Fugitivos - Wos

13: final

Italina

1 año y medio después

Que no había pasado en un año y medio.

Crecimiento y aprendizaje, esas son las palabras que lo definirían.

Y en gran parte, gracia a Valentín, que de un día para el otro llegó a mi vida y me ayudo más que cualquier persona que me conocía desde chica.

A veces es así, las personas llegan de la nada a nuestra vida para hacer lo que se les cante con ella, pero es depende de nosotros dejarlos entrar.

Hablamos, muchísimo. Llegó un momento en el que ya era nuestra tradición, siempre respetándonos mutuamente, hasta que llegamos al punto en el que siendo los dos tan distintos teníamos demasiadas cosas en las que pensábamos igual.

Hoy me encontraba haciendo otra valija, cerrando una etapa de mi vida de la que estoy mas que agradecida.

Estos casi cuatro años me cambiaron muchísimo, me hicieron darme cuenta que yo tengo que ser la protagonista de mi vida, y que nunca es tarde para los cambios.

-Por fin voy a tener toda la habitación para mi.-Alexia apareció apoyada contra el marco de la puerta y yo reí.

-Espera a que me vaya aunque sea para sacar mi cama.-ví como sonrió y a los segundos sus ojos se cristalizaron haciendo que los míos también.-No llores tonta, no quería que sea triste.

-Como no va a ser triste?.-se lanzó a abrazarme.-Hace mil años que te soporto todos los días, a quién voy a molestar ahora? A Tadeo?.-ambas reímos.

-Vos sabes a donde voy igual.-la miré y asintió secándose las lagrimas.-Sabes que siempre vas a tener un lugar conmigo, Alexia. Y no te preocupes, que las fiestas las voy a venir a pasar acá.

-Mas te vale perra, que entre que acá no hay jodas necesito alguien con quien ponerme en pedo.-ambas reímos y la abracé mucho más fuerte.

Si que iba a extrañar a mi mayor pilar.

No me malinterpreten, le ofrecí a Alexia venir conmigo, porque siempre estuvimos juntas en este viaje, pero me dijo que no, se terminó enamorando del pueblo y siente que es su lugar en el mundo, ahora estaba ahorrando para dentro de poco comprar un local y ponerse su propio negocio.

Y esa es mi meta, seguir moviéndome hasta encontrar mi lugar en el mundo.

Valentín

-No puedo creer que te vayas a ir.-Tadeo me miraba desde su cama.-Y sabes que no puedo creer tampoco?.-reí ante su sorpresa y le hice una seña con la cabeza para que siga hablando.-Que yo me vaya a quedar acá, y porque quiero.-giré mis ojos y reí.

-Viste, y a vos que no te gustaba el pueblucho.-usé sus palabras de los primeros días.

-Igual preparate que apenas ahorre lo suficiente te voy a ver, eh.-ambos reímos.

Escuchamos unos golpes en la puerta y me levanté a abrir saltando toda mi ropa que estaba desparramada por todo el piso.

-Abuela.-dije sonriendo.

Si, resulta que Dome es mi abuela.

Y cuando me enteré de ese dato no menor todo tuvo sentido.

Es la mamá de mi papá.

Y el único familiar que me demuestra afecto, sacando a Tadeo que yo lo considero parte de mi familia.

No voy a mentir, al principio no entendía nada y creí que me estaban haciendo una joda, fue difícil de procesar pero por alguna razón me lo tomé mejor de lo que esperaba.