15.

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Amber.

Al despertarme por la mañana, tuve que quedarme mirando al techo para reflexionar si todo lo que había pasado el día anterior era real o solo eran mis sueños traicionando mi cordura de nuevo. ¿Había mirado las estrellas con Ethen? ¿Realmente se había portado conmigo como se portó o era solo fruto de mi imaginación?

El del día anterior no había sido el Ethen que había conocido al principio, ni por asomo. El día anterior no quedaba ni una sombra del chico borde y frío que había sido cuando le conocí, más bien al revés, había sido amable y generoso. No parecía que me odiara, de hecho, parecía todo lo contrario. Y mentiría si dijera que no me gustaba esa versión de él que no le había visto sacar con nadie más que conmigo en algunas ocasiones.

Me miré al espejo y recogí mi pelo en una coleta despeinada. No estaba nada mal para estar recién levantada. Salí del dormitorio y me encontré con Harvey recién levantado, despeinado y con una de sus tantas camisetas de baloncesto. Al escuchar mi puerta, automáticamente se giró hacia mi.

-Buenos días Amber- me dijo sonriendo.

-Buenos días hermanito- le respondí correspondiendo la sonrisa.

-¿Vas a desayunar?

-Esa era mi intención.

-Bueno, vamos entonces- dijo haciendo que los dos nos pusiéramos en marcha.

-Hoy es el cumpleaños de papá- me dijo a mitad de camino rompiendo el silencio que se había formado después de su última frase.

-¿Ah si? Me sorprende que mi madre no me lo haya dicho unas doscientas veces.

-A mi también- dijo soltando una carcajada mientras entrábamos en la cocina.

-¿Qué quieres desayunar?

-Me voy a tomar un vaso de leche, no tengo hambre.

-Bueno, pues más fácil, yo me voy a comer una manzana- dije antes de agarrar una del frutero.

Salí de la cocina para ir al salón esperando no encontrarme a nadie. Error. Ethen estaba sentado en uno de los sofás, sin camiseta, con unas gafas puestas y el portátil delante. Sin darme cuenta, al quedarme paralizada, el móvil se me resbaló de la mano causando un estruendo que le sacó de lo que fuera que estuviera haciendo e hizo que me mirara. De nuevo, error.

-Buenos días- me saludó volviendo la vista hacia la pantalla de nuevo.

-No quería molestar, lo siento- dije recogiendo el móvil del suelo. Por suerte, estaba perfecto pese al golpe.

-No molestas, siéntate aquí si quieres- dijo levantando la mano del ratón para señalar el hueco a su lado en el sofá.

Después de pensarlo un momento, mordí mi manzana y fui hacia él sentándome a su lado. Le vi empezar a levantar la mano del ratón para acercarla a mi pero volvió a ponerla donde estaba antes de hacer algo de lo que arrepentirse.

-¿Qué estás haciendo?- pregunté después de morder la manzana para romper el silencio.- Si puedo saberlo, claro.

-Estoy preparando la plantilla y los suplentes de la temporada de fútbol. Empieza dentro de menos de una semana y no hay nada preparado- me dijo señalando una lista de nombres.

-Eres el capitán ¿verdad?

-Exactamente. Estás enfrente del capitán y quarterback del equipo de fútbol americano del instituto Ransom Everglades- me respondió con una sonrisa de suficiencia en la cara.

-Te pega bastante- dije volviendo a morder la manzana.

-¿Verdad que si? ¿Sabes qué te pegaría a ti?

Ramé.Where stories live. Discover now