46. Fruto prohibido

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(Capítulo con contenido sexual +18, leer bajo su responsabilidad)

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(Capítulo con contenido sexual +18, leer bajo su responsabilidad)

15 de septiembre del 2018

EVANGELINE

Me deposita con cuidado en el suelo y me apoyo en su cuerpo para estabilizarme. Me guío hacía él, mientras se sentaba dejando su espalda en la pared de piedra.

—No te sientes de espaldas. Ven aquí. —Palmea su pierna y tragando, me siento. A horcajadas en su regazo, apoyando mi cabeza en su pecho—. Así no te lastimarás —susurra en mi odio y me estremezco.

—Siempre tan considerado. —Dejo un beso en su pecho. La camisa de botones estaba semiabierta.

—Siempre tuyo, Evangeline.

Y nuestras miradas conectaron. Éramos nosotros dos en medio de la nada. Con un pasado y heridas del presente. Con un mañana asfixiante. Y aquí estábamos, solos.

Jugueteo con su nariz rozándola y entreabrió los labios. Su respiración caliente se comenzó a confundir con la mía. Un cortejo silencioso, crean nuestros cuerpos. Yo tocando su pecho por dentro de la camisa. Él, levantando mi vestido para masajear mis piernas.

Como si el tiempo estuviera de nuestro lado, abrí su camisa. Y el frío que sentía por el clima, estaba cambiando.

—Si por cada herida, vamos a terminar así... —Muerdo su mandíbula y él deja escapar un suspiro.

—Prefiero empezar y terminar de este modo sin heridas.

Sus dedos tantean mis muslos por la parte interna. Yo los separo para que tenga más espacio. Para que explore todo lo que quiera. Su toque es firme y a la vez lento, hunde sus dedos y aprieta mis piernas. Y solo con eso me hace gemir. Para este punto, su camisa está abierta y beso sus pectorales. Paso mis uñas por su abdomen marcado y se estremece.

Su mano caliente acuna mi intimidad apoderándose de ella. Sin ni siquiera tocarme directamente, solo presionando su mano ahí. Solo transmitiendo sus ganas por traspasar la barrera entre la tela, mi feminidad y su mano, abro la boca en un jadeo.

Y paso la lengua por mi labio inferior. Sin perder tiempo, Dorian la toma con sus labios haciendo que abra mi boca y la succiona. La racionalidad se fue y el dolor de mis alas, persistente, no va a interrumpir este momento.

Apreté las piernas para que su mano estuviera más en contacto conmigo. Entonces comenzó a mover la tela de mi ropa interior y estaba húmeda, lo sabía. Porque sus labios me doblegan y la intensa sincronía de nuestras lenguas, me deleitaba como para imaginar cualquier cosa.

—Estás muy mojada, Evangeline. —Tomé una bocanada de aire cuando rozó mi barbilla con sus dientes dejando un beso húmedo y pasando su lengua—. ¿Cómo vamos a solucionar esto?; ¿Ah? —Gemí cerrando los ojos cuando pasó un dedo por mi clítoris.

La Portadora de Almas (COMPLETA)Where stories live. Discover now