Twenty

6.6K 497 192
                                    

T/n Jones

Al terminar de ver la película los tres salimos del cine, yo nerviosa aun pensando en las palabras de Aidan, Mati saltando de emocion mientras que hablaba con asombro de la película y Aidan, Aidan solo mantenía una sonrisa gracias a Mateo.

Esto no se quedara así...

¿A que se refería?

Le reste importancia y ambos, sonriendo comenzamos a caminar mientras que seguíamos escuchando todo tipo de anécdotas que Mati decía. No se los voy a negar, hasta me parecían interesante sus aventuras.

Aidan nos llevo a casa, Mati entro a la casa y yo me quede en la puerta mientras que miraba a Aidan. Pensaba despedirme con un beso pero el solo se alejo de mi y se despidió con un Nos vemos luego.

Eso me confundió y aunque me molesto un poco le reste importancia y entre a casa encontrándome con mi madre sonriendo levemente al escuchar a Mateo hablarle de lo que había pasado hoy.

— ¡Mama! — Hable sorprendida y ella con una sonrisa se giró a mirarme — ¿Qué-Que haces fuera de tu habitación? — Pregunte asombrada, quería llorar de felicidad, mama nunca salía de su habitación.

— Solo quería ver como se encontraban mis hijos — Habla aun sonriendo y yo sonrió mientras que siento lagrimas rodar por mis mejillas.

Camino hacia ella y la abrazo fuertemente mientras que sigo llorando sin parar.

— Te extrañe — Susurre débilmente.

— Yo también — Susurro y sonreí enormemente.

— Mami — Mateo llamo nuestras atención — ¿Por qué T/n llora? — Pregunta inocentemente y ambas reímos levemente.

— Por nada — Limpio mis lagrimas — Ven aquí — Estiro mi brazo y el feliz viene hacia nosotras para perdernos en un hermoso abrazo.

Estaba realmente feliz, mama se sentó junto a nosotros en la mesa y comenzamos a platicar de absolutamente todo lo bueno que había pasado este tiempo.

Los tres sonreíamos y reíamos por todas las locuras que Mati le contaba a mama con emocion, ella también parecía estar feliz y como que había olvidado absolutamente todo lo que había pasado con nuestro padre.

No me quejaba, me gustaba como mi madre pasaba tiempo con nosotros, ella no hablo de como se sentía y no nos pidió perdón, solo preguntaba cosas relacionadas a las platicas de Mateo, parecía algo perdida pero yo solo estaba feliz por que apostaba que seriamos una vez mas una linda familia.

— ¿Ya no estas cansada mama? — Pregunto Mateo y eso me hizo ponerme nerviosa, esa era mi excusa cada vez que Mati preguntaba por ella, cansancio.

Sonríe — No... — Responde.

— ¡Yeiii! — Se levanta y comienza a saltar feliz — Al fin podremos ser una familia feliz — Dice emocionado y yo sonrió.

— No... — Eso hace que yo mire confundida a mama y Mati deje de brincar.

— ¿No? — Dice algo desanimado.

— Nunca seremos felices si tu padre no esta con nosotros — Murmura y yo me quedo totalmente sorprendida, no sabia como reaccionar.

— Papa no esta, el se fue — Dice Mati algo triste pero jadea del dolor cuando mi madre le da una bofetada.

— ¡No! — Grita — ¡El va regresar, el me ama! — Grita y yo me molesto con ella.

— ¿¡Que demonios te pasa!? — Le grito molesta mientras que corro hacia Mateo el cual llora sin parar.

Ella parece tener un ataque de ira ya que comienza a lanzar las cosas, tira la sillas y rompe varios garrones mientras que yo solo abrazo a Mateo con fuerza mientras que lloro junto a el.

— El volverá, yo lo se, el... — Comienza a llorar mientras que camina hacia su habitación — El...el volverá y seremos una familia feliz, feliz, feliz — Sonríe y se adentra en su habitación cerrándola de un portazo.

— Mama no esta bien — Habla con dificultad por el llanto.

— No, no digas eso — Niego — Ella solo...solo se encuentra cansada — Murmuro con una pequeña mueca — ¿Estas bien? — Pregunto y el asiente.

— Aunque me arde la mejilla — Dice mientras que la acaricia lentamente y yo solo puedo volver a abrazarlo con fuerza.

¡Te odio tanto madre!

[...]

Eran las 3 de la mañana y yo me encontraba limpiando la casa, mama había destruido la mayoría de las cosas que se encontraban cerca de ella.

Mateo por fin se había quedado totalmente dormido, el dolor y las preguntas sobre mama no lo dejaban dormir pero logre hacer que pueda dormir.

Comencé a recoger las cosas que no estaban rotas y las deje sobre la mesa. Después tome una escoba y comencé a barrer todos los vidrios rotos que se encontraban por el suelo.

Estaba cansada de esto, dos malditos años y mama aun no podía mejorarse, eh intentado de todo para que pueda recuperarse pero ella solo parece no querer mejorar.

Jamás nos había tocado y ahora le pega a Mateo. Realmente se encuentra mal.

Me deje caer en una de las paredes mientras que lloraba, quería ayudar a mama pero no sabia como, escuchaba sus sollozos y eso me destrozaba mucho mas.

Pensaba en mama, en Mateo, en un futuro. Solo deseaba que ella pudiera estar mejor para al fin poder ser felices, todos juntos.

Como una familia feliz...

[Al Dia Siguiente]

— ¿¡Enserio tu madre hizo eso!? — Hablo Karla sorprendida y yo asentí.

— Ya van 2 años, Karla — Suspire — No se por cuanto tiempo lo soportare mas — Coloque mis manos en mi rostro.

— Tu madre esta loca — La mire — Sin ofender pero es la verdad — Murmuro y yo solo le reste importancia — Tranquila — Sonrió — Pronto cumplirás 18, tienes suficiente dinero para comprar un departamento e irte a vivir ahi junto con Mateo y dejar a tu madre — Explico y yo solté otro de esos largos suspiros.

— Ese es el problema — Me miro confusa — No quiero dejarla. Papa ya la dejo, tendrá ganas de morirse si se da cuanta que sus propios hijos también lo hicieron.

— Ella ya tiene ganas de morirse — Bufe algo cansada, toda la madrugada me la pase recogiendo y no tuve mucho tiempo en dormir.

Solo quiero descansar...

[...]

El colegio había terminado y yo me encontraba caminando hacia el colegio de Mateo para poder recogerlo.

Lo vi y el felizmente camino hacia mi con una hermosa sonrisa que me hizo sonreír al instante.

— Hola pequeño — Lo salude mientras que el me abrazaba.

— T/n... — Me miro — ¿Me dejarías ir a la fiesta de uno de mis amigos? — Pregunta con un ligero sonrojado en sus mejillas.

Frunzo el ceño — ¿Quién es ese amiguito tuyo? — Pregunto curiosa y el tímidamente señala al pequeño de la vez pasada — Ouh...ese chico — Asiente.

— ¿Si me dejas? — Pregunta con cierta emocion.

Tal vez eso haría que pudiera distraerse de lo que paso ayer por la noche.

— Claro — Sonreí y el salto de la emocion.

— Vámonos a casa porque si no llegaremos tarde a su fiesta y realmente quiero verme lindo para el... — Habla rápidamente con mucha felicidad.

— ¿Para quien? — Pregunto con cierta burla.

— Pa-para la fiesta — Dice con nervios.

Yo solo rio y tomados de la mano comenzamos a caminar hacia casa.

El es tan tierno.

𝐌𝐲 𝐬𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 © [✔]Where stories live. Discover now