Pero como pasan los años

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Capítulo 23

P.O.V Susana

-¡James Alaric Ainsworth! ¡Deja de correr por la casa! ¡Como quiebres algo te cuelgo del palo más alto que encuentre! -

¡Adolescentes!

Hace 16 años atrás que deje la ciudad. Jack no fue el único que me acompaño, Sarah vino como mi aprendiz y para mi desgracia Jeff se apuntó a la cruzada con la excusa de que se había hartado de Slender ¡Patrañas! No quería dejar a Sarah (Que por cierto no le hizo ninguna gracia) y Helen no se quedó atrás y también me acompaño.

Con tantas personas siguiéndome tuve que comprar una mansión (cortesía de mi padre) cerca del bosque negro en Alemania.

Fue todo un dolor de cabeza llegar allí puesto que la mayoría eran prófugos de la justicia y no podían usar un avión y el único que podía llegar sin ser detectado era Jack con su magnífica nube. Le rogué hasta que hastiado nos llevó de uno en uno, eso sí, el muy cabrón me obligo a prepararle dulces por más de un año.

Nuestro destino, la ciudad de Friburgo, hermosísima, con una exquisita arquitectura y un clima perfecto, pero era una lástima que no nos quedásemos allí porque la mansión quedaba a los pies del bosque, muyyy alejado de la ciudad.

En estos años mi vida familiar cambio. Samuel creció y heredo mis dones por lo que entre los chicos y yo lo entrenamos para que los controlara. Por otra parte un integrante más se unió a la familia. La verdad fue inesperado saber que estaba embarazada y más de uno se sorprendió. James Alaric Ainsworth fue una pequeña luz para todos.

Mi padre no se puso contento y más sabiendo quien es el padre de James pero de vez en cuando nos visitaba para conocer más a sus nietos y tengo que darle méritos, porque controlaba muy bien su aura maligna frente a los niños.

A los chicos no les gustaba mucho sus visitas, por lo que cuando él venia nadie estaba en casa.

Con el tiempo empecé a ayudarle a recolectar las almas en pena y llevarlas a juicio por lo que estuve más de una vez en el infierno. Eso lo alternaba con un trabajo de oficina que conseguí en una empresa ecológica (muy común en la ciudad) para despistar a la gente.

Definitivamente haber venido a Alemania me ayudo en más de una forma.

-¿Quieres apurarte? Llegaremos tarde a la graduación-

-Pero es que no encuentro los zapatos nuevos que me compraste ayer. Me acuerdo que los deje en su caja bajo la cama-

"Es que mis hijos son tontos o que"

-Siempre dejando todo para el final. Dame un segundo-recorrí la casa completa hasta encontrarlos-Aquí están, porque eres tan descuidado, estaban todavía en tu mochila-

Ese día se graduaba Samuel y todos iban a ir, incluso mi padre, pero usando "ilusión", nadie quiere ver a un demonio sádico, un payaso monocromático de más de 2 metros y a un sujeto blanco sin parpados y con una sonrisa cortada de lado a lado. De solo imaginar a la gente correr y gritar despavorida me entraban unas carcajadas que ve tú a saber el ridículo que montaría si me oyeran.

Yo también usaría "ilusión" entre la gente, la madre de Samuel no debe verse precisamente como una veinteañera sino como alguien de mucha edad.

Deje de envejecer cuando el "Jefe" de mi papa me ofreció dejar mi humanidad para completar mi parte demoniaca. Eso sí, que alguien me recuerde leer las letras pequeñas del contrato y me dé una buena patada en el culo porque ahora estaré a su servicio por los próximos cien años.

-¡Susana mueve tu culo fofo que solo faltas tú! -Jeff no se cansa de ser una lindura.

Jack, Helen, Sarah, Jeff (alias el cabrón), James y Samuel estaban ya dentro de los coches. Iban vestidos para la ocasión, bueno, a Jeff lo obligamos y nos costó lo nuestro pero un orden de Sarah fue suficiente para que fuera como un perrito sumiso (lo que es el matrimonio, y yo pensando que Jeff no tenía oportunidad)

Pesadilla (Slenderman)Where stories live. Discover now