Otoya somnoliento soltando un bostezo.
- Voy a hablar con Yukkey ¿Me esperas un rato? -dice Tabito sin poder evitar posar una mano sobre la cabeza del chico acariciando su cabello.
- Si vas a hacer algo malo invítame, quiero grabar.
- No es nada malo.
- ¿Entonces qué pasó?
- Prometo decirte luego. -odiaba dejar a Eita, el tiempo con el era corto y odiaba desperdiciarlo en otra cosa que no sea el, pero en serio necesitaba hablar con Yukimiya y arreglar la situación, su lugar seguro dependía de ello.
- Ok, me dices luego, voy a ir afuera del colegio un rato, mi novia trajo comida para mi~ -y sin querer con esa sentencia Eita había tomado el corazón de Karasu para proceder a pisotearlo, su garganta picaba... Tenía que hablar con Yukimiya.

Entre Dos HilosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora