Cap 9: Delirios.

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Al llegar a casa, subo a toda prisa a mi habitación y vuelvo a ponerme mi pijama. Tiro la camiseta de Noah al suelo y camino hacia el baño, en donde me encierro.

Lleno la bañera de agua y cuando está lista, vuelvo a despojarme del pijama y me meto. Una agradable sensación de calor recorre mis venas, haciendo que suspire y me relaje.

Me paso unos veinte minutos medio adormilada, pero unos toques en la puerta me interrumpen.

-¿Puedo entrar?-Es Ash.

-¡No!-Digo aún enfadada por la broma.-¡Casi me violan!

-¿Qué? ¿Quién?-Pregunta preocupado.

-Le tuve que pegar a un tío que me tocó el culo.-Frunzo el ceño.-Aunque era bastante mono. En parte me arrepiento.

Él suelta una carcajada y luego abre la puerta.

-Deberías salir, vas a quedarte como una pasa.

Me tiende la toalla. Salgo y me envuelvo en ella.

Me da bastante igual que mi hermano me vea; desde pequeños nos bañamos juntos, nos conocemos a la perfección.

-Gracias.-Le sonrío y me seco un poco antes de recolocarme el pijama.-¿Me haces algo de desayunar? No he tenido tiempo.

Él me sonríe y sale del baño. Cojo el móvil cuando suena, y me quedo temblando cuando veo que es una foto de Alex. Mía.

Salgo en el callejón, corriendo para salir. Parece como si estuviese ampliada, desde la perspectiva de...

Abro los ojos como platos.

Noah.

Salgo del baño y sin hacer ruido me asomo al cuarto de Noah. Está tirado en la cama, con el móvil en la mano.

¿Quién eres? Le escribo a Alex.

Noah sonríe y escribe algo en su móvil. Al momento me llega un mensaje.

Ya lo verás, pronto.

Ahogo un grito y corro escaleras abajo. Noah, Noah, Noah.

-Ash, yo...-Empiezo a decir, pero él me interrumpe.

-Tienes el desayuno listo. Tengo que salir a hacer unos recados, vuelvo cuanto antes.-Me da un beso en la frente y sale precipitado por la puerta.

Mis sentidos se ponen alerta. Estoy sola con mi posible acosador.

Una sensación horrible me recorre la columna; miedo.

-¿Estás bien?-Doy un respingo al oir esa voz.

Sin pensarlo más de una vez, corro hacia el baño y me encierro en él. Lloro con la cara enterrada en mis manos. Tengo mucho miedo.

Noah aporrea la puerta.

-¡Emma! ¿Qué te ocurre? ¡Sal!-Grita desesperado.

De repente, mi móvil suena de nuevo. Otro mensaje.

Es la misma foto, solo que al parecer la otra estaba recortada. En esta, se ve claramente a Noah en la entrada del callejón, esperándome para protegerme.

No es Noah.

Una risa nerviosa se escapa de mi garganta. Abro la puerta, y sin poder evitarlo, me abalanzo sobre los brazos de Noah. Él, inconscientemente, me atrae hacia si de forma protectora.

-Noah, lo siento.-Murmuro.

-¿Qué sientes?-Pregunta con curiosidad.

-Cosas mías.-Murmuro aún más bajo.

Invadiendo mi espacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora